BCE no dejará que inflación afecte crecimiento | El Nuevo Siglo
LA PRESIDENTA del BCE, Christine Lagarde, sostuvo que tiene todavía alternativas para mejorar el crecimiento económico de Europa.
AFP
Martes, 20 de Septiembre de 2022
EL Nuevo Siglo con AFP

El Banco Central Europeo (BCE) hará todo lo posible para evitar que los efectos de la subida de precios se "enquisten" a largo plazo, dijo su presidenta, Christine Lagarde.

"La política monetaria no puede evitar los efectos iniciales de muchos de estos choques. Pero puede garantizar que no se enquisten. Eso es lo que está haciendo el BCE", dijo Lagarde en un discurso en Fráncfort.

"No dejaremos que esta fase de alta inflación influya en el comportamiento económico y cree un problema de inflación duradero", añadió la presidenta de la institución monetaria, reconociendo que las subidas de precios en la zona del euro "han resultado ser mucho más elevadas y persistentes de lo inicialmente previsto".

Lagarde cree que el doble choque para la economía que suponen la pandemia de covid-19 y la invasión rusa de Ucrania "ha provocado cambios en nuestro entorno económico" que tendrán consecuencias persistentes en la estructura de la oferta y la demanda.

Suministros

"El corte del suministro de gas debido a la invasión rusa se ha convertido en un importante cambio estructural que tendrá ramificaciones durante varios años", recordó, augurando que los precios de los combustibles fósiles "probablemente serán más altos durante algún tiempo". La inflación alcanzó un récord del 9,1% en la eurozona en agosto.

En septiembre, el BCE dio un paso histórico al subir sus principales tasas de interés en 75 puntos básicos, la primera vez que esto ocurre desde que entró en vigor el euro.

Ya la semana pasada el BCE aceleró el endurecimiento de su política monetaria con un alza de sus tasas de una amplitud inédita, para tratar de refrenar la inflación.

El Consejo de Gobernadores de la institución monetaria aumentó sus tasas de referencia en 0,75 puntos porcentuales (pp), el mayor incremento en la historia del BCE, fuera de un ajuste técnico de 1999.

La tasa de depósitos bancarios del BCE, que sirve de referencia en un contexto de liquidez abundante, pasó de -0,5% a 0% en julio, y ahora pasa a 0,75%.

Durante ocho años, las tasas de depósito se mantuvieron en terreno negativo, una situación excepcional, que buscaba incitar a los bancos de la zona euro a colocar su liquidez en proyectos productivos en lugar de retenerla en las arcas del BCE.


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Préstamos

Las otras dos tasas directrices, la que se aplica a los bancos para las operaciones de refinanciación a varias semanas y la que busca la facilidad de préstamo marginal a un día, pasan respectivamente a 1,25% y a 1,50%.

Los aumentos de las tasas buscaban desacelerar la inversión y el consumo, para rebajar la presión sobre los precios.

Aun así, Christine Lagarde advirtió que las tasas aprobadas están todavía “lejos” de un nivel capaz de “ayudar a llevar la inflación al 2%”, objetivo de la institución.

Ya en julio, el BCE sorprendió con un aumento de 0,5 pp de su tasa, el doble de lo que preveían los analistas.

Ese aumento, el primero en diez años, puso fin a una era de gran facilidad de crédito para estimular la economía de la zona euro, formada por 19 de los 27 países de la Unión Europea.

La perspectiva inicial era hacer lo mismo en septiembre, a menos que la presión inflacionaria aflojase.

La recesión

De otro lado, los precios en el bloque monetario registraron en agosto un aumento de 9,1% interanual, un récord desde la creación del euro y un resultado muy por encima del 2% preconizado por el BCE.

El BCE revisó de hecho al alza su previsión de inflación en la eurozona, a 8,1% este año, frente al 6,8% que proyectaba en junio, y afirmó que el fenómeno seguirá siendo “muy fuerte” durante “un largo periodo”. Para 2023 y 2024, la institución prevé que la inflación sea del 5,5% y del 2,3% respectivamente.

“Hemos cometido errores de previsión [...] porque es virtualmente imposible anticipar e incluir los nuevos modelos como el covid, la guerra en Ucrania, el chantaje de la energía”, admitió Lagarde, afirmando que asumía “la responsabilidad”.

El alza de las tasas suele ir de par con una reducción de las expectativas de crecimiento económico.

El BCE subió su proyección de aumento del PIB este año en la zona euro, a 3,1%, frente a 2,8% en junio; pero rebajó sustancialmente la de 2023, de 2,1% a 0,9%.

Y esta última proyección puede aun empeorar, con un riesgo de “recesión” si se produce un “corte total” del suministro del gas ruso, señaló Lagarde.