El exjefe de la cartera de Hacienda José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y tal vez uno de los mejores analistas económicos del país, explicó a EL NUEVO SIGLO no solo la mala situación fiscal del país, sino sus preocupaciones sobre el bajo crecimiento y el rumbo que pueden tomar las reformas que cursan en el Congreso, como la laboral, que en su concepto, no beneficia la generación de empleo.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve el comportamiento de la economía hasta ahora?
JOSÉ MANUEL RESTREPO: Veo que la economía recuperó la senda de crecimiento que tuvimos en el 2023, que nos llevó a cerrar con un crecimiento cercano al 0.6 %, y lo que está sucediendo hoy es una recuperación de esa dinámica que va a lograr seguramente que en este 2024 estemos cerca del 2 % y en el próximo año cerca del 3 %. Eso en positivo significa que ya arrancó un proceso de recuperación de la dinámica económica del país. Y esa dinámica económica del país ya se refleja en cifras positivas sobre todo en el comercio, en los servicios, en el sector agropecuario, particularmente. Todavía queda pendiente el desarrollo del sector industrial, que sigue teniendo un terreno negativo, y lo mismo en el caso de la construcción.
ENS: ¿Qué nubarrones ve en todo ese balance?
JMR: El tema fiscal es supremamente crítico, porque siguen existiendo dificultades de caja. Los recaudos tributarios no se están dando. El nivel de gasto público sigue siendo excesivamente alto. Los mensajes que se reciben del Gobierno en materia fiscal con la reforma tributaria o ley de financiamiento, especialmente en lo relacionado con la flexibilización de la regla fiscal, el apoyo a la modificación del Sistema General de Participaciones, la presentación seguramente por decreto del presupuesto nacional desfinanciado en mínimo $12 billones, son muy malos mensajes. Y esos mensajes a lo único que llevan es a que las calificadoras están supremamente preocupadas, los inversionistas internacionales también. Entonces, para mí, el gran nubarrón de la economía en este momento es el manejo fiscal. Y el otro nubarrón es que nos conformemos con crecer al 2 % o al 3 %.
La receta
ENS: Con todo este panorama gris de la economía, ¿qué aspectos se deberían hacer a corto plazo como para enderezar un poquito la cuestión de las finanzas del país?
JMR: Primera, mi sugerencia sería que el Gobierno presente un presupuesto de la nación, pero no desfinanciado, es decir, que presente un presupuesto de la nación reduciendo el nivel de gasto público en por lo menos $12 billones.
Como segunda medida, prepararse para que en enero se haga un congelamiento de por lo menos otros $20 billones de gasto para lograr sortear el escenario fiscal. ¿En qué? Reduciendo gastos de funcionamiento, que están creciendo al 20 % anual entre 2023 y 2025, que es exagerado.
Como tercera medida, el Gobierno no debería tramitar una reforma tributaria como lo que se ha propuesto en el Congreso de la República, y muchísimo menos si esa reforma tributaria tiene incluida una flexibilización de la regla fiscal, porque en el fondo eso significaría un pésimo mensaje para las calificadoras de riesgo.
Como cuarta medida, se debe diseñar una estrategia de crecimiento de largo plazo que nos lleve a un crecimiento por lo menos del 4 % o del 5 % en el año 2025, pero no conformarse con lo que en este momento tenemos.
ENS: ¿Es decir, que el país debería crecer mucho más?
JMR: Es que Colombia no puede estar para crecer al 2 % o al 3 %. Colombia tiene que hacer un esfuerzo evidente para crecer al 6 % o al 5 %. Porque si nosotros no crecemos a esa dimensión, no vamos a tener la capacidad suficiente para generar empleo en el país en un mediano y largo plazo. Entonces, para mí, los dos nubarrones importantes que se ciernen sobre la economía hoy directamente son el tema fiscal y la incapacidad para encontrar una fuente de crecimiento significativa de mediano plazo para el país y conformarnos con un crecimiento del 2 % o del 3 %.
La ‘dictadura’ fiscal
ENS: ¿Todavía cree que al decretar el gobierno el presupuesto, sería una ‘dictadura’ fiscal?
JMR: Me parece que la presentación por decreto del presupuesto nacional, en una profunda incapacidad del Gobierno para hacer una discusión en el Congreso de la República, es muy triste. Primero, porque es un hecho histórico. Es decir, eso no se ha presentado nunca en la historia del país. Y segundo, porque además el Gobierno persiste en presentar un presupuesto totalmente desfinanciado. Acabo de decir en mínimo $12 billones, pero lo que los analistas han señalado, lo que el Comité Autónomo de Regla Fiscal ha dicho, es que la desfinanciación pudiese ser superior a los $35 billones. Entonces, nadie entiende, en las calificadoras de riesgo, en los inversionistas internacionales, que un gobierno presente un presupuesto evidentemente desfinanciado en cerca de $35 billones por decreto, en un escenario de ‘dictadura’ fiscal.
ENS: ¿Cómo analiza las reformas como la laboral y la salud que cursan en el Congreso, son problemáticas para el país?
JMR: En positivo creo que la reforma laboral ha sido afortunadamente peluqueada en el Congreso en todo lo atinente a derechos colectivos y en algunos componentes de la misma. Pero sigue siendo una reforma inconveniente para el país. Porque es una reforma que no genera empleo, por el contrario, destruye empleo formal, disminuye la productividad de la economía, dignifica a muy poquitos trabajadores y se convierte en una reforma que es, digamos, más bien una propuesta para desactivar la economía que para reactivarla. Me parece que la reforma laboral es una propuesta que parece un poco prehistórica. Está como diseñada para el pasado y no para el futuro.
El desgobierno en Ecopetrol
ENS: ¿Qué percepción tiene de que las calificadoras pusieron el ojo en la situación de Ecopetrol y que Fitch Ratings ya advirtió sobre la falta de independencia de la Junta Directiva con el Gobierno?
JMR: Tengo que decir que el manejo de Ecopetrol francamente ha sido vergonzoso, porque por donde se le mire está mal conducido. Por un lado, se le resta la posibilidad a la compañía de hacer exploración de gas y de petróleo a futuro, porque se impide la firma de contratos de exploración nuevos. En segundo lugar, se le capa la posibilidad a la compañía de participar en proyectos de exploración no convencional, ni siquiera en Colombia, en los Estados Unidos de América, que de hecho ya existen hoy en día en Ecopetrol y que son la razón por la cual hoy su producción está creciendo. Con esos proyectos las utilidades de Ecopetrol mejorarían significativamente. Nadie entiende que se tome una decisión en contra de proyectos de esa naturaleza y sobre todo nadie lo entiende cuando cuatro comités de la compañía, el de inversiones, el de auditoría, el de nuevos negocios y la junta directiva de Ecopetrol en los Estados Unidos, ya habían tomado una decisión en positivo y de hecho es un proyecto que lleva más de dos años de estudio en el país.
Desmejorando a Ecopetrol
ENS: ¿Cree que están desmejorando el modelo corporativo de la petrolera?
JMR: Nadie entiende que una compañía como esta se administre con una destrucción del modelo de gobierno corporativo, donde ha habido intervención tácita del Gobierno Nacional para echar para atrás medidas en donde se rompe con ese principio que ha sido histórico y positivo de Ecopetrol, con problemas de eficiencia operativa y con problemas de eficiencia financiera. Entonces, es vergonzoso porque el primer deber que tiene una junta directiva es el deber fiduciario y la pregunta es: ¿dónde queda el deber fiduciario de esa junta directiva de cara a los accionistas de la nación y a los accionistas minoritarios, a más de 200.000 familias colombianas que hoy viven de los recursos de Ecopetrol y que han visto que se les ha deteriorado su patrimonio en más de un 60 % en estos dos años?