El intenso invierno, con afectación de vías por derrumbes e inundaciones, ha dado al traste con la recuperación que había presentado el valor de los alimentos, uno de los rubros que seguirá afectando el bolsillo de los colombianos con la alta inflación.
Precisamente esta situación es la que prevén los analistas para lo que resta del año y parte del 2023. El último dato referente a octubre será dado a conocer mañana por el DANE.
El equipo de investigaciones del Banco Agrario señala que la inflación anual en Colombia va a alcanzar un máximo del 12%, con corte a octubre de 2022.
Indica el reporte que la inflación volvió a escalar en septiembre, sobre las expectativas, y llegó a máximos no vistos desde el año 1999.
Con esto de base, el nuevo escenario permite evidenciar que la variación mensual en octubre de la inflación sería de 0,83%, con lo cual para el consumidor se aceleraría hasta 12,35%.
Dadas estas estimaciones, desde el equipo de investigaciones de la entidad financiera están revisando al alza el pronóstico central de inflación para el cierre de 2022 hasta el 12,5%.
Wilson Tovar, gerente de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores, dijo a este medio que “en Colombia el IPC promete incrementarse un poco más los próximos meses por cuenta de algunos rubros como el aumento de los combustibles, alimentos importados dadas las tensiones geopolíticas que hay, la guerra de Rusia en Ucrania, así como el incremento salarial de 2023”.
Además, el analista sostuvo que “hay que entender que las subidas de tasas por lo general ayudan a contener la inflación, así como el consumo y la inversión; por ende, la demanda de materias primas, que son las que generalmente dan ingresos a economías emergentes. Tal decisión presiona implícitamente a nuestro Banco Central, que debería ajustar nuevamente su tasa de referencia hacia el final de año”.
En esta misma dirección, los investigadores del Bancolombia, liderados por Juan Pablo Espinosa, prevén que el índice de precios al consumidor (IPC), que mide la inflación, llegaría a 0,85%.
Rumbo anual
Con este incremento, los analistas estiman que la inflación anual alcanzaría el 12,37%. Con esta cifra, al cierre de 2022 el costo de vida llegaría a 12,5%.
Señalan los economistas en sus previsiones que para octubre la inflación pudo incrementarse más por el comportamiento del rubro de los alimentos, que registrarían una variación cercana a 1,5% mensual.
Esto se debe a que algunos productos que estaban aportando negativamente en meses previos, revirtieron su tendencia a raíz de la mayor intensidad del fenómeno de La Niña en el país, con bloqueos de vías e inundaciones que han afectado el suministro de alimentos desde el área rural a las ciudades.
Sostienen los analistas que “en relación a la inflación sin alimentos, esperamos que los avances de la canasta de bienes y regulados marquen la pauta. Por el lado de bienes, esperamos que la mayor tasa de cambio siga impactando el precio de venta local de los bienes importados”.
Respecto al sector de servicios, “esperamos se mantengan las presiones al alza por cómo la indexación continuaría afectando las tarifas de los arriendos”.
Otro elemento que pudo presionar al alza los alimentos y el bolsillo de los colombianos fue el aumento del precio de la gasolina, que desde octubre subió $200 por galón.
- Le puede interesar: ¿Qué tan viable es que el dólar vuelva a estar por debajo de los $5.000?
Los alimentos
Destacan los analistas de la entidad financiera que “a través de la información recopilada de Sipsa y Servipunto se pudo observar que la papa y el tomate se sumaron a la tendencia alcista en precios de las proteínas, el arroz, el pan, los huevos, el queso, el plátano y algunas legumbres secas. Por su parte, las frutas frescas, el azúcar, la cebolla, la yuca, la mora, la naranja y la zanahoria prolongaron sus correcciones en precios, lo que evitó que el incremento mensual de precios de la canasta total fuera mayor.
A su vez, se pudo evidenciar que las ciudades con mayor incremento en el precio de los alimentos fueron Montería, Sincelejo, Manizales y Pasto. En contravía, en Ibagué y Tunja esperamos se haya observado una ligera caída”.
Asumen los economistas que “la mayor tasa de cambio siga trasladándose al precio final de los bienes importados, en particular de los vehículos, las prendas de vestir, electrodomésticos y algunos productos de aseo e higiene personal. Estos últimos también estarían afectados por la escasez a nivel global por cuenta de la elevada demanda a la que se continúan enfrentando. Por el lado de los regulados, el mayor precio de los combustibles, el avance del IPC e IPP local y de la TRM, variables clave en la formulación de tarifas de servicios públicos, habrían explicado el resultado de la canasta, donde esperamos haya sido el servicio del gas el de mayor avance mensual”.
Servicios
En lo que concierne a los servicios, los expertos consideran que se deben mantener las presiones al alza por cómo la indexación continuaría afectando las tarifas de los arriendos. Asimismo, la e comida fuera del hogar continuaría con una tendencia alcista ante el repunte de la inflación de alimentos y de los servicios públicos.
“De materializarse nuestra expectativa, la inflación anual alcanzaría 12,37%, la mayor de este siglo. Además, esto continúa fortaleciendo las señales para una inflación de cierre de año superior al 12,5%. En este escenario, sería razonable un nuevo incremento al menos de 75 puntos por parte de la Junta del Banco de la República en la reunión de diciembre, llevando la tasa repo a 11,75% para el cierre de este año”, sostienen los analistas.
Las previsiones del Emisor
El equipo técnico del Banco de la República dio a conocer las últimas perspectivas sobre el comportamiento de la inflación de Colombia de cara a cierre de año. Desde el Emisor se advierte que, a pesar de la desaceleración prevista, el pronóstico del nivel de actividad económica es 12% superior al observado en 2019, previo a la pandemia.
Ahora, del lado de la inflación, hay sorpresas significativas en el tercer trimestre. El equipo sigue viendo que los choques internacionales de costos y de precios, que han afectado principalmente a bienes y alimentos, continúan ejerciendo presiones al alza sobre la inflación del país.
“A estos choques de oferta de origen externo se han sumado choques de oferta internos que han afectado también a los alimentos. Por otro lado, la fuerte recuperación de la demanda agregada, en especial del consumo privado y la inversión en maquinaria y equipo, así como la mayor depreciación acumulada del peso y su transmisión a los precios internos, también explican el aumento de la inflación”, complementa el reporte.
Llama la atención al equipo técnico del Emisor que la nueva senda esperada para la inflación total y básica es superior en el horizonte de pronóstico, a cuenta, esto último, de las presiones de la tasa de cambio, los mayores excesos de demanda y la indexación a mayores tasas de inflación. El punto positivo está en que la dinámica inflacionaria sostiene convergencia hacia la meta.
“En el caso de los alimentos, se sigue esperando una buena oferta interna de los perecederos y alguna moderación en los precios internacionales de los procesados, pero se estiman mayores presiones de costos laborales, de precios de insumos y de la tasa de cambio sobre los precios de este grupo”, complementa el reporte. Con este escenario, el Informe de Política Monetaria prevé que en diciembre la inflación se situaría en el 11,3%, y disminuiría a lo largo de 2023 y 2024 para cerrar en el 7,1% y el 3,5%, respectivamente.