La ministra de Trabajo, Gloría Inés Ramírez, convocó sesiones extraordinarias para tratar de alcanzar un acuerdo sobre el incremento del salario mínimo antes de que se defina por decreto. Esta decisión surge tras las dificultades encontradas en las negociaciones con los empresarios y las centrales obreras, donde aún persisten diferencias significativas en las propuestas de aumento.
En una reciente sesión especial, Ramírez destacó que, aunque hay disposición para llegar a un consenso, las cifras presentadas no permiten afirmar que exista un acuerdo inminente. La inflación se ha fijado en un 5.2%, y la productividad laboral se ha discutido sin llegar a un consenso claro.
Las cifras de productividad por hora trabajada y por persona empleada también han sido motivo de debate, con promedios que no reflejan un acercamiento real entre las partes.
La ministra enfatizó la importancia de utilizar la metodología del DANE, la única entidad autorizada para proporcionar estadísticas oficiales, para fundamentar las discusiones sobre el incremento salarial. A pesar de la falta de acuerdo hasta el momento, Ramírez se mostró optimista sobre la posibilidad de lograr un entendimiento antes del 30 de diciembre, fecha límite para la emisión del decreto presidencial que fijará el nuevo salario mínimo.
Las propuestas presentadas hasta ahora son diversas. Las centrales obreras han solicitado un aumento del 12%, lo que implicaría un incremento significativo en el salario mínimo, mientras que la Asociación Colombiana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ACOPI) ha propuesto un aumento más modesto del 5.2%.
La ministra de Trabajo subrayó que es esencial continuar con las sesiones extraordinarias para explorar todas las posibilidades y buscar una cifra estructurada que satisfaga a todas las partes. La líder de la cartera también mencionó que se han realizado múltiples reuniones bilaterales y multilaterales con el objetivo de construir un consenso, aunque los resultados hasta ahora han sido limitados..
A medida que se acercan las fechas límites, la presión aumenta sobre los actores involucrados para encontrar una solución viable. La ministra ha reiterado su compromiso de seguir trabajando en conjunto con los empresarios y los sindicatos para cerrar las brechas existentes y evitar que el incremento salarial sea decidido unilateralmente por decreto. "Estamos construyendo", afirmó Ramírez.