EL EXMINISTRO de Minas y Energía, Tomás González, actualmente director del Centro Regional del Estudios de Energía (Cree), mencionó que el país solo tenía reservas de gas para 8 años. Al respecto, el directivo sostuvo a EL NUEVO SIGLO, que esta situación parte de información del propio gobierno teniendo en cuenta los últimos informes que se tiene sobre reservas.

Esta situación llega en un momento en que el país va a recibir el impacto del fenómeno de ‘El Niño’ a partir de julio y cuando se está hablando que necesariamente las tarifas de energía se van a incrementar o que se pueden presentar racionamientos, situación que el mismo González y el gobierno han descartado.

Sin embargo, bajo este panorama al sector energético le sigue preocupando la idea de no firmar nuevos contratos de exploración,

Las reservas

EL NUEVO SIGLO: Usted dijo acerca de las reservas que tenemos gas solamente para 8 años. ¿Existe la posibilidad que ese período se extienda?, y ¿qué se debería hacer para ello?

TOMÁS GONZÁLEZ: El período de los 8 años no lo digo yo, esos son datos que presenta el Gobierno respecto al último informe que se publicó el año pasado.

ENS: ¿Qué se puede hacer para que se incrementen esas reservas a mediano plazo?

TG: El país tiene que explorar, tenemos que encontrar gas, tenemos que desarrollar contratos, tenemos que apostarles a todas nuestras reservas de gas porque este es un negocio y el que ‘no busca no encuentra’.

ENS: ¿Qué se debe hacer para convencer al Gobierno que hay que continuar con los contratos de exploración?

TG: El Gobierno deben ser realista y mirar los números y darse cuenta que este no es un tema diferente a lo que uno le dice, la realidad es tozuda, no gusta, pero es la realidad y los datos están diciendo que tenemos que hacer un esfuerzo grande, la transición energética debe ser al mínimo costo y el gas es fundamental, tenemos que desarrollar una mayor exploración.

ENS: ¿Cree que ahora con la llegada de ‘El Niño’, exista posibilidades de racionamientos?

TG: Pues mire, el sistema está diseñado para que eso no pase, como país aprendimos la lección del año 1991 y 1992, lo que pasó fue muy traumático para el país y tomamos las acciones y se hicieron las inversiones para que eso no volviera a suceder. Hay que tener en cuenta lo que dijo la Contraloría al respecto y que la causa del apagón fue que era un sistema totalmente público, que no hicieron las inversiones previstas. El país aprendió esas lecciones. Desde que eso sucedió no se ha pagado el sistema porque está diseñado para eso no suceda, pero eso no quiere decir de que no haya presión ante el aumento de la demanda. Lo mejor que puede hacerse es coordinar con las empresas para asegurarse y entregar toda la energía que se pueda entregar, por supuesto que no sea con las tarifas más altas de que ahora se está hablando, pero normalmente cuando se presenta el fenómeno de ‘El Niño’, se incrementan.

ENS: ¿Por qué se presionan las tarifas al alza?

TG: Es bueno que la gente tenga muy presente lo que significa este fenómeno de ‘El Niño’. Eso quiere decir que hay menos lluvia y cuando hay menos lluvia se genera menos electricidad con agua. Colombia depende mucho del agua para generar electricidad entonces cuando la busca tiene que recurrir normalmente a energía que es más cara y por eso empiezan a subir los precios de la energía. Las compañías de distribución de energía de diferentes partes del país están expuestas a comprar la energía en la bolsa, con precios más altos y los usuarios de esos mercados van a recibir ese impacto. Hay que tener presente es cómo se compra la energía a las empresas y hay dos maneras: uno es a través de contratos; los que venden y compran energía se sientan y hacen la transacción y se negocia a un precio, ese es el que queda, sea alta o baja la energía. En épocas de escasez se suben los precios de energía, como cuando hay escasez de alimentos que se suben los precios.

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ENS: ¿Esa incertidumbre ha desmotivado a muchas empresas que quieran invertir en ese sector en el país?

TG: Las declaraciones del Gobierno sobre las tarifas en que no se tienen claridad sobre lo que va a suceder y las cuestiones de los contratos han generado incertidumbre, y eso lo miran las empresas a la hora de querer invertir. Si usted no tiene claridad sobre cuál va a ser el precio al cual se va a vender la energía, entonces hasta que no haya esa claridad, pues se frena la inversión y eso lo estamos viendo en el sector eléctrico y en los hidrocarburos se han dado señales de no querer hacer nuevos contratos. Por eso es muy importante que el Gobierno entienda que las señales que dan. Los inversionistas las empresas no se van a arriesgar.

ENS: Hay algunas calificadoras que han advertido acerca de la intención que tiene el gobierno de intervenir las tarifas de los servicios. ¿Preocupa eso a las empresas?

TG: Esas advertencias desde luego preocupan, ¡por supuesto! Es lo mismo que estamos hablando, lo que quieren los inversionistas es tener claridad sobre cuáles van a ser las reglas que les van a aplicar, entonces cuando usted no tiene esa claridad, pues se pone nervioso y ninguna inversión se va a arriesgar. Los inversionistas tienen que estar seguros en lo que van a invertir y la claridad y transparencia sobre lo que va a pasar, de lo contrario van a mirar a otras partes donde puedan invertir, así es el mercado.

Recuadro

Nuevas fuentes de combustibles

Un informe del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree) y TGI muestra que si no se firman nuevos contratos, el país tendría que importar a 2030 gran parte del gas que se consume en el país.

Colombia debe buscar y encontrar nuevas fuentes de gas natural en el corto y mediano plazo en la medida que avanza hacia una transición energética responsable. Esa quizás es una de las grandes conclusiones del más reciente informe del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree) y TGI, en el que se detalla que los escenarios futuros muestran una demanda en crecimiento y una oferta que es limitada si no se incentiva el desarrollo de este sector.

El documento, de 38 páginas, muestra en síntesis que la demanda de gas natural tiene un crecimiento sostenido hasta 2050. En un contexto de un escenario de menor descarbonización, el análisis destaca que este mercado se expande casi tres veces, por lo que se ve que será un eje fundamental en el futuro energético de Colombia.

“Sectorialmente el gas juega un papel diferente en cada caso. En generación de electricidad ‒que debe descarbonizarse primero‒ alcanza su pico en 2040 en los dos escenarios de menor restricción, pero desaparece desde 2030 cuando la presión a descarbonizarse es más fuerte. En transporte, la demanda de gas se comporta similar a la de generación, con el pico en 2040 para los dos escenarios de menor restricción”, sostiene el informe.

De acuerdo con el último reporte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en 2021 las reservas de gas ascendieron a los 4,5 Terapiés cúbicos (TPC), que corresponden a una autosuficiencia de 8 años. De estas, solo 3,16 TPC son probadas.

Aunque en las últimas décadas se han concretado esfuerzos para que el país mantenga su autosuficiencia en gas y petróleo, la Cree y TGI advierten que la relación Reservas/Producción ha caído 20 % desde 2015. Asimismo, consideran que en dado caso de no tomar acciones en el corto plazo se podrían generar escenarios no deseados que alteren la formación de precios de este combustible.