La tasa de desempleo en la región aumentó más de dos puntos en un año, por lo que el organismo ya calificó la crisis como preocupante.
El desempleo es preocupante en América Latina, donde millones de trabajadores laboran de manera informal sin cotizar a la seguridad social, lo que compromete el cobro de una futura pensión, advirtió este martes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"Existe un incremento de la incertidumbre en lo que respecta a los mercados de trabajo" en Latinoamérica, afirmó este martes Guy Ryder, director general de la OIT, al abrir en Panamá la Reunión Regional Americana de la organización.
Según Ryder después de 2014 la región entró en un ciclo de desaceleración económica en la que el desempleo promedio pasó de 6,1% a 8,1% en 2017.
En el primer semestre de 2018 la tasa de desocupación ascendió a 8,8%, según la OIT.
"Es poco probable que se invierta la tendencia negativa de los últimos años. Estamos ante una situación de desempleo que calificaría de preocupante", indicó Ryder en el encuentro, que se extiende hasta el viernes.
Además, según Ryder, más de la mitad de los trabajadores (53%) en América Latina laboran de manera informal.
Este problema "nos obliga a insistir en buscar soluciones creativas con políticas específicas para abordar este reto de la informalidad", añadió.
El jerarca de la OIT también destacó en una conferencia con periodistas que se han producido algunas avances en cuanto a la igualdad de las mujeres en el mercado laboral.
No tan esperanzadora es la situación de los jóvenes, con 18% de desempleo juvenil en América Latina.
De acuerdo con la OIT, 40% de los desocupados de la región son jóvenes.
Sin protección social
Un desafío en la región es la protección social de los trabajadores, la mayoría de los cuales no cotizan a la seguridad social, lo que compromete su acceso a una pensión jubilatoria.
"Hay que reconocer que en América Latina más de la mitad de los trabajadores, el 55%, no cotizan a ningún sistema de seguridad social. Esa es la realidad", advirtió Ryder.
La OIT reconoce que en la actualidad las reformas de pensiones no han producido el efecto esperado de garantizar el acceso universal a una pensión por jubilación.
Algunos países que han optado por sistemas privados están regresando a modelos solidarios y públicos de pensiones, según Ryder.
Hay que asegurar una "cobertura a nivel suficiente para asegurar un nivel de vida decente. También tenemos que ampliar la cobertura del sistema de protección social y eso tiene mucho que ver con el reto de la informalidad", dijo Ryder.
Para solucionar estos problemas la OIT hizo un llamado a los gobiernos de la región a la negociación colectiva entre las organizaciones sindicales y empresariales.
"Hay un déficit de diálogo social en las Américas. Cada país tiene sus particularidades, pero sigue siendo un tema pendiente la consolidación permanente de procesos de diálogo social", sostuvo Ryder.