SI EL Gobierno no hace más recortes al presupuesto general de este año, prácticamente se quedará sin margen para cumplir con la regla fiscal este año.
Así lo contempla un análisis del Bancolombia conocido por EL NUEVO SIGLO, al señalar que “la regla fiscal limitaría el déficit total este año a 5,6% del PIB, ($95 billones). El cierre fiscal del primer semestre dejó un desbalance total de 3,3% del PIB, el más alto desde el 2004. El desbalance total del GNC alcanzó los $55,7 billones, un 58,7% del déficit total”.
El abultado déficit exhibido en la primera mitad del año ha sido resultado, en parte, del rápido crecimiento del gasto público. Durante los primeros dos trimestres, el gasto observado creció 13% anual real (es decir, luego de descontar inflación).
Sostienen el informe que esto llevó al gasto total del GNC a totalizar $207 billones en la primera mitad del año, lo que es un 54% del gasto total programado para el 2024 en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) de junio ($384 billones).
Funcionamiento
Según los investigadores, “salta a la vista, además, que el avance ha sido heterogéneo y más enfocado en los rubros de funcionamiento. Un análisis sectorial revela que el empleo público es uno de los que exhiben las cifras de ejecución más elevadas. El recaudo tributario, por el contrario, ha mostrado una dinámica claramente débil, que hace cada vez más difícil cumplir con la meta de ingresos tributarios trazada por Hacienda, incluso la revisada a la baja en el MFMP (ajustada respecto a lo propuesto en el Plan Financiero o a las cifras que acompañaron a la aprobación del Presupuesto de la Nación 2024).
En lo corrido del año hasta agosto, los ingresos tributarios muestran una caída promedio de 14,4% anual real. Esto ha estado explicado por una caída de 9,0% del impuesto de renta, de 3,6% del IVA interno y de 21,2% del IVA externo.
Ante esto, para cumplir con el mandato de la regla fiscal será necesario ponerle freno a la dinámica del gasto en lo que resta de 2024. Para cumplir con la meta de desbalance fiscal de 5,6% del PIB, el gasto de la segunda mitad del año tendría que ser aproximadamente 13,5% anual real menos que en el mismo periodo de 2023. Algo como esto no ha sucedido desde 2009.
Más de lo mismo
El análisis, por otra parte, indica que las cuentas de Hacienda para el 2025 en el proyecto de Ley del Presupuesto General de la Nación revelaron, nuevamente, un sesgo optimista en la expectativa de ingresos, que van de la mano con una aspiración generosa de gasto. “Nuestra lectura es que esta situación tendrá un desenlace similar a lo que venimos viendo en 2024: el Gobierno tendrá que recortar o subejecutar gastos con el fin de honrar la meta de la regla fiscal”, indican los expertos.
Luego de la no aprobación del proyecto de ley en el Congreso, el Gobierno pasaría por decreto el presupuesto por $523 billones, lo que implica un crecimiento nominal de 8,3% frente a los $483 billones de 2024 (donde se resta el congelamiento de $20 billones).
Ese decreto es susceptible de enfrentar dificultades jurídicas, por cuenta de la desfinanciación por $12 billones que motivó el trámite de la Ley de Financiamiento. Así pues, sería posible una decisión de los entes jurídicos que lleve a un presupuesto por $511 billones.
Los investigadores, manifiestan que “incluso el monto de $511 billones para presupuesto de 2025 es susceptible del riesgo de requerir un recorte o algún margen de subejecución. Los ingresos para el próximo año no solo consideran los $12 billones de la Ley de Financiamiento, sino que además asumen un monto notablemente optimista por gestión y eficiencia de la DIAN. Para el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) lo razonable serían ingresos por $6 billones en este rubro, muy por debajo de los $29 billones esperados por Hacienda”.