¿Caerá el consumo con la reforma tributaria? | El Nuevo Siglo
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Viernes, 2 de Noviembre de 2018
Redacción Economía
El grueso del recaudo adicional del gobierno provendrá de la ampliación de la base tributaria y con los que se esperan recursos por $11 billones

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Uno de los primeros efectos que podría arrojar la reforma tributaria (ley de financiamiento) si pasa tal como la presentó el Gobierno, es su incidencia en el consumo de los hogares al quedar gravados la mayor parte de los productos de la canasta familiar, pero también otros bienes y servicios.

Y una de las dudas es qué tanto se perjudicaría la demanda de productos. El Gobierno anticipándose a cualquier pronóstico ha dicho que ese impacto no será fundamental en el consumo toda vez que a los más pobres se les devolverá el incremento del IVA y los más pudientes seguirán comprando.

El presidente Iván Duque, defendió la ley de financiamiento al sostener que “aprovechemos esta oportunidad y hagamos reformas estructurales al sistema tributario, queremos un país de micro, pequeños y grandes empresarios que formalicen empleo y para formalizar queremos bajarle las cargas que golpean fuertemente las tasas efectivas de tributación".

El Mandatario señaló que para tener un desarrollo empresarial es necesario cambiar el actual sistema tributario.

Según el Ministerio de Hacienda, a pesar de esa reforma, el 50% de los bienes y servicios que hoy están exentos del IVA lo seguirán estando, entre ellos la educación, salud, transporte, servicios públicos, implementos de salud y bienestar, arriendos y servicios domésticos, entre otros.

Efectos

La firma Kantar Worldpanel, experta global en el comportamiento del consumidor, pone el dedo en la llaga y señala que el consumo de los hogares colombianos ya viene afectado desde hace rato.

Indica que a partir del incremento del IVA del 19% en 2017 impactó la canasta de consumo masivo y los más afectados fueron las familias pequeñas conformadas por uno y dos personas, de niveles socioeconómicos medios (estratos tres y cuatro).

En general el 44% de la canasta de consumo masivo que se analiza sufrió el aumento del tributo, ya que el precio promedio creció 9%.

“Observamos el año pasado que la canasta con productos que tuvieron incremento del IVA al 19% se contrajo en -2% en volumen, lo cual refleja la manera como los hogares tuvieron que reducir el consumo de diversas categorías para procurar administrar su capacidad de gasto. Con el aumento en los precios, los hogares tuvieron que hacer elecciones y buscar alternativas para su abastecimiento”, dijo Andrés Simon, country manager de Kantar Worldpanel.

¿Qué pasará?

Señala que un nuevo incremento del IVA, en especial ahora considerando categorías de consumo básico, impactará directamente la capacidad de demanda de los hogares ya que forzaría nuevamente a priorizar sus compras. “Estas categorías de productos que incrementarían en precio, son categorías compradas por la mayoría de hogares en Colombia, y como tal muy seguramente un segundo efecto que veríamos es el forzar a los hogares a renunciar a compras en otro tipo de categorías para poder administrar su gasto en aquellas que suben de precio”, sostiene Simon.

Por su parte un análisis de los investigadores económicos de Bancolombia señala que “en el corto plazo la propuesta de reforma generaría un efecto de desaceleración en el crecimiento del PIB. Esto ocurriría porque el impacto negativo en el consumo privado no alcanzaría a ser contrarrestado por completo por una desaceleración de la inversión. Asimismo, el ajuste a la estructura tarifaria del IVA generaría un impacto de una sola vez en la inflación, llevándola a alejarse del rango meta del Emisor el próximo año”.

Indican que esta moderación ocurriría en mayor medida en el primer trimestre en el que empiece a operar la nueva estructura del IVA. En los trimestres siguientes se atenuaría, pero seguiría siendo negativo.

El peso

Según su análisis, explican los expertos, que “la caída en el consumo de los hogares, que representa el grueso del PIB desde la demanda, pesaría más que una eventual expansión en la inversión por efecto sustitución. Si bien una caída en el costo relativo de la inversión frente al consumo podría favorecer un crecimiento de esta última, tal aceleración no sería suficiente para compensar en el corto plazo el efecto sobre el consumo. Al respecto vale la pena tener en cuenta que el consumo representa aproximadamente el 68% del PIB, mientras que la participación de la inversión es de apenas 21%”.

Por su parte, señalan que “el crecimiento en el recaudo de impuesto de renta a personas naturales no tendría un efecto importante sobre el crecimiento de 2019. En el acumulado del año, este impuesto solo implicaría una desaceleración de 0,005% frente a nuestra línea base. Consideramos que este impacto leve se debe a que el cambio afectaría a los hogares de la parte más alta de la distribución del ingreso, cuya restricción presupuestal más holgada facilitará su adaptación a la nueva carga tributaria”.

La ley de financiamiento ampliaría el alcance que tienen los impuestos indirectos sobre los precios. Como se detalla más adelante, el grueso del recaudo adicional del gobierno provendrá de la ampliación de la base tributaria del IVA. Dicho ajuste contempla una caída en la tarifa general de este impuesto al 18% para 2019, que hoy en día es del 19% para más de la mitad de la canasta familiar. No obstante, lo más relevante es que la propuesta busca ampliar la base de bienes gravados entre aquellos que componen la canasta familiar básica, en los que se destacan principalmente los alimentos.

De esta manera, hay dos efectos encontrados que alterarían el curso normal de la inflación. Por un lado, habría una presión bajista en el ajuste de los bienes y servicios cuya tarifa disminuye en 1 punto el próximo año. Por el otro lado, habría un alza importante en los precios de los bienes exentos y excluidos, así como de aquellos que están gravados al 5%, y cuya tarifa ascendería al 18%.

“A nuestro juicio, la balanza se inclinaría hacia el lado alcista en materia inflacionaria. Al respecto, basta con notar que la proporción de bienes gravados pasaría del 60% al 85%, y que el alza en la tarifa empezaría a aplicar a rubros significativos dentro del gasto de los hogares. Esta presión ocurriría pese a que gastos como los servicios públicos, los servicios de salud, la educación y los arriendos se mantendrían al margen del impuesto”, sostienen los economistas.

Sin embargo, el incremento en la tarifa general no luce acorde con los objetivos de recaudo. Frente a una tarifa del IVA sobre la canasta familiar que hoy es cercana al 6,8% (en promedio), si se aprueba el proyecto de ley sin ninguna modificación en este aspecto, dicha tasa se incrementaría en 3,6 pps hasta 10,38%. Este es un ajuste importante, que trae consigo implícito un nivel de recaudo muy por encima de lo estimado por el gobierno por esta vía ($11,3 billones).