La inflación es un fenómeno que ha impactado en todo el mundo, desde las grandes potencias hasta las naciones en desarrollo. Sin embargo, es el IPC de alimentos el que más golpea la economía de los hogares. Colombia no se ha escapado de esta coyuntura. De eso da cuenta el último informe de la OCDE con corte a julio de 2022, en donde afirma que de los 38 países de la organización, ocupa el cuarto puesto con el costo más alto en alimentos con 24,6% después de Turquía (94,6%), Lituania (29,9%) y Hungría (28,7%), el quinto en el mundo y el segundo en la región.
En cuanto a los que presentan un menor encarecimiento de los alimentos se encuentran Islandia, con 8,6%; Canadá, con 9,9%; Italia, con 10%; Bélgica, con 10,2%; y Noruega, con 10,4%. De acuerdo con la OCDE la tasa general de inflación se ubicó en 10,23% a julio, mientras que la de alimentos fue de 14,5%.
En definitiva, aunque el fenómeno inflacionario viene con tendencia alcista desde 2021, temas coyunturales en 2022 han hecho que el costo de los alimentos se encarezca aún más en todo el mundo. La guerra de Rusia en Ucrania, la devaluación de diferentes monedas, incluido el peso colombiano, así como los rezagos de la pandemia han hecho que el costo de vida vaya en aumento y llegue a cifras históricas en muchos países como Estados Unidos o la misma eurozona.
Para el caso de Colombia, cabe recordar que en el último dato dado por el DANE, la inflación total en el país llegó al 1,02% mensual, la variación anual fue de 10,84%, siendo el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas el que más aportó a esta variación con el 25,57%, datos históricos para el país en 20 años.
La afectación por los bloqueos
Al respecto, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, le dijo a EL NUEVO SIGLO que en definitiva “Colombia tiene unas consideraciones que lo hacen diferente a países de todo el mundo. Si se revisa lo que ha pasado desde el 2021, teniendo en cuenta que la corrida inflacionaria viene desde el año pasado, el país sí tuvo una coyuntura que afectó el precio de los alimentos, y fue la de los más de 3.000 bloqueos a las carreteras que generaron un paro en los primeros meses del año pasado, llegando a una inflación de alimentos en un solo mes de 5%. Esto, si bien pasó hace meses, afectó directamente al 2022, trayendo consigo rezagos que contribuyen en la tendencia alcista de los alimentos”.
Además, Bedoya resaltó que “mientras que todo el mundo vivió la crisis de las cadenas de suministro, los otros países no tuvieron esos 3.000 bloqueos. Además, está claro que el mundo ha sufrido las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, y en este caso cabe resaltar que nuestro país importa 2,1 millones de toneladas de alimentos”.
“Las consecuencias de estos bloqueos afectaron en el segundo semestre del año directamente a sectores como la avicultura, porcicultura, el sector lácteo y la producción de alimentos como la papa. Al sumar las cadenas de suministro, que también encarecieron el costo de insumos, esto sin duda tuvo un impacto significativo en áreas sembradas de algunos productos”, agregó el presidente de la SAC.
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Devaluación del peso
Entre tanto, el dirigente gremial señaló que “si vemos el efecto en 2022 en el caso de alimentos como el huevo, por ejemplo, hay rezagos de ese paro, teniendo en cuenta el número de gallinas que se tuvieron que sacrificar. Sin embargo, evidentemente la devaluación del peso colombiano incrementó aún más los costos de insumos, en particular de los fertilizantes, ya que Colombia no los produce”.
De otro lado, sostiene, “para las proteínas de origen animal, además de lo que pasó en la bolsa de Chicago con productos como el maíz y la soya, debido al conflicto en Ucrania y por los efectos del clima en Estados Unidos, el dólar también termina afectándonos, lo anterior por el caso de la oferta”.
Agregó Bedoya que “los problemas con cadenas de suministro; la reactivación económica que implica mayor demanda de alimentos; la invasión de Rusia a Ucrania, teniendo en cuenta que Colombia importa dos millones de toneladas de fertilizantes; los bloqueos en el 2021 que afectaron específicamente la producción de huevo y el mercado de la papa; así como la tasa de cambio, sin duda fueron los factores determinantes para que la inflación de alimentos se disparara”.
Cabe recordar que en el 2020 y 2021 Colombia produjo en promedio 73 millones de toneladas de comida por año y las importaciones fueron similares; en este caso hay que tener en cuenta que las compras externas subieron particularmente por la tasa de cambio. “Si la OCDE contempla todos estos factores esta podría ser parte de la respuesta del porqué la inflación de alimentos en Colombia está cercana al 25%”, concluyó el dirigente gremial.
Dependencia de importaciones
Por su parte, Henry Vanegas, gerente de Fenalce, le dijo a EL NUEVO SIGLO que la explicación de estar en este lugar en el ranking con una inflación de 24,6% se debe “a la alta dependencia de las importaciones y sobre todo de los granos básicos alimenticios. Esa política destruyó el aparato productivo nacional. Se requiere un viraje o un cambio del modelo económico: fomentar la producción local, sobre todo de cultivos agroalimenticios de ciclo corto”.
“Lo anterior debido a que la situación de precios en el mercado internacional cambió. Ya no hay alimentos baratos afuera, así estén subsidiados por la tesorería de esos otros países. Ahora arrancan costosos desde allá y en Colombia debemos asumir costos de bases y fletes, es decir, un sobrecosto logístico”, agregó.
Sostuvo Vanegas que "además, subió el petróleo alrededor de 100 dólares el barril, lo que llevó al encarecimiento de fletes y a la congestión de los puertos en la pospandemia. A eso se le suma la situación macroeconómica del país, la tasa representativa del mercado que se mantiene alta y con tendencia alcista; hay que dar más pesos por cada dólar, es decir, que se encarecen las importaciones”, sostuvo.
Efectos pospandemia
Entes internacionales han advertido de las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, los efectos de la pospandemia y por supuesto de la carestía de alimentos en todo el mundo.
En este sentido, el Banco Mundial afirma que el alza en los precios de los alimentos ha provocado una crisis mundial que llevará a que millones de personas caigan en la pobreza extrema, aumentando el hambre y la malnutrición, y amenazando con eliminar los avances en materia de desarrollo.
Según la entidad internacional la guerra en Ucrania ha alterado los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de productos básicos, por lo que los precios se mantendrán en niveles históricamente altos hasta finales de 2024, exacerbando la inseguridad alimentaria y la inflación.