Políticas de Estado para reducir pobreza monetaria: expertos | El Nuevo Siglo
UNO DE los grandes retos del Estado es reducir la pobreza en el país. / Archivo
Miércoles, 4 de Octubre de 2023
Redacción Economía

En un análisis sobre los resultados del índice de pobreza monetaria que abarca al 36,6 % de la población, de acuerdo con el último reporte del DANE, correspondiente a 2022, expertos de tres universidades explicaron que, pese a la disminución en el último año de este indicador, se requieren políticas de Estado para bajar esa condición, que afecta a 18,3 millones de colombianos.

De acuerdo con el informe, de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih), 18,3 millones de colombianos padecieron niveles de pobreza monetaria, casi un 3 % menos que en 2021. De acuerdo con las cifras actuales, 1,3 millones de personas salieron de esa condición el año pasado.

Además, el DANE explicó que, en cuanto a la pobreza extrema, los ingresos de una persona que se ubica en esta categoría aumentaron $198.698 en 2022. Lo que significa que el ingreso en un hogar de cuatro integrantes que esté en esta condición es de $794.792.

De acuerdo con Claudia Milena Manjarrez, presidente del Instituto Colombiano de Cualificación Empresarial (Cicce), “en una población de más de 52 millones de habitantes, un 36,6 % de personas en condición de pobreza monetaria y 13,8 % en condición de pobreza monetaria extrema siguen siendo unas cifras alarmantes, pues estamos hablando de más de 26'316.000 personas que tan solo cuentan con una cantidad de dinero mensual entre $354.031 a $161.099 respectivamente para suplir sus necesidades básicas, equivalente a que disponen entre $5.369 a $11.800 para sus tres comidas diarias, transporte, alojamiento y otras necesidades básicas”.

Soluciones

Considera la experta que “el Gobierno y la sociedad, al ver que estas cifras siguen siendo aterradoras, deberían propender por encontrar soluciones que realmente generen movilidad social y no continuar con pañitos de agua tibia que solo ayudan de forma temporal, como lo son las ayudas institucionales que mitigan el hambre en el momento, pero no generan una solución permanente”.

Por su parte Laura Cristancho, del Programa de Economía del Politécnico Grancolombiano, dice que “los retos respecto al indicador de pobreza monetaria y en general a la pobreza tienen que ver con identificar esas poblaciones que aún siguen estando muy por debajo del promedio: los hogares liderados por mujeres cabeza de familia, población con bajos niveles de escolaridad y esas regiones del país donde todavía el acceso a servicios públicos y el ingreso son muy bajos y es necesario que en esas poblaciones los ingresos aumenten. Sin embargo, este es un indicador que únicamente muestra la pobreza a nivel monetario y habría que analizarlo con otros indicadores de pobreza como la multidimensional.

 Michael Ortegón, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de Uninpahu, dice que es de resaltar que se mantuvieron 7 de las 11 ayudas institucionales a familias, jóvenes, adultos mayores, entre otras, que se establecieron en 2020, en el marco de la pandemia.

Efecto recuperación

Sostiene que el dato de pobreza monetaria 2022 es más bajo para el día de hoy, en relación con 2021, esto podría indicar una mejora en la calidad de vida de la población. Una disminución en la pobreza monetaria podría ser resultado de diversos factores, como el efecto de recuperación económica en 2021, pero en 2022 el efecto de distribución de la inflación retuvo el crecimiento.

Se mantuvieron algunas ayudas institucionales a familias, jóvenes y adultos mayores en el marco de la pandemia. Esto ayudó a mitigar los efectos económicos negativos de la crisis sanitaria; sin estas ayudas el efecto hubiese sido más alto.

 En este sentido, los impactos negativos de la pandemia sobre la pobreza parecen ser revertidos por el efecto crecimiento. Sin embargo, hay que recordar que la inflación aparece como respuesta a la necesidad de aumentar el consumo durante la pandemia y, por lo tanto, los efectos monetarios que indujo afectaron a los más pobres.

De acuerdo con Ortegón, surge la pregunta: ¿Cómo seguimos bajando la pobreza? La respuesta está en bajar la inflación. Indica que “es importante ver el crecimiento como el antídoto de la inflación, para el sector privado, ya que si logran aumentar su crecimiento en términos de productividad podrán ofrecer más cantidades de bienes y servicios y los precios podrán ceder. Sin embargo, es importante recalcar que el gasto público también es causante de la inflación, pues la política fiscal tiene, en una coyuntura inflacionaria, que ser austera. De lo contrario, la inflación no cederá y, por lo tanto, seguirá afectando a los más pobres”.