La globalización y el desarrollo de la tecnología han cambiado el pensamiento y la forma de actuar de las personas. Uno de estos cambios hace referencia a la forma de realizar las transacciones, una tendencia que va más allá del creciente auge de las compras en línea ya que muy pronto podremos pagar con solo estar presentes, gracias a las posibilidades que ofrece la biometría, así lo manifiesta Jesper Domargard, Vicepresidence de Marketing para Productos y Sistemas de Instituciones Financieras de Idemia.
La tendencia a la desaparicion del efectivo se extiende cada vez más pues transferir dinero a través de una app es cuestión de segundos, desde y a cualquier lugar. Es asì como el más reciente avance tecnológico es el pago sin contacto. El usuario valida la compra acercando la tarjeta de pago al terminal, sin necesidad de una clave, con lo que se ganan unos segundos preciosos en el tiempo de transacción.
“La moda de los pagos sin contacto se está extendiendo rápidamente. Hoy, las transacciones sin contacto se suelen limitar hasta los US$ 30. Pero una cosa es segura, una vez que el consumidor adopta una forma más cómoda y práctica de pagar, es difícil volver atrás. En un futuro no muy lejano, los datos biométricos podrán desempeñar un papel crucial, ya que sustituirán al código PIN o clave y permitirán los pagos sin contacto para importes mayores, garantizando al mismo tiempo una seguridad total”, aseguró Domargard.
De acuerdo con Domargard, la siguiente fase serán pagos aún más intuitivos; es decir, que las entidades financieras acudan a la biometría para autenticar los pagos. “Todo lo que tendremos que hacer es pasar la mano por un lector dactilar o pasar frente a una cámara de reconocimiento facial. En la práctica, parece muy simple, pero este siguiente paso es fundamental para el escenario de pago. Después de todo, simplificar y agilizar nuestras compras no significa nada si nuestra identidad y finanzas no están 100% seguras”, complementa el Vicepresidente de Marketing de Idemia.