Cada reforma tributaria propuesta en los últimos años tiene como objetivo atacar este problema pero no se ven los resultados
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Uno de los objetivos de cada gobierno y de cada reforma tributaria que se propone, es atacar el problema de la evasión de impuestos, un virus que hasta el momento no se ha dejado acabar y que cada vez impacta más en los recursos del país. Según los últimos cálculos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), la evasión llegó en 2017 al 23,6% cuando en el año gravable de 2016 fue de 22,5%.
El exdirector de la DIAN, Juan Ricardo Ortega, señaló a varios medios de comunicación que “el mayor desfalco que vive Colombia año a año es la evasión de impuestos. Supera los $50 billones sólo con impuestos nacionales, pero con territoriales llega a $70 billones”.
Sin embargo, la cifra puede ser astronómica si se tiene en cuenta que muchas empresas multinacionales sacan sus ingresos hacia otros países, como lo indicó Ortega. Las grandes mineras y petroleras registran sus ingresos en Colombia con un mecanismo que se llama “costo más”, “argumentan que los riesgos y toda la actividad está en la matriz, y si ésta la ponen en Singapur o en Islas Caimán, allá dejan toda la utilidad”. Ortega recuerda que hay una deuda muy grande de los sectores mineros y de hidrocarburos “que han abusado brutalmente de los beneficios que han tenido en el país sin tributar”.
Respecto a lo que está haciendo el Gobierno para atacar la evasión, es poco lo que se puede decir, además del esfuerzo de la DIAN de endurecer medidas.
Por ejemplo, en el primer semestre de este año el recaudo de impuestos llegó a $74,4 billones, con una ligera variación frente al mismo período del año anterior pero superando la mitad de la meta de recaudo que tiene la DIAN para este año. Pero la entidad, mediante jornadas de cobro de cartera y el plan contra el contrabando y la evasión de impuestos captó ingresos por $4,4 billones durante el mismo período.
Otra tributaria
Precisamente los analistas del mercado sostienen que para que se logre implementar la reforma tributaria que contempla el presidente electo Iván Duque, se debe sin duda atacar la evasión de impuestos. Esta reforma que ya fue perfilada por el ministro entrante de Hacienda, Alberto Carrasquilla, está sostenida “en la rebaja de impuestos para que la tasa impositiva del sector privado quede entre 27% o 28%, a niveles del resto de países de la Organización de Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta fue una de las promesas de campaña de Duque y es algo que no ven con tan buenos ojos algunas calificadoras como Fitch Ratings, ya que si se reduce de un lado implica tener que sacar de otro”, indican los analistas.
Igualmente, Duque ha hablado en numerosas ocasiones de establecer tarifas más competitivas, reducir el número de excepciones existentes, generar mayor certidumbre para activar las inversiones que expanden la base tributaria o impulsar la factura electrónica.
Por otro lado, la OCDE, ha dado ya mensajes de alerta a Colombia sobre esta situación, al sostener que la credibilidad del Gobierno nacional ha caído en los últimos años debido a que más personas consideran que la corrupción ha crecido en el país: de 73% en 2006 a 86% en 2016, lo que impacta el recaudo de impuestos.
De acuerdo con cifras de la OCDE, el índice de moral tributaria o disposición para evadir impuestos aumentó de 7,31% en 2005 a 7,89% en 2015.
Para el organismo, si bien Colombia hizo cuatro reformas tributarias entre 2010 y 2016, su alcance fue limitado. "Sujeto al apoyo político y a los grupos de presión informales, el Gobierno limitó el alcance de las propuestas de reforma fiscal antes de presentarlas al Congreso". Por ello, el organismo estima que, aunque los cambios en la carga impositiva darán entre 0,7% y 0,5% del PIB en 2017 y 2018, "no bastará para satisfacer las necesidades fiscales y garantizar el ajuste fiscal a largo plazo".
Otra visión
El economista Marcelo Carvalho, de BNP Paribas para Latinoamérica, dice que “a pesar de las recientes reformas impositivas, las tasas de impuestos corporativos de Colombia siguen siendo altas en comparación con otras naciones de la OCDE. Las reformas aprobadas a finales de 2016 aumentaron el IVA en 3 puntos porcentuales, al tiempo que redujeron gradualmente los impuestos básicos a las empresas, alcanzando el 33% en 2019 (del 40% en 2016). La evasión fiscal sigue siendo generalizada y representa alrededor del 20% del posible impuesto al valor agregado y el 34% de los ingresos por recaudación de impuestos, o alrededor de 4 puntos porcentuales del PIB, según la OCDE y la CEPAL”.
Señala que el plan de Duque para reducir las tasas impositivas implica un impacto fiscal considerable que se equilibrará con menos evasión impositiva, incentivos a la formalización y un mayor crecimiento económico. Pero debe recortar los gastos "innecesarios", formando un equipo asociado con el conservadurismo fiscal.
El senador David Barguil, dijo que “si en el pasado nos hubiéramos puesto serios para combatir la evasión y elusión, y con una reforma estructural más no coyuntural, hoy no se necesitaría esta reforma tributaria. Por esta razón estamos de acuerdo con que hay que avanzar en la penalización de los que evaden sus responsabilidades con el fisco”.
En un reporte, el Banco Itaú indicó que “la próxima administración enfrentará un compromiso entre cumplir con la hoja de ruta establecida por las actuales autoridades fiscales y mantener las promesas clave de la campaña exigiendo reducciones de impuestos.
Una medida transitoria para hacer frente a la necesidad de consolidación fiscal y menores impuestos podría ser ajustar la regla fiscal, relajando los objetivos de déficit fiscal a corto plazo (una estrategia considerada durante la campaña).
No se debe olvidar que al cierre de 2017, la firma S&P rebajó la calificación crediticia de Colombia a "BBB-" con una perspectiva estable a pesar de la reforma tributaria anterior. Las principales razones fueron la inflexibilidad del gasto y un mayor nivel de deuda. Fitch afirmó recientemente su calificación crediticia en "BBB" con una perspectiva estable debido a una mejora favorable en los términos de intercambio. Mientras tanto, Moodys (Baa2, perspectiva negativa) cree que incluso con su crecimiento esperado de este año y el próximo, sería insuficiente revertir el camino de la deuda del Gobierno central en los próximos años.
Otra carta fiscal
El Gobierno presentará este viernes al Congreso el Presupuesto General de la Nación para el 2019, que fue concertado con el equipo económico del presidente electo, Iván Duque.
El monto del presupuesto para el próximo año podría estar por el orden de los $240 billones. Hay que señalar que el presupuesto vigente es del orden de $235,5 billones.
Los sectores que tendrían prioridad en 2019 serían educación, defensa, trabajo y agricultura, entre otros.
Entre las cifras que se tienen en cuenta a la hora de estructurar el presupuesto de 2019 se encuentran la inflación de 2018 y de 3,0% para 2019.
Asimismo, se estima una tasa de cambio promedio de $2.874 por dólar para 2018 y de $3.001 por dólar para 2019.
El precio promedio del petróleo Brent se calcula en 67 dólares por barril en 2018 y en 65 dólares por barril en 2019. La producción nacional de petróleo se pronostica en 844 mil barriles diarios en 2018 y en 872 mil barriles diarios en 2019 de acuerdo con el Ministerio de Hacienda.