El riesgo de no tener representación en los juegos nacionales de noviembre próximo, corre la Federación Colombiana de Tiro Deportivo. ¿La razón? La junta directiva de la entidad en cabeza de su presidente, Alex Tanaka, ofreció a Coldeportes la posibilidad de albergar la disciplina en sus diferentes modalidades en un terreno de su propiedad en Nilo, Cundinamarca.
La idea de invertir en las instalaciones propias no es mala, de hecho es de aplaudir, el problema, o más bien lo que genera escepticismo sobre las acciones de la actual Junta Directiva, es que, primero, están a siete meses de las justas y las obras no arrancan; lo segundo, y quizá más importante, el dinero para la construcción no está, según documentos que pudo conocer EL NUEVO SIGLO, en términos económicos la Federación no tiene cómo pagar, al menos de momento la obra. La capacidad de endeudamiento no es tan alta como para cubrir los gastos de un polígono de las características requeridas.
Si bien la responsabilidad es completamente de la Fedetiro, llama la atención el actuar de Coldeportes, la entidad tiene como premisa que los Juegos Nacionales se tienen que hacer sí o sí, pero al menos debió revisar cuál es la situación actual de la Federación y si realmente pueden o no cumplir con lo que se comprometieron, que no vaya a pasar lo que sucedió con los juegos nacionales que se iban a realizar en el Tolima.
La situación
El problema, según los atletas, es que, en el terreno de la Federación solo hay un campo de tiro para escopetas, el cual, si bien cumple con los requisitos técnicos en términos de condiciones, para los atletas no es el mejor. De acuerdo con una carta dirigida a los directivos de la entidad las condiciones climáticas no favorecen para nada el actuar de los atletas y en cambio les puede llegar a restar en su desempeño. Eso sí, el polígono de escopeta en Nilo ya está construido y no se puede dejar perder.
Ahora bien, para albergar los juegos nacionales son necesarios dos polígonos, uno de escopetas y el otro de armas de precisión, que es precisamente el que hace falta construir en su totalidad. Según lo consultado este puede llegar a tener un costo mayor a los $3.500 millones, divisas que según algunos directivos entrarían por aportes y donaciones de privados.
Durante la última asamblea de la Federación fue aprobada la utilización de $150 millones para aplanar el terreno en donde se supone estaría ubicado el polígono de precisión, hay que decir que Tanaka no le informó a los miembros de las federaciones a lo que se había comprometido con Coldeportes, sino hasta cuatro días después de realizada la reunión.
Hay que analizar las situaciones, sabiendo que en Colombia no estamos capacitados para construir escenarios en tiempo record, pensar que en siete meses estará listo un polígono como lo están ofreciendo, con características de altísimo nivel, se vuelve casi que una utopía. Esto sin contar que el dinero aún no está en las arcas de la Federación, a duras penas aprobaron aplanar el terreno.
Por el bien del deporte y los atletas, el presidente Tanaka y la Federación deben cumplir con los plazos y entregar a tiempo el escenario, sin embargo, viendo la situación, se puede poner en duda que este alcance a estar a tiempo, en este caso, ¿cuál es el plan B de la Federación?
Tanaka sostiene que el escenario estará listo de aquí a noviembre, además, desestima de manera categórica los alegatos de los deportistas, a quien él llama una “minoría disidente”, refiriéndose así a quienes han tratado de comunicarse con él para saber las razones y los fundamentos de las decisiones que tomó entorno a la inversión del dinero de la Fedetiro.
Parte de vivir en una sociedad democrática es tener detractores, a Tanaka esa idea no le gusta tanto, según algunos atletas que han sido los encargados de visibilizar la situación que hoy presentamos, no se sienten representados por los directivos de la Federación, puesto que muchos son “Escopeteros” y se olvidan de las demás disciplinas.
Los alegatos de los deportistas están sustentados en la falta de condiciones que tendría el polígono de Nilo, en términos climáticos, pensando en la salud y la comodidad de los atletas, a lo que la Federación responde que: “Han tenido que competir en peores lugares”.
El miedo de los atletas es que hagan una gran inversión y que el escenario termine perdiéndose y no siendo aprovechado, como sucedió en Guarne, Antioquia.
Nilo no es precisamente un territorio que tenga como tradición el tiro deportivo, y la cantidad de deportistas que puedan aprovecharlo seguramente no será la misma que podría tener en Cali o Medellín, por ejemplo.
Lo cierto es que los únicos preocupados al parecer serían los deportistas, que al final del día son quienes en realidad conocen las condiciones y situaciones que ocurren en su disciplina, porque Coldeportes decidió aceptar sin muchas revisiones la propuesta de la Federación. A propósito del ente superior del deporte colombiano, su director últimamente pareciera más preocupado por salir en televisión y figurar en diferentes medios con sus viajes a Brasil.
Ahora bien, Lucena debería después de la “debacle” de la Copa América, en donde se fue a traer la Copa y terminó trayendo la copa, pero rota, porque primero no llegó a tiempo a Río de Janeiro y segundo, la intensión nacida del populismo y demagogia de querer albergar la Copa América 2020 en Colombia falló pues al final Argentina también será sede del torneo más antiguo de selecciones en el mundo y lo peor sin saber dónde se jugará la final, y el desatino de decir que tenía las manos atadas a la hora de sancionar a la Federación de Fútbol en el escándalo de la selección femenina, debería voltear a mirar a los otros deportes diferentes al fútbol, a ver si logra levantar su imagen y lo siguen apoyando para que sea el primer ministro del deporte del país.
ALEX TANAKA, presidente de la Federación de Tiro.
EN VILO está la realización del torneo de tiro en los Juegos Nacionales.