La próxima semana será fundamental para el futuro de la reforma tributaria o ley de financiamiento que quiere desarrollar el Gobierno para 2019. En el debate de moción de censura en la Cámara de Representantes, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dijo que el proyecto se radicaría el próximo miércoles o el viernes.
Sin embargo, si el Gobierno no lo hace, prácticamente no le quedaría tiempo para hacerlo, ya que el Congreso sesionará en su primera parte de la legislatura hasta el 16 de diciembre. Prácticamente quedan pendientes alrededor de 14 sesiones ordinarias, pero en este lapso se deben debatir proyectos clave como la reforma política, la reforma a la justicia, el presupuesto de regalías y el proyecto anticorrupción. Es decir, si se presenta la iniciativa tributaria chocará con los otros proyectos y todo parece indicar que una de las soluciones es que la reforma lleve mensaje de urgencia.
No obstante, en los mentideros se señala que ahora como inesperadamente la coyuntura petrolera ha cambiado positivamente, con mejores precios, el Gobierno no tiene afán en presentar la tributaria. Se calcula que con la nueva carta se podrían percibir hasta $13 billones, pero los expertos calculan que la disparada del precio del dólar haría que los ingresos por crudo superen el hueco de $14 billones que dejó el Presupuesto para 2019.
De todos modos el Gobierno no puede jugar una sola carta para lograr mayores recursos y por eso se hace necesaria la reforma tributaria.
IVA y renta
Dentro de los puntos fundamentales que puede tener el proyecto está en el recaudo por el IVA y la renta a personas jurídicas y naturales. En varias ocasiones el presidente Iván Duque ha dicho que esta reforma debe significar un respiro para la pequeña y mediana empresa para bajar el impuesto de renta hasta el 30%.
De otra parte el gremio financiero, ANIF, destaca que el país todavía cuenta con espacio para aumentar el recaudo por la vía del IVA, sin tocar con la reforma a los bienes básicos de la canasta familiar. Según las cuentas de este tanque de pensamiento, Colombia aún está por debajo del promedio de los demás países de la región en materia de ingresos provenientes del impuesto al valor agregado.
La ANIF aseguró que ni siquiera el incremento de la tarifa general del IVA de 16% a 19%, que se hizo efectivo en 2017, sirvió para mejorar el desempeño relativo del recaudo.
“A pesar del incremento en la tasa del IVA, el recaudo en Colombia todavía se ubica por debajo del promedio de las economías grandes de América Latina del 7,3% del PIB.
Clase media
A comienzos de septiembre, el presidente Iván Duque recalcó que con la reforma tributaria no se perjudicaría a la clase media. “No vamos a poner a pagar impuesto de renta a las personas que hoy no pagan porque están por debajo de los umbrales, que es la clase media. Hay personas naturales que ganan mucho dinero, más de $50 millones mensuales. Son cerca de 10.000 colombianos y muchos de ellos con una tributación muy pequeñita”.
Agregó el Mandatario, que no se trata de perseguir a estos contribuyentes, pero “sí de que sean conscientes de que deben ser parte de la solución”.
Según Duque, personas con “súper sueldos” tributan alrededor de $2 millones y aumentar este porcentaje ayudaría al país en la recuperación de casi $3 billones, sin subir los impuestos a las empresas privadas para que puedan generar empleo.
Con anticipación, el Consejo Gremial Nacional (CGN) le presentó al presidente Iván Duque, el documento Reactivación Económica 2018-2022, en el que se plantea una serie de propuestas alrededor de temas como tributación, mercado laboral y sistema pensional. En la carta tributaria, el CGN dice que “es necesario gravar progresivamente a quienes reciban más de 2,5 salarios mínimos”.
Otros impuestos
En cuanto a impuestos directos, el CGN propone reducir la tarifa de renta corporativa. La idea es que la tarifa unificada, establecida en 2016, disminuya del 33% al 28%, lo que tendría que ser compensado con un mayor recaudo de personas naturales y un cambio en la base gravable de las empresas, de la renta neta de exenciones a las utilidades contables, teniendo en cuenta los ajustes pertinentes que analicen toda la complejidad tributaria de las personas jurídicas.
El CGN también propone ampliar el universo de personas naturales obligado a tributar. Para el organismo, es necesario gravar progresivamente a quienes reciban más de 2,5 salarios mínimos (actualmente se tributa a partir de 4,1 salarios mínimos). Adicionalmente, se debería evaluar la posibilidad de gravar las pensiones altas, por encima de seis smmlv, y que hoy benefician a cerca de 53 mil personas.
En el pasado congreso de Fenalco, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla, aseguró que hay que pensar en un “país con el doble del ingreso per cápita, movámonos hacia allá”.
Medidas necesarias
Carrasquilla aseguró ante los comerciantes, que “los mercados financieros le están dando a Colombia un compás de espera, pero que es urgente tomar las medidas necesarias para que el país crezca a su verdadero potencial, para lo cual es importante recuperar la productividad de las empresas y virar hacia un sistema tributario más centrado en las personas”.
“Colombia es un país de unos 13 mil dólares per cápita, debemos pensar en un país con el doble de ingresos e ir hacia allá, para lo cual hay que enfatizar muchísimo más la tributación personal. Tenemos que empezar a dar pasos en esa dirección y no podemos echar reversa”, señaló.
El titular de la cartera de Hacienda reiteró también que los otros dos pilares del Plan de Reactivación Económica del gobierno del presidente Iván Duque, son la austeridad en el gasto, para lo cual, en el proyecto de Presupuesto General de la Nación, se está proyectando un ahorro de $1,2 billones en los Gastos Generales, y una simplificación en la regulación.
En cuanto a la austeridad en el gasto, Carrasquilla confirmó que se está estudiando una revisión de los subsidios, con el fin de focalizarlos mejor, de tal manera que contribuyan a mejorar la equidad en el país. Explicó, que actualmente falta información detallada sobre la correspondencia entre los beneficiarios de subsidios como los de salud y servicios públicos con la población realmente vulnerable. El Ministro afirmó, que mientras la pobreza ha disminuido, en los últimos años no pasa lo mismo con los beneficiarios de los subsidios, por lo cual es posible que estos estén mal enfocados.