"Me preguntaba si un día podría sentarme, levantarme o estirarme sin sentir dolor. Jugar al golf me parecía imposible" declaró el golfista.
Tiger Woods está de vuelta. El golfista estadounidense, luego de cuatro cirugías en su espalda que apenas le permitían caminar hace unos meses, ganó este domingo el Tour Championship y puso fin a una sequía de títulos que duraba cinco años.
"He tenido que luchar durante todo el día pero me ha encantado esta jornada. Cada parte de ella. La pelea, la lucha, las duras condiciones... Era un gran desafío a principios de año el pensar que podía volver a ganar pero a lo largo de las competiciones vi que era posible", explicó visiblemente emocionado.
En un East Lake Golf Club lleno a rebosar, el norteamericano encaró el último hoyo con una amplia sonrisa en su cara, sabiendo que tenía el título en sus manos.
"Lo pasé mal conteniendo las lágrimas en el último hoyo. No dejaba de decirme: 'Eh, aún puedes tirarla fuera. Pero una vez metí la bola en el green, choqué la mano de Joey (LaCava, su caddie) porque sabía que lo había conseguido", añadió.
Los miles de seguidores que lo acompañaron en el campo de Atlanta celebraron el regreso de su ídolo a lo más alto. Él que se encontraba postrado en una cama hace apenas un año, este domingo era vitoreado y rodeado por los enfervorecidos fans que disfrutaban con ver su retorno a la cima.
Su último éxito databa de agosto de 2013, cuando se consagró en el Bridgestone Invitational. Entonces nadie pensaba que tardaría 1876 días en volver a levantar un trofeo pero, tras dominar desde la primera jornada, volvió a coronarse en el Tour Championship. Por tercera vez en su carrera.
Jornada atípica
A pesar de no brillar este domingo, con una tarjeta de 71 golpes, uno por encima del par, el "Tigre" había hecho los deberes en las tres anteriores para finalizar el torneo con 269, a dos de su compatriota Billy Horschel (271) y con cuatro de margen sobre el también norteamericano Dustin Johnson (273), segundo y tercero respectivamente.
Así, Woods sumó el 80º título de su carrera deportiva y se quedó a únicamente dos del récord absoluto de su compatriota Sam Snead.
Mientras, el británico Justin Rose terminó en la cuarta posición con 274 golpes tras una decepcionante última jornada, que concluyó con tres por encima del par, pero acabó haciéndose con la FedEx Cup como el primero de la clasificación anual del circuito de la PGA. Woods fue segundo.
El español Jon Rahm, que había empezado el día en la cuarta posición, cayó hasta la undécima al finalizar el domingo con +2, para un total de 276 golpes.
El fin de la pesadilla
Woods comenzaba la jornada con un dato demoledor a su favor: había ganado 54 de 57 títulos cuando lideraba la prueba tras 54 hoyos. El domingo, selló el 55 de 58.
Así, con la estadística de su lado, fue viendo cómo sus rivales se caían y él era el único que mantenía la compostura en lo más alto de la tabla. Ni el arreón de Horschel (-4), ni el del japonés Hideki Matsuyama (cuarto en la general, -5 el domingo) pusieron en apuros a uno de los deportistas más querido del deporte americano, que vio por fin finalizada una pesadilla que comenzó en 2014.
Desde entonces, cuatro cirugías en su espalda, un controvertido y televisado divorcio y una detención hace apenas un año al quedarse dormido en su auto bajo los efectos de los medicamentos y los antidepresivos, hicieron que visitara el infierno.
"Lo peor fue no saber si iba a poder vivir sin dolor. Me preguntaba si un día podría sentarme, levantarme o estirarme sin sentir dolor. No quería vivir así. Jugar al golf me parecía imposible, no podía sentarme ni andar ni estirarme sin tener dolor en la espalda y mi pierna durante un largo periodo de tiempo", explicó tras su éxito.
"El mero hecho de jugar y volver a ser competitivo era ya un éxito. Los que son cercanos a mí y algunos jugadores saben lo que he recorrido, lo difícil que ha sido para mí simplemente volver a jugar (...) Disfruto plenamente de ser capaz de hacer todo esto de nuevo, no sabía si podía volver a jugar al golf un día", señaló.
Unos meses después, tras coquetear con la victoria en otros torneos previos, Woods confirmó que está de vuelta al lugar que le corresponde. Que ha regresado al Olimpo del golf mundial.