Ajustes a programa para la reposición vehicular | El Nuevo Siglo
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Jueves, 1 de Noviembre de 2018
Redacción Economía
Se trabaja en soluciones para todos los actores de la cadena transportadora

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Frente a diversas versiones e interpretaciones que han aparecido respecto de la ampliación del plazo del programa de renovación y reposición vehicular, el viceministro de Transporte, Juan Camilo Ostos, reiteró que el Ministerio de Transporte está trabajando en la estructuración de un programa que fomente la productividad y la competitividad en los diferentes sectores de la economía nacional.

Con respecto a su desarrollo, Ostos manifestó que mediante las mesas regionales de transporte y otros mecanismos ya se están recibiendo observaciones al mismo, ya que se busca construir un proceso que sea competitivo e incluyente donde se proteja el sector y se atienda la problemática social de los actores de esta cadena que son los pequeños y medianos transportadores.

“Nosotros tenemos un compromiso con la competitividad del país, y es claro que esta pasa por tener un programa de renovación que sea incluyente, que tenga altos estándares de transparencia y sobre todo que garantice la renovación vehicular”, indicó el Viceministro, quien agregó que antes de finalizar el año será presentado el nuevo programa de reposición vehicular, que se construye entre todos los actores del servicio de carga el cual también deberá tener en cuenta el reto ambiental y energético.

Para diciembre

“Esperamos tener el nuevo programa en diciembre de este año y hacer una presentación preliminar, para terminar de socializarlo con los transportadores, además poder empezar a avanzar con las autoridades de comercio exterior de Estados Unidos para que a través de un Conpes se pueda fijar el programa a partir de julio del próximo año”, enfatizó el viceministro Ostos.

Señaló que esta ampliación se logró tras una reunión conjunta en Washington, con la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, el representante de Comercio de Estados Unidos y en la que también participaron el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo y el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos.

En 10 años se han desintegrado 29.603 vehículos de carga, según cifras de la cartera de Transporte. Específicamente por cuenta del uno a uno, entre 2013 y 2018 han ingresado al país 7.703 vehículos en reemplazo de 9.368 que se desintegraron y que, de alguna forma, les cedieron su derecho de matrícula.

A junio de 2018, el total del parque automotor de carga era de 372.714 vehículos, de los cuales 61.536 tienen más de 20 años, 141.761 tienen entre cinco y 20 años y 37.203 cuentan con menos de cinco años.

Esta cifra cobra sentido si se tiene en cuenta que habría que renovar más de 60.000 vehículos antes de junio de 2019.

Con corte a agosto de 2018, los recursos que se apropiaron son de $146.875 millones y se ha ejecutado el 66,81% con $98.127 millones; pero desde 2008 el total de los recursos asignados al programa ha sido de aproximadamente $1,1 billón y al corte de agosto de 2018 el 57,95% se había ejecutado con $637.457 millones.

El negocio

Aún con fallas en el proceso, los transportadores se han sentido protegidos y les preocupa que sin el uno a uno no quede en ayudas para que salgan del parque automotor antiguo y, a su vez, ingresen desmesuradamente vehículos de última tecnología de la mano de grandes empresarios que los excluyan del negocio.

El Ministerio de Transporte estima que en los próximos 10 años podrían ingresar a la lista de vehículos por chatarrizar 24.773 automotores adicionales. Suponiendo que se optara por la alternativa de reconocimiento económico (pago de un incentivo por la disposición del camión), se necesitarían $3,7 billones para chatarrizar los 54.000 vehículos de servicio público obsoletos que tendría el país de aquí a 2028 y $2,7 billones si se hiciera por la vía de reposición y reconocimiento económico (el pago se destina exclusivamente como parte de pago para un nuevo camión).

La propuesta de Fedetranscarga es que se les imponga a los vehículos un tope de vida útil de veinte a 25 años pero que, a su vez, se ayude con reducción de aranceles para que los empresarios decidan importar.