![PIB de edificaciones crecería 4,2% si se revitaliza venta de vivienda construcción](/sites/default/files/2025-02/11J%20APERTURA%20EDIFICACIONES%20FEB%2013.jpeg)
EL RETROCESO en las asignaciones de vivienda, los costos de los materiales, la disminución de las licencias de construcción, fueron los factores principales para que el PIB de edificaciones cayera 1,2%.
De ahí que, para recuperar el terreno perdido, este año se requieren medidas contundentes para revitalizar sobre todo el mercado de la vivienda y esperar en cómo lo proyecta el equipo de investigaciones del Bancolombia, que lidera Laura Acuña, que el PIB de edificaciones aumente 4,2%.
De acuerdo con un análisis de los economistas, “para revitalizar el mercado de la vivienda y mitigar los efectos negativos actuales, es clave que el Gobierno nacional implemente medidas efectivas que impulsen tanto la demanda como la oferta. La reactivación del programa Mi Casa Ya o el diseño de nuevos esquemas de subsidios serán determinantes para fortalecer el acceso a la vivienda VIS y mejorar la sostenibilidad del sector”.
Volatilidad
Consideran los analistas, que el PIB de edificaciones ha atravesado un ciclo de alta volatilidad en los últimos años, reflejando el impacto de la caída en las iniciaciones de proyectos, el encarecimiento de los costos de construcción y las restricciones en el acceso al financiamiento para los constructores.
Aunque las iniciaciones de vivienda seguirán en terreno negativo en 2025, el PIB de edificaciones no depende únicamente del inicio de nuevos proyectos, sino también de la ejecución de obras en curso.
Considera el informe que “la clave del repunte proyectado radica en el avance de proyectos iniciados en periodos anteriores, la reactivación progresiva en segmentos de vivienda menos dependientes de subsidios y la estabilización de los costos de materiales. Además, la reducción gradual de las tasas de interés está mejorando las condiciones de financiamiento tanto para compradores como para constructores”.
Por otra parte, en términos de demanda, los subsidios regionales otorgados por alcaldías, gobernaciones y cajas de compensación familiar pueden mitigar parcialmente la contracción en el segmento VIS, aunque su alcance sigue siendo limitado frente a los programas nacionales. La incertidumbre sobre la continuidad y cobertura de estos apoyos representa un reto estructural, obligando a los constructores a ajustar sus estrategias comerciales y de financiamiento. Paralelamente, el segmento medio y alto muestra señales de recuperación, respaldado por una mayor estabilidad en el entorno macroeconómico y una mejora en la confianza del consumidor.
Sostenibilidad
Si bien el crecimiento del PIB de edificaciones en 2025 es una señal positiva, su sostenibilidad dependerá de la capacidad del sector para adaptarse a un escenario con menor financiamiento y subsidios restringidos.
Por otra parte, la reducción en los costos de materiales ha sido clave para compensar el impacto de los costos laborales, pero persisten desafíos como la incertidumbre en la asignación de subsidios VIS, la lentitud en los trámites regulatorios y el acceso limitado al crédito, a pesar de un mejor desempeño durante 2024.
Sin duda, el sector de edificaciones enfrenta un 2025 con perspectivas de recuperación, pero aún condicionado por barreras estructurales que requieren soluciones coordinadas entre el sector público y privado.
“Nuestra expectativa en ventas es de 172.089 unidades, de las cuales 120.149 corresponden a vivienda VIS y 51.940 a vivienda no VIS. Asegurar el acceso al crédito, mejorar la eficiencia en la gestión de proyectos y garantizar una oferta de vivienda alineada con la demanda serán factores clave para consolidar un crecimiento sostenido. El desafío central será lograr una recuperación equilibrada, impulsando el dinamismo de la actividad constructiva sin depender exclusivamente de subsidios y condiciones excepcionales de financiamiento”, sostienen los analistas.
En 2024, aunque las ventas de vivienda crecieron 0,6%, con 144.647 unidades comercializadas, las iniciaciones de nuevos proyectos continuaron en terreno negativo, con una caída del 10%, afectando especialmente al segmento VIS. Esto ha generado una desconexión en el mercado, dado que la demanda muestra señales de recuperación, pero la oferta sigue limitada por los costos y las barreras regulatorias que ralentizan la ejecución de obras.