Un terremoto sacudió Melbourne este viernes: Jannik Sinner puso fin a la racha récord de 33 victorias consecutivas en el Abierto de Australia de Novak Djokovic, truncando el intento del serbio de conquistar un inédito 25º Grand Slam. Jugará la final ante Daniil Medvedev.
El italiano, número cuatro mundial, se impuso en la semifinal por 6-1, 6-2, 6-7 (6/8), 6-3 al número uno Djokovic, diez títulos en Australia, que nunca había perdido una final o semifinal.
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Sinner, de 22 años, disputará el domingo su primera gran final contra Medvedev (N.3), que fue capaz de remontar dos sets ante Alexander Zverev (N.6); 5-7, 3-6, 7-6 (7/4), 7-6 (7/5) y 6-3.
Sin bolas de rotura
"Fue un partido muy duro", declaró Sinner. "Empecé muy bien. Él falló en los dos primeros sets. Sentí que no se encontraba muy bien en la pista, así que intenté seguir presionando".
Djokovic, que no conocía la derrota en este torneo desde 2018, aspiraba a batir su récord con un 25º título de Grand Slam, pero Sinner destrozó el guión sin entregarle ni una bola de rotura.
"Me dominó completamente hoy. Me sorprendió mi nivel en el sentido negativo. No hubo casi nada que hiciera bien en los dos primeros sets. Creo que es uno de los peores partidos que he jugado en Grand Slam", analizó 'Djoko' en sala de prensa.
El serbio de 36 años sucumbió al tenis de Sinner y cometió 29 errores no forzados durante los dos primeros sets, en comparación con los ocho del italiano.
El veterano careció de su habitual regularidad metronómica, mientras que el concentrado Sinner tomaba una ventaja de 3-0, camino del primer set.
Los decibelios en la pista central aumentaron al comienzo del segundo y Djokovic parecía haberse recompuesto, pero el recuento de errores siguió ascendiendo.
Djokovic instó al público a apoyarlo y los gritos de "¡Nole!" resonaron en el abarrotado estadio, pero su oponente volvió a romperle el servicio y quedó con dos sets de desventaja.
El veterano encontró sensaciones en la tercera manga, con un Sinner que no aprovechó su primera bola de partido.
Pero no era el día de 'Nole' y una hora después Sinner certificaba con sangre fría un posible cambio de era en el Melbourne Park.
"No me sentí yo mismo en la pista a la largo de todo el torneo, no me acerqué a mi mejor tenis. Espero simplemente que tenga la oportunidad de volver, al menos otra vez", se despidió Djokovic en rueda de prensa.
Las siete vidas de Medvedev
En la sesión nocturna Medvedev y Zverev regalaron un maratón que se decantó del lado del primero en cuatro horas y 18 minutos.
La clasificación parecía lejos para el ruso de las mil vidas cuando cometió una doble falta en el 'tie-break' del cuarto set que dejaba a Zverev a dos puntos de su primera final en Melbourne.
Pero el alemán tembló y Medvedev aceleró para igualar 2-2 después de no haber tenido opciones ante el juego sin fisuras en la dos primeras mangas del tenista que eliminó a Carlos Alcaraz en la ronda precedente.
Tras caer en dos 'tie-breaks' consecutivos, el golpe emocional fue demasiado duro para Zverev, inferior en el set decisivo.
"Estaba un poco perdido y en el tercer set me dije, 'quiero al menos estar orgulloso de mí y si pierdo pelearé hasta el final en cada partido'", dijo Medvedev a pie de pista.
"Me sentía cansado físicamente, pero me dije que tenía que ser más agresivo, si no funcionaba, lo habría intentado. Funcionó, comencé a dar mejores golpes y a servir mejor", añadió el tenista de 27 años, dos finales perdidas en Melbourne, 2021 ante Djokovic y 2022 ante Rafael Nadal.