LA META del gobierno de incrementar el precio de la gasolina a $ 16.000 no está lejana. Esto se desprende del último incremento que ayer anunció la ministra de Minas, Irene Vélez, y en el que el valor del combustible sube este mes $ 600 con lo que en solo un mes se ha incrementado $ 1.200.
La ministra Vélez dijo que “el incremento de la gasolina este mes es $ 600, el mismo valor de incremento que hubo el mes anterior”. Asimismo, y pese a que se especuló en que a partir de junio subirían los precios del diésel, la funcionaria dijo que no tendrá un aumento.
La jefa de la cartera, justificó el aumento de la gasolina “por el enorme hueco en el fondo de estabilización de precios de la gasolina". Según ella, con el incremento pretenden que el hueco fiscal no se siga ampliando.
El precio promedio del galón de gasolina que regía en mayo era de $ 11.767. Ahora con el alza de $ 600 quedará en promedio en $ 12.367 por galón.
Seguirán las alzas
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, al asumir su cargo manifestó que el precio del galón seguiría subiendo a lo largo de estos meses.
“El presidente Duque no lo subió, nos dejó un hueco de $ 30 billones. Ese es el hueco que se está curando. El precio de la gasolina corriente debe llegar al orden de los $ 15.000 o $ 16.000”.
El ministro también abrió la posibilidad de que se revise la fórmula que se usa actualmente para calcular el precio de los combustibles, ya que no toda la gasolina que se vende en el país es importada.
“Esa fórmula hay que volver a ponerla en el centro de la discusión porque no toda la gasolina que se vende en el país es importada. Entonces, estamos viendo cómo la gasolina refinada en Colombia, que tiene precios menores, se está vendiendo a precio internacional", mencionó Bonilla.
La fórmula para fijar el precio de la gasolina sale del precio internacional, sumado al comportamiento del dólar. El subsidio que se entrega a través del llamado Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC) es la diferencia que se da entre ese precio internacional y el precio con el que se vende internamente en el país.
En la primera semana de mayo, al hacer un balance sobre las finanzas, el ministro de Hacienda recalcó que “el Gobierno Nacional se encuentra en un proceso de ajuste de precios de los combustibles líquidos en el país con el propósito de reducir el efecto negativo en las finanzas públicas del FEPC, el cual alcanzó un déficit de $ 37 billones en 2022”.
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¿Inequidad?
Señaló: “en general, el gasto público que se asigna al pago de menores precios de los combustibles fósiles en el mercado doméstico se distribuye en mayor medida a los hogares con mayores ingresos del país y, por tanto, es inequitativo. No hay duda que la reducción del subsidio generalizado y regresivo contribuye a organizar mejor el gasto social que es prioridad en el Plan de Desarrollo 2022-2026 recientemente aprobado”, Bonilla.
Además, afirma que “adicionalmente los subsidios a los combustibles desincentivan la transición energética y la diversificación de la economía. En el marco de este proceso el gobierno nacional en cabeza del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Ministerio de Minas y Energía y el grupo Ecopetrol realizarán mesas técnicas conjuntas para evaluar diferentes alternativas. Con esto se busca contribuir de manera fiscalmente responsable a la gradualidad del proceso de la mano de una estrategia transparente en el manejo de precios de los subsidios de los combustibles y el costo de oportunidad de proveer el mercado nacional”.
Asegura la cartera financiera que “adicionalmente la revisión en el ajuste programado de los precios busca identificar con mejor detalle a qué grupos de consumidores se puede focalizar algún tipo de subsidio específico. Así entonces las propuestas que emerjan de la mesa estarán enfocadas en atenuar los efectos en la población de los percentiles de menores ingresos”.