La Asamblea Nacional Cafetera que convocó el Gobierno para hablar sobre los retos que enfrenta el sector, comenzó en Bogotá en medio de las críticas ante la posible reestructuración por parte del Gobierno, que implica tomar el manejo del Fondo Nacional del Café (FoNC).
Según el Ministerio de Agricultura, representantes de pequeñas cooperativas y asociaciones caficulturas se hicieron presentes en el recinto de la Gobernación de Cundinamarca para fortalecer las ‘bases’ y crear una hoja de ruta para el sector.
La ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, señaló: “Del diálogo constructivo que vamos a tener saldrán los planes de acción en materia de reforma agraria cafetera, comercialización, programas de fertilización, agroindustrialización para la cadena y diversificación de mercados. Estamos diseñando una gran apuesta de política pública para que el café colombiano crezca”.
Sin embargo, al evento no asistieron las grandes organizaciones del país como la Federación Nacional de Cafeteros, Dignidad Cafetera y Agropecuaria o la Unión de Caficultores Colombianos.
Incluso, algunos líderes de la Federación temen que el gobierno Petro aproveche este encuentro para organizar su propio gremio cafetero y les dé los recursos parafiscales.
"Se presume que el Gobierno nacional desea establecer una relación directa con las cooperativas de caficultores y las asociaciones de productores de café para crear otro gremio cafetero, algo así como una confederación de cooperativas y entregarles el manejo del Fondo Nacional del Café", aseguró Álvaro Jaramillo, director ejecutivo del Comité de Cafeteros de Antioquia.
El exministro de Agricultura Andrés Valencia dijo que el Gobierno está buscando con su asamblea “debilitar política y gremialmente” a la Federación buscando crear una institucionalidad cafetera paralela para “instrumentalizarla” para impulsar su constituyente sobre una base campesina.
Sin sentido
Desde Dignidad Cafetera, su vocero Óscar Gutiérrez, dijo que no tiene mucho sentido construir las bases de un gran acuerdo cafetero sin contar con las organizaciones más grandes que tiene el sector en el país.
“No podemos meternos a una reunión de esas a firmar un compromiso sin tener la claridad sobre los asuntos o teniendo diferencias o divergencias. Además, lo que se busca es discutir grandes temas de fondo como comercio exterior, siembra o no de robusta, reforma agraria cafetera pero no los problemas principales que tienen los caficultores en este momento, como son el tema de precios, de créditos, de política de alivio a las deudas y aranceles a las importaciones, entre otros”, señaló.
Ante estas críticas, la ministra Mojica aseguró que esta es la primera vez en 100 años que se invita a hablar a todos los caficultores y que no entiende por qué algunos se sintieron excluidos o temerosos. “Se invitó a la asamblea y quien quiso vino. A muchos que querían y no podían, les ayudamos. No entiendo que haya gente que se sintió excluida o que le da miedo o zozobra que un Gobierno nacional se siente con los cafeteros. La pregunta debería ser: ¿por qué no se hizo una asamblea en 100 años?”, sentenció.
El mejor producto
Por su parte, el ministro de Comercio, Germán Umaña, dijo que no puede ser posible que los colombianos produzcan el mejor café del mundo pero que sigan tomando pasilla. "¿Por qué no tenemos derecho a tomarnos el mejor café que producimos? Colombia tiene una deuda histórica que llegó el momento de pagar", reclamó.
A su vez, Juan Pablo Fierro López, representante municipal del Comité Cafetero del Líbano, Tolima, sostuvo que “la idea es llegar a un acuerdo con el Ministerio de Agricultura del abandono en el que nos encontramos nosotros, el gremio cafetero en todo el país”.
Fierro destacó: “Nosotros como gremio estamos pidiendo la reestructuración de la Federación de Cafeteros o que implementen un nuevo gremio porque no nos sentimos representados como Federación de Cafeteros. Queremos que la reestructuración sea desde los Comités Municipales para arriba porque no es justo que sigamos en un abandono total”.