ENTRE ENERO y septiembre de 2024, se han creado 164.935 nuevas empresas en Colombia, según datos de Informa Colombia empresa del grupo Cesce. Aunque esta cifra es significativa, representa una preocupante tendencia: la menor creación de empresas registrada en los últimos cuatro años.
Este descenso del 21% respecto al mismo periodo en 2023 pone en evidencia los retos que enfrentan los emprendedores y empresarios en un entorno económico desafiante.
Los cierres empresariales han aumentado significativamente, con un incremento del 36% en comparación con el año anterior. En total, 183.436 empresas cesaron operaciones, entre enero y septiembre del 2024 siendo los departamentos de Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca y Cundinamarca los más afectados. Además, sectores como los servicios administrativos, alojamiento, servicios de comida y explotación de minas y canteras evidencian vulnerabilidades específicas, reflejadas en el aumento de cierres.
Además de la caída en la creación de empresas, se registró un aumento del 29% en los cierres, con lo que alcanzó un total de 169.070. Los sectores más afectados incluyen los servicios administrativos, la salud y las actividades económicas dentro de los hogares. La explotación de minas y canteras, así como el suministro de electricidad y gas, experimentaron caídas notables del 44% y 47%, respectivamente, debido a cambios regulatorios y la transición hacia energías más limpias.
“El acceso al crédito es otro factor crucial en estos momentos. A pesar de que el Banco de la República redujo su tasa de interés al 9,75% en noviembre de 2024, las restricciones crediticias y la incertidumbre económica han limitado la capacidad de las empresas para financiarse, adaptarse al mercado y mantener una mayor flexibilidad en su liquidez”, explica Juan Carlos Rondón Avendaño, CEO de Cesce Colombia.
En contraste, los procesos concursales relacionados con la Ley 1116 de 2006 disminuyeron un 24% respecto al tercer trimestre de 2023, alcanzando el nivel más bajo en los últimos cuatro años. Esta caída podría reflejar una mayor resiliencia empresarial o una adaptación rápida a las condiciones adversas, favorecida por factores como la desaceleración de la inflación y la reducción de las tasas de interés.
Aunque la disminución en los procesos concursales y la desaceleración inflacionaria son señales positivas, el aumento de cierres empresariales y la menor creación de nuevas empresas subrayan la necesidad de acciones inmediatas. Se recomienda fortalecer las políticas públicas para facilitar el acceso al crédito y crear un entorno más atractivo para la inversión.