No le falta razón al gerente general del Banco de la República, Juan José Echavarría, cuando dice sentirse “optimista” de que la inflación de 2019 estará muy cerca de la meta trazada por el Emisor: 3%.
El reciente informe del DANE, que ubicó la inflación de febrero de 2019 en 0,57% y el año corrido en 3,01%, parece darle la razón a la Junta Directiva del Banco Central, pues todos los estudios de los analistas apuntaban a una inflación del 0,75% en el segundo mes de este año.
Como todos los años, el crecimiento del costo de vida estuvo jalonado por dos sectores: educación y transporte.
Estos indicadores hacen que los pronósticos del Banco se afiancen en que 2019 cerrará con un aumento en Índice de Precios al Consumidor cercano a sus proyecciones, a pesar de que varios de los más gremios consideren que esta cifra podría llegar a 3,41%.
Esta semana, Echavarría dijo que la cifra de inflación “es muy optimista” pues significa que “nos estamos recuperando mucho más rápido de lo que pensamos”.
A ello se agrega que de mantenerse esta tendencia de decrecimiento inflacionario, distinto a lo que piensa el mercado, tampoco habrá variación en las tasas de interés, pues incluso el gerente del Emisor no descartó la posibilidad de que estas se mantengan inmodificables.
Igualmente, la cifra anual del 3,01% al cierre de febrero es el registro más bajo en 14 años, de acuerdo con el informe del DANE, lo que le sigue dando la razón a Echavarría en que sus proyectos podrían cumplirse.
En un reciente informe, el Banco de la República no descartó, sin embargo, que algunas circunstancias pudieran variar su propia cifra de inflación.
“Varios choques podrían elevar la inflación por encima de nuestra meta de 3% en el primer semestre del año. El incremento de 6% en el salario mínimo en cada uno de los dos últimos años y un fenómeno del Niño moderado que elevaría el precio de los alimentos; el precio de los bienes regulados ha crecido a tasas superiores a 6% en los últimos años y podría continuar creciendo a tasas altas en 2019. Se trata de choques transitorios en todos los casos y la inflación regresaría a niveles cercanos al 3% a finales del año”, considera el informe.
Y concluye: Las condiciones externas e internas sugieren un cierre gradual de la brecha del producto en 2019. La postura actual de la política monetaria es ligeramente expansiva”.
Todos estos factores impulsan a la Junta Directiva del Banco de la República a “seguir haciendo un cuidadoso monitoreo del comportamiento de la inflación y las proyecciones de la actividad económica y la inflación en el país, así como de la situación internacional”.
Optimismo moderado
De otra parte, los centros de análisis como la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) y Fedesarrollo también han hecho sus propias proyecciones frente al futuro de la inflación, los cuales distan de los pronósticos del Emisor.
La ANIF considera que al cierre de 2019 la inflación podría tener una especie de ‘rebote’ llegando incluso hasta el 3,5%.
Su director, Sergio Clavijo, vaticinó que los precios de los alimentos podrían llegar a ubicarse en cifras históricas del 4,4%, casi el doble de lo que registraron en 2018 cuando cerraron en 2,4%.
A esto se sumaría, según la ANIF, los costos salariales derivados del reajuste del salario mínimo del 6% en los dos últimos años.
Fedesarrollo, entre tanto, también prevé que la inflación de 2019 podría bordear el 3,4%, por razones muy similares.
En ambos casos, los expertos señalan que circunstancias externas como la guerra comercial entre Estados Unidos y China están impactando los precios internacionales del crudo, que a la vez haría que el Banco de la República tuviera que revisar sus tasas de interés al finalizar el primer semestre del año, algo que por ahora no se vislumbra tan fácil.