Comienza un segundo semestre retador para la economía colombiana | El Nuevo Siglo
Uno de los mayores inconvenientes hacia el final del año es el alto desempleo./ArchivoENS
Domingo, 30 de Junio de 2024
Redacción Economía

Con las firmas calificadoras respirando en la nuca, pero sobre todo con la incertidumbre de un manejo errático desde el Gobierno, la economía colombiana inició un segundo semestre con más retos frente a otros periodos.

De acuerdo con un informe de Anif, sobre las perspectivas para este segundo semestre, por ejemplo respecto a cómo estará el desempleo, señala que el promedio de estos 4 meses es de 11,6%, 0,2% superior frente al mismo periodo del año pasado.

“Proyectamos una tasa promedio de 10,9% para 2024 y de 10,6% para 2025. Estas proyecciones son consistentes con una de 10,0% al cierre de 2024 y de 9,8% al cierre de 2025. Aunque en abril disminuyó, el estancamiento de las ramas más productivas y con mayor capacidad empleadora, al igual que la gran salida de personas de la fuerza laboral parecen indicar un mayor deterioro del mercado laboral en el futuro cercano”, asegura el informe.

 

Intereses

En el futuro cercano, el panorama monetario y crediticio en Colombia estará marcado por la continuación del ciclo de reducción de tasa de interés por parte del Banco de la República, tras un periodo prolongado de política monetaria contractiva. Esto tiene el potencial de fomentar la demanda de crédito y revitalizar así el dinamismo económico en la medida en que se facilita el acceso al financiamiento, tanto para los consumidores como para las empresas, con las menores tasas de interés.

En el corto-mediano plazo el Banco de la República enfrenta el desafío de manejar cuidadosamente las reducciones en las tasas de interés, que las dejó en 11,25%, pero que la mayor parte de analistas señalan que podría bajar a 8,5% para el final de año.

Inflación

Pese a esto, la inflación se encuentra por encima del techo del rango estipulado por el Banco de la República (2%-4%). Desde ANIF estimamos una inflación de 5,6% para el cierre de 2024, con lo cual se mantendría significativamente por encima de dicho rango. Ahora bien, se espera que la senda decreciente se extienda hacia 2025, alcanzando una variación anual de 3,9% a cierre de ese año, lo que la ubicaría finalmente dentro del rango objetivo del Banco de la República. No obstante, persisten varios riesgos en el horizonte que hay que monitorear para evitar un ritmo más lento de disminución de la inflación. Un factor relevante es el comportamiento de los servicios públicos y los arriendos, los cuales han ejercido una presión importante sobre los consumidores en los últimos meses

Panorama fiscal

En el marco fiscal de mediano plazo 2024, el Ministerio de Hacienda clarificó su intención de flexibilizar la Regla Fiscal, explicando que busca anticipar el fin del período de transición que quedó consagrado en la Ley 2155 de 2021. Dicha Ley modificó la Regla Fiscal, haciéndola más exigente cuando el nivel de deuda neta del Gobierno Nacional Central supera el nivel “ancla” de 55% del PIB. Dicha modificación no ha estado operativa aún, pues empieza a regir a partir de 2026. Dado que el nivel de deuda previsto para el cierre de este año es de 55,3% del PIB, consistente con lo previsto en la Regla Fiscal (ubicándose en el nivel “ancla”), el Gobierno espera pasar un proyecto de Ley por el Congreso que le permita anticipar en 2025 la entrada en vigencia del régimen definitivo de la Regla Fiscal.

Dados los resultados recientes en términos de actividad económica, que han mostrado un comportamiento positivo, en ANIF se revisó al alza la proyección de crecimiento del PIB para 2024. Se estima una variación de 1,7% anual, 0,6pp superior al pronóstico anterior y 1,1pp superior al crecimiento observado en 2023. Este crecimiento estaría asociado al buen desempeño de las actividades de esparcimiento (6,7%), el sector agropecuario (4,3%) y los servicios públicos (4,1%).

Tasa de cambio

En cuanto a la tasa de cambio, en lo corrido del año la volatilidad ha estado asociada principalmente a factores globales (expectativas sobre tasas de la FED). Así, el equipo de BBVA Research espera una devaluación del peso en la segunda parte del año, para estabilizarse por debajo de los $4.200 en 2025.