Si no fuera por subsidios, gasolina estaría a $15.000 | El Nuevo Siglo
AFP
Sábado, 6 de Octubre de 2018
Redacción Economía
Prácticamente el país vive con los combustibles subsidiados pero dejando un saldo en rojo del Fondo de Estabilización cercano a los $7 billones

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Si se llevara a la realidad la idea tradicional de que como los precios del petróleo suben también deberían subir los combustibles, hoy los colombianos deberían estar pagando la gasolina más cara del mundo con valores cercanos a los $15.000 el galón.

No en vano en los últimos seis meses la cotización del crudo Brent, que rige al petróleo colombiano, ha aumentado en promedio cerca al 20% y si eso se aplicara en la misma proporción a la gasolina, su valor estaría disparado y poniendo en serios aprietos a los consumidores. Además, se debe tener en cuenta que para establecer el precio se toma la tasa de cambio y el valor del dólar está por encima de los $3.000.

En enero de este año el valor del crudo Brent estaba en US$66,85, mientras el de la gasolina fue de $8.889. Hoy la cotización del crudo está en US$84,15 el barril, mientras que la gasolina está en $9.130 en algunas estaciones de servicio.

Como se nota, el incremento del precio de la gasolina apenas ha subido por encima del 4,5%. Sin embargo, esta situación se presenta porque el combustible, así los colombianos no lo crean, sí está subsidiado.

El Fondo

Gracias a la política de Estado que comenzó a desarrollarse desde 2007 se creó el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC). Este mecanismo contempla que para establecer el precio de la gasolina se debe tener en cuenta el comportamiento de la tasa de cambio, que generalmente se mueve en sentido contrario al precio del petróleo, también se analiza el precio del crudo y los referentes internacionales de gasolina y ACPM para determinar el precio de venta al consumidor final; por eso es imposible determinar su precio para el largo plazo. Además, desde que se estableció la mezcla en el combustible del 10% del alcohol, debe tenerse en cuenta esta variable.

Asimismo, hay otro elemento que se tiene que tener cuenta a la hora de hacer cuentas en los consumidores. Generalmente cuando sube la gasolina y el resto de combustibles como el diésel, este incremento necesariamente se le traslada al costo de vida o a la inflación.

Inflación

El peso de los combustibles en la cifra de inflación está cerca al 3% del total del Índice de Precios al Consumidor (IPC), y  tiene efectos indirectos en los costos del transporte aéreo y terrestre, con lo que se incrementan sensiblemente los fletes de alimentos.

Sin embargo, los aumentos en el valor de la gasolina siempre han estado por encima del dato de inflación, como ahora, que el IPC está en 2,46% entre enero y agosto, mientras el incremento en la gasolina ha sido de 4,5%.

De otra parte, en unas declaraciones sobre esta situación, el exministro de Minas y Energía, Germán Arce, precisó que no es cierto que el aumento que ha recibido el precio del petróleo se le haya trasladado al de los combustibles.

La política de estabilización de precios de los combustibles en el país ha impedido que sea así. Lo primero que hay que mencionar es que el precio del crudo incide directamente en el precio del combustible en Colombia pero no lo determina.

Subsidios

Esta menor variación en el precio de combustibles en el país solo ha sido posible gracias a la política de estabilización de precios de combustibles que ha evitado que la alta volatilidad de los precios internacionales se transfiera al precio de venta al consumidor final. Eso quiere decir que los precios del crudo no se han trasladado a los de la gasolina.

A la pregunta de si ¿el alza en los precios internacionales del petróleo seguirá incrementando los precios de los combustibles en Colombia?, el exministro señaló que los precios de los combustibles han sido tradicionalmente un factor de preocupación.

La idea era que cuando los precios del crudo bajaran se mantendría artificialmente un mayor precio al consumidor, con el fin de que el FEPC ahorrara esos recursos. Cuando los precios del combustible subieran, el Fondo debería desahorrar para impedir un impacto sobre el bolsillo de los usuarios.

No obstante, el FEPC prácticamente se convirtió en un mecanismo de subsidio velado que ha impedido sincerar las cuentas de la gasolina y el ACPM en Colombia.

Cuando los precios llegaron en 2014 a los US$130 se gastaron todos los recursos del FEPC y el Gobierno empezó a prestar recursos para mantener erróneamente los precios congelados de la gasolina.

Este año el déficit del Fondo podría subir a más de $7 billones. Solo en 2017 el déficit fue superior a los $2 billones, como lo explicó el cierre fiscal de esa vigencia.

Al cierre de 2017, el FEPC registró un déficit por $2,27 billones, resultado que se explica por la operación del mecanismo de estabilización de los precios de los combustibles. Durante el año fiscal del fondo, este cerró con un balance negativo, el cual se sustenta en que el precio de paridad internacional (PPP) se ubicó por encima del Ingreso al Productor (IP), tanto para la gasolina como para el diésel, lo que dio lugar a un diferencial de compensación a los refinadores de combustibles”.

Para 2018, el marco fiscal de mediano plazo plantea que el déficit sería de $3,8 billones y para 2019 de $3,4 billones. Así las cosas, solo en estos tres años el FEPC acumulará un déficit superior a $9 billones.

*Se corrigió el cargo de Arce a exministro.