Razones del Banco de la República para bajar a 0,9% previsión del PIB | El Nuevo Siglo
EN SU análisis sobre el crecimiento, el equipo técnico del Emisor, destaca como aspecto positivo el comportamiento del mercado laboral con aumentos en la ocupación. /Archivo
Viernes, 24 de Noviembre de 2023
Redacción Economía

LUEGO DE analizar el resultado del tercer trimestre en que el crecimiento de la economía fue de -0,3%, el Banco de la República decidió ajustar sus previsiones del Producto Interno Bruto (PIB) para este año y las bajó de 1,2% a 0,9%.

De acuerdo con la entidad, la contracción en la demanda ha implicado una desaceleración en la actividad productiva que se ha reflejado de manera particularmente intensa en algunos sectores como la manufactura y las ventas del comercio, sectores estos en los que se han visto recientemente cifras de crecimiento negativas con respecto a los niveles atípicamente altos observados un año atrás.

Señala el equipo técnico que, para el conjunto de la actividad productiva, se esperaba un crecimiento bajo en el tercer trimestre, del orden de 0,4 %, “pero los datos del DANE nos mostraron una contracción de -0,3 %. Esta sorpresa negativa hará que probablemente el crecimiento del PIB en año completo no alcance la cifra de 1,2 % proyectada por el equipo técnico en su informe de política monetaria del mes de octubre y que posiblemente se acerque más al 0,9% que el mismo equipo proyectaba para el conjunto del año tres meses atrás”.

El ajuste

Sostiene la entidad que “el proceso de ajuste que reflejan las cifras es ciertamente doloroso y a él ha contribuido de manera fundamental la política monetaria restrictiva adoptada por el Banco. A ese proceso ha contribuido también el ajuste que se está llevando a cabo en las finanzas públicas del Gobierno nacional en línea con lo planteado en la regla fiscal y que va a conducir a que el déficit del gobierno, que alcanzó 5,5% del PIB el año pasado, se reduzca este año en más de un punto porcentual a pesar de los menores precios del petróleo, del impacto negativo que tiene la desaceleración económica sobre los recaudos tributarios y de los mayores pagos de intereses que tiene que hacer el Gobierno en un contexto de tasas de interés más altas a nivel local e internacional”.

En su informe, el Banco señala que “resulta importante destacar, sin embargo, que aún con un crecimiento del PIB del orden de 0,9%, en este año, los niveles de actividad en 2023 serán acordes con los que hubiéramos visto si las tendencias prepandemia (con tasas de crecimiento del orden de 3% por año) se hubiesen mantenido en los últimos cuatro años. En efecto, si comparamos el crecimiento acumulado del PIB colombiano con respecto a los niveles previos a la pandemia, nuestro desempeño es ampliamente favorable en términos relativos a otros países de la región. En este sentido lo que estamos observando en este año puede entenderse como un proceso de retorno a niveles de actividad más cercanos a los sostenibles, tras un año 2022 en el que a todas luces el crecimiento de la demanda fue muy superior, que generó desequilibrios importantes en la balanza de pagos y graves presiones inflacionarias”.

Empleo

En ese sentido, los investigadores sostienen que “vale la pena por otra parte destacar que, en el contexto de la desaceleración reciente del crecimiento, el mercado laboral se comporta de manera relativamente satisfactoria. Los últimos datos disponibles, correspondientes a septiembre, siguen registrando aumentos importantes en el número de ocupados frente a un año atrás, de 3,2% en el agregado nacional y de 2,2% en las trece principales ciudades. Por su parte, las tasas de desempleo se mantienen en niveles de un dígito, de 9,3% para el total nacional y de 9,6% para 13 ciudades, los más bajos desde 2017, esto es desde varios años antes de la pandemia”.

Respecto a este rubro de la economía, dicen que “ciertamente, las tasas de desempleo, así como las de informalidad laboral son excesivamente altas en Colombia si se las compara con otros países. Ello ha sido así desde hace muchos años y debe conducir a una discusión sobre cómo mejorar las condiciones para la creación de empleo formal. Sin embargo, debe destacarse que el fuerte ajuste macroeconómico que se está realizando ha sido compatible con evitar deterioros en este frente”.

Los intereses

Por otra parte, el informe asegura que otras de las razones para sus previsiones es que “el aumento en las tasas de interés y la desaceleración de la economía también se ha reflejado en el comportamiento del crédito y con particular intensidad en el crédito de consumo. Ese crédito llegó a crecer a tasas cercanas a 23% anual en el tercer trimestre de 2022. En el periodo más reciente ha reducido de manera drástica su tasa de crecimiento y los saldos de crédito se han estabilizado en niveles similares, en pesos corrientes, a los que se observaban un año atrás. La desaceleración ha sido menor, pero también significativa en el crédito de vivienda y en el crédito comercial, generando, además, impactos de deterioro en la calidad de la cartera de los establecimientos de crédito y obligando a que dichos establecimientos hagan aumentos importantes en sus provisiones. Esto, por supuesto, ha reducido las utilidades del sistema financiero, que en 2023 van a ser, en promedio, del orden de la mitad de lo que fueron en 2022”.

Para el banco este hecho “se trata nuevamente de una situación dolorosa que refleja, sin embargo, un proceso de ajuste que era necesario y que habría sido probablemente más doloroso si se hubiera diferido en el tiempo y si la burbuja crediticia que veíamos a mediados de 2022 hubiera seguido creciendo hasta explotar de una forma más traumática. Afortunadamente, este ajuste se ha dado en una forma tal que la solidez patrimonial del sistema financiero se mantiene en niveles muy altos, tal como se refleja en unos indicadores de solvencia ampliamente superiores a los mínimos regulatorios”.

Otros argumentos del Emisor

El déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos bajó del 6,2% del PIB en 2022 a 4,2% del PIB en el primer trimestre de 2023 y a solo 3% del PIB en el segundo trimestre de este año. El conjunto del año el equipo técnico del Banco espera que el déficit sea de solo 3,4% del PIB, notablemente inferior al del año pasado a pesar de que los precios de nuestras exportaciones han experimentado un retroceso considerable. Ese menor déficit externo hace que Colombia actualmente requiera menos financiamiento internacional y hace al país mucho menos vulnerable a las condiciones financieras internacionales, sobre las cuales persiste una gran incertidumbre.

En lo que se refiere al comportamiento de la demanda interna resulta claro que sus ritmos de crecimiento se redujeron considerablemente en el proceso de ajuste. Las cifras en 2023 han sido crecientemente negativas y de acuerdo con lo divulgado por el DANE alcanzaron un porcentaje negativo de -6,8% en el tercer trimestre, considerablemente más fuerte de lo que estaba previendo el equipo técnico del Banco.

Cabe destacar que en este proceso de ajuste el consumo de los hogares mantiene tasas de crecimiento positivas, aunque bajas y el consumo público crece un 2,4% real. La mayor contracción se presenta en la formación bruta de capital, que según las cifras del DANE cayó en algo más de 32% en el tercer trimestre.