La pandemia no solo ha producido el mayor impacto social y económico, sino que también hizo que en Colombia los consumidores cambiaran su forma de consumir y comprar productos.
Así lo revela un estudio realizado por BBVA Research que analiza el comportamiento reciente del consumo. Según el análisis, ahora el consumidor es más digital, la banca es más accesible por canales digitales y los comercios adecuaron más sus plataformas para las ventas online.
Así, mientras en 2020 el consumo estuvo liderado por el gasto en bienes, especialmente los de primera necesidad, la apertura paulatina de 2021 ha ayudado a que los servicios recuperen gradualmente su participación. La recuperación se mantendrá en los próximos años y seguirá siendo el componente más importante del consumo privado, con una participación cercana al 55%.
Pero una actividad atípica para incentivar el consumo cambió la tendencia. Los días sin IVA realizados en 2020 y 2021 “influyeron sobre la distribución del gasto a lo largo del año, siendo menor que antes de la pandemia en los tres meses iniciales y siendo mucho más alto durante el cuarto trimestre del año”, explicó Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research.
Además de este efecto, la pandemia generó un cambio en el consumo según los días de la semana. Se evidenció un incremento del gasto en los días jueves y viernes, frente a una reducción en los días sábados y se mantuvo el liderazgo del día domingo.
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Las compras
“En cuanto a la compra media de cada transacción hubo cambios relevantes. Primero, la brecha entre hombres y mujeres se redujo, gracias a una disminución más intensa de la compra media de los hombres. Segundo, por sectores, la compra media total en entretenimiento, artículos para el hogar, aerolíneas y agencias de viaje se redujo; en electrodomésticos, librerías y artículos deportivos aumentó, mientras que en los demás sectores se mantuvo similar”, explica el estudio.
Otro hallazgo es que el gasto promedio de cada compra aumenta progresivamente con la edad, excepto en agencias de viaje y otros servicios relacionados con el turismo, los cuales tienen compras medias elevadas entre los más jóvenes.
Además, el estudio señala que la pandemia profundizó un fenómeno que ya se estaba dando en el país: la mayor importancia de las regiones diferentes a las capitales de los departamentos. Esto llevará a una gradual descentralización del gasto total de los colombianos, si bien las principales ciudades mantendrán la mayor proporción del gasto.
Más digital
El aumento del uso del internet fue evidente en estos años de pandemia. Según las cifras, entre los colombianos que utilizan internet, el uso productivo de este pasó de 33% antes de la pandemia a 55% a finales de 2020, con el liderazgo de Bogotá (71%) y Medellín (67%) y con el impulso de la mayor bancarización.
Como resultado, se impulsó un mayor crecimiento del comercio electrónico. Durante la pandemia, llegó a representar cerca del 8% del total de las ventas minoristas en el país, especialmente durante los meses en que se dio el día sin IVA, aumentando desde un 1% que representaba antes.
“En los datos más recientes, el comercio electrónico se estabilizó en 2,5% del comercio total, en todo caso por encima de los niveles anteriores. Además, las condiciones están dadas para que se mantenga su mayor penetración en los hogares y los negocios”, aseguró Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia.
Aunque las cifras de desempleo han mejorado y hay más puestos de trabajo, la informalidad seguirá siendo un problema para el consumo. La reducción de los ingresos de ciertos grupos poblacionales y la presencia de la informalidad, por un tiempo prolongado, mantendrá elevada la participación de los supermercados de bajo costo en el total del comercio del país.
“El empleo de las mujeres, los jóvenes, los adultos mayores y las personas de menor educación, que cayó fuertemente en 2020, tardará en recuperarse. Con esto, los ingresos laborales de los hogares cuya cabeza sea parte de estos grupos se mantendrán con brechas importantes en el futuro. Además, el potencial de consumo que significan las mujeres y los nuevos jóvenes que están entrando al mercado laboral se reduce mientras se mantengan las brechas laborales”, dijo Hernández.