El ahorro que los empresarios tenían antes del aislamiento obligatorio, se está acabando. Pero los alivios no están fluyendo y hoy, la amenaza es que muchas firmas estén condenadas a cerrar, como es el caso del turismo, el comercio y los servicios

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Una de cada tres empresas en el país, es decir 540.000, hoy no tienen liquidez para pagar la quincena de sus empleados. Los recursos que tenían de ahorro se acabaron y ante esta crítica situación, varias de ellas deberán suspender obligatoriamente los pagos de nómina, mientras que otras tendrán que endeudarse por fuera del sistema financiero para obtener recursos. Esto significa que a casi 7,8 millones de trabajadores no les llegará el pago oportuno como lo esperan.

Este panorama es crítico para todo tipo de empresas, sean micro, medianas o grandes. De acuerdo con un último muestreo a diciembre de 2019, en Colombia existen alrededor de 1.620.000 empresas, 6.793 grandes, 109.000 pymes y 1,5 millones de microempresas.

Los empresarios han señalado que a pesar de los anuncios del Gobierno para agilizar créditos para financiar las nóminas, estos no se están desembolsando por el freno que ponen los bancos cuando van a solicitar los créditos.

Y aunque dos de los sectores claves para la economía como lo son la construcción y las manufacturas, comenzaron a operar a partir del lunes, pasado a cuentagotas, para las empresas ya existen gastos causados que deben afrontar.

En una encuesta exprés, realizada por Fenalco en todo el país, los comerciantes revelaron una grave situación para sus finanzas.

Según la firma, para esta segunda quincena del mes de abril, “uno de cada tres comerciantes en todo el país no cuentan con los recursos necesarios para pagar la nómina a sus empleados”.

Incertidumbre

Señalan que una investigación realizada entre el 21 y 25 de abril mostró una profunda incertidumbre sobre el próximo pago de la nómina, en los establecimientos que permanecen cerrados de los sectores de vestuario, calzado, joyería, papelería, ferreterías, provisión agrícola, automotor, repuestos, misceláneas, restaurantes, licoreras y artículos eléctricos.

De acuerdo con la encuesta, el 32% de los consultados aún no sabe cómo va a pagar los sueldos de los empleados y los gastos fijos el próximo 30 de abril.

Asimismo, el 38% está tratando de obtener un préstamo ordinario para poder pagar; un 18% acudirá a recursos propios; solo un 6% tuvo acceso a las líneas de emergencia del Gobierno; un 5% hará un sobregiro y un 1% usará el fondo de imprevistos.

Fenalco advierte que los problemas más complejos están en las ciudades pequeñas e intermedias.

Ante esta situación, ayer, el gremio le pidió al Gobierno que “debe contemplar una nueva declaratoria de emergencia económica, con el fin de agilizar nuevos alivios directos al sector real de la economía para evitar una quiebra masiva de establecimientos tanto pequeños como medianos y consecuentemente, el empleo que estos generan.

Las quiebras

Pero lo más grave es que Fenalco asegura que actualmente el 38% de las empresas encuestadas en Colombia están pensando en cerrar o acogerse a la Ley de insolvencia, por culpa de la pandemia por coronavirus.

De otro lado, en cuanto al gremio de los pequeños y medianos empresarios, Acopi, dice que el 29% de las empresas agrupadas ha manifestado que ya no tienen recursos para pagar hoy la nómina, mientras el 17% señaló que apenas tenían ahorros para aguantar tres meses y pagar salarios, desde que empezó la cuarentena el 17 de marzo.  

En un reciente informe, Acopi señala que “la medida de confinamiento, afectará de manera más directa a 7,8 millones de trabajadores, los cuales podrían verse sin sus empleos al finalizar el aislamiento social y por tanto, sin la garantía de solventar las necesidades básicas de sus familias. Estos sectores, en un escenario de suspensión total, dejan de aportarle a la producción del país cada mes, unos $20 billones (2,18% del PIB), si existiera la posibilidad de que las empresas realizarán un gasto social en sus trabajadores, que equivaliese a un salario mínimo mensual legal vigente para cada uno, este gasto social indirecto sería igual a $6,8 billones mensuales (0,71% del PIB), equivalente también, al 32% de su producción mensual, lo que sin lugar a dudas es un esfuerzo financiero muy oneroso para las empresas”

El gremio manifestó que cerca del 20% de las empresas en Bogotá y Cundinamarca, se verán obligadas a cerrar. Estas cifras merecen especial atención, si se tiene en cuenta que la Capital concentra la mayoría de las pymes y microempresas, a su vez, éstas conforman cerca del 90% del aparato productivo colombiano, y generan más del 80% de los empleos en el país. El cierre del 20% de las Mipymes colombianas, significa la pérdida de más de medio millón de unidades productivas. 

Se acaba el tiempo

El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, explicó el riesgo existente por la quiebra masiva de empresas en el país dada la falta de liquidez. “Hemos afirmado que el gran problema, en este momento, es la liquidez, la de las personas, Estados y empresas; estas últimas son los vehículos que tenemos para generar empleo y por lo tanto, ingresos para millones de familias. Si se pudiera dedicar la caja a pagar nóminas y empleados tendríamos 42 días en algunas empresas, para lo cual es importante lograr aliviar los compromisos en otros frentes”.

Pero a esta angustia de los empresarios para cumplir con los salarios y otras obligaciones, se suma la incertidumbre porque no saben a qué atenerse para solucionar esta falta de liquidez. De un lado han solicitado subsidios, mientras el Gobierno ofrece créditos, pero nada de esto se concreta. Los mismos empresarios se han quejado de las dificultades para obtener un crédito por parte de los bancos.

Incluso, surgió la propuesta que el Gobierno le aceptara a las empresas las facturas que tienen pendientes de pagos, como una forma de obtener rápidamente recursos para pagar los salarios, servicios, parafiscales y algunas obligaciones con los bancos.

A última hora de ayer, el viceministro de Hacienda, Juan Pablo Zárate, durante una intervención en la Comisión Tercera del Senado, dijo que “habrá intervenciones fiscales más directas y usar parte de la caja para pagar nóminas de algunas empresas que han estado cerradas por cuenta de la pandemia”.

Hasta ahora, la estrategia del Gobierno se ha centrado en reducir costos a la nómina, permitir que las empresas paguen apenas el 3% de pensiones y en respaldar la obtención de créditos para salarios. 

Sin embargo, de acuerdo con el Viceministro, ya se está pensando en otras medidas para el pago de sueldos. 

“Con el tema de las ayudas a la nómina, nosotros estamos pensando intervenciones fiscales más directas y usar parte de la caja que nos queda para ese efecto”, dijo Zárate.

Indicó que la estructuración de un programa de esos tendría como base que todos los sectores de la cadena aporten: trabajadores, empresarios y Gobierno. Añadió que, entre más focalizado sea el programa, va a ser mejor pues hay sectores económicos que no pararon y otros que ya se han venido reactivando.