Continúa el tira y afloje entre el Gobierno y gremios por la crisis del gas en el país | El Nuevo Siglo
PARA EL país es fundamental incrementar las reservas de gas para poder garantizar la seguridad energética. /AFP
Martes, 22 de Octubre de 2024
Redacción Economía

EL RACIONAMIENTO de gas natural que llevará a cabo el Gobierno nacional, entre el 31 de octubre y el 4 de octubre, sacó a la luz las profundas divergencias sobre cuál es la realidad sobre el abastecimiento del combustible y las necesidades del país.

De acuerdo con el Ministerio de Minas, el racionamiento se llevará a cabo de manera gradual y es el correspondiente a este año de la Regasificadora del Caribe (SPEC), que desde 2016 permite al país importar gas, hoy abastece las plantas térmicas de Termoflores, TEBSA y Termocandelaria. De manera que, con esta medida se busca establecer fuentes que puedan proveer de gas natural a esas térmicas para evitar que se apaguen, durante el periodo de revisión y control.

No obstante, para varios gremios de la energía y del gas, aprovecharon la ocasión para recordarle al Gobierno que, según sus cuentas, con estos racionamientos comienza el país a padecer un desabastecimiento y que, según Naturgas, Colombia no tendría gas para atender el 12% de la demanda en 2025 y el 30% en 2026.

El consumo

Sin embargo, en las últimas horas, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho aseguró que, durante el racionamiento habrá una priorización que favorece el consumo de hogares y de pequeños comercios, así como el suministro a las generadoras térmicas. Y, añadió que, esta medida no tendrá ningún impacto en los precios del mercado de gas natural residencial:

Según explicó el ministro “esta medida lo que busca es garantizar que se priorice durante esos cuatro días la entrega de gas, los excedentes que podamos conseguir durante ese periodo para que precisamente no tengamos ningún desabastecimiento de energía eléctrica y por supuesto mantener los balances de tal manera que no afecte el gas del país”.

“El segundo mensaje es que esto no implica un racionamiento, no tiene nada que ver con los hogares ni con el comercio, sino que es un procedimiento que desarrollamos especialmente con la industria de las grandes generadoras para garantizar, además de eso, la preparación a la sequía del 2025”, agregó. Pese a esto, el funcionario no descartó un desabastecimiento durante el racionamiento.

Demanda de energía

Dijo que eso dependerá en gran medida de la demanda de energía durante los cuatro días de mantenimiento. Esta demanda está relacionada, por ejemplo, a las temperaturas que se registren en la Costa Caribe, “pero, si llegamos a tener en algún momento en un pico del día una demanda fuerte, lo que vamos a necesitar es más gas para producir energía durante ese periodo de tiempo. Entonces, si necesitamos ese volumen disponible lo que hacemos es, del mercado priorizar el gas disponible para que se pueda atender ese parque de generación, esas térmicas y así garantizar que no tengamos ningún desabastecimiento”.

Las advertencias

Sandra Fonseca, directora de la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía), alertó sobre esta situación: “el ministerio nos confirma que habrá racionamiento de gas tal como lo damos advertido debido al mantenimiento de la rectificadora SPEC, esperamos que esta situación no se prolongue”.

La dirigente gremial dijo a los medios que esta situación “afecta a la industria, quien es el primero que raciona la generación térmica; aumentar los costos por los sustitutos aumenta el costo de energía eléctrica, y afecta la confiabilidad. Esto es una situación que debe resolverse estructuralmente, pues afecta la competitividad del país, afecta al empleo y afecta la producción industrial”.

Fonseca ya había señalado que el déficit de gas no es una amenaza futura para el 2025, sino una problemática que el país ya está enfrentando.

“Nos enfrentamos a una decisión difícil o suministramos gas a las plantas térmicas para que sigan generando energía, lo que implicaría racionar gas en otros sectores o detenemos las plantas y los niveles de los embalses descienden”, agregó la experta.

Actualmente el gas que abastece a las plantas térmicas de Colombia proviene en gran medida de la planta de SPEC; sin embargo, su capacidad de importación es limitada: puede regasificar hasta 450 millones de pies cúbicos de gas por día, de los cuales 400 millones ya están comprometidos para el funcionamiento de las plantas térmicas. Esto deja muy poco margen para otros sectores y demanda adicional.

Las importaciones

Por otra parte, la presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas, dijo a RCN radio que “sí o sí Colombia va a tener que importar gas desde diciembre”, y advirtió que el déficit para el próximo año será del 12%, pues no hubo ofertas nuevas para comercializar en 2025 y 2026.

“Finalizó el periodo de comercialización de gas natural de los campos de producción más grandes del país y no conocemos que se hubiese presentado una sola oferta para el 2025 y 2026”, sostuvo.

La dirigente dijo que las importaciones de gas podrían aumentar el precio de los servicios. De acuerdo a Murgas, “el incremento de las tarifas del usuario final puede estar entre el 20% y el 25%, pero si el 100% de los faltantes se llena con gas importado, ese incremento puede estar entre el 30% y 35%”.

Asimismo, señala que desde hace décadas existía autosuficiencia con el gas local. “Desde hace 45 años el resto de la demanda esencial e industrial, consumíamos gas local y esa autosuficiencia hoy se está perdiendo”.

Investigaciones

Por otra parte, en un trabajo para la Universidad Nacional, denominado “análisis de la seguridad energética en Colombia desde la cadena de suministro del gas natural”, realizado por Marylone Montoya, magíster en Ingeniería – Sistemas Energéticos, y conocido por EL NUEVO SIGLO, la investigadora proyectó un inminente desabastecimiento de gas natural para este año, basándose en un análisis de las reservas de gas existentes para la fecha, la demanda proyectada, es decir, el aumento de empresas y hogares con acceso al servicio, y las inversiones en exploración.

La investigadora destacó que, aunque en el pasado existía un equilibrio en la seguridad energética, hoy las reservas de gas están disminuyendo más rápido de lo que se esperaba, lo que derivaría en una grave escasez a corto plazo.

Según la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), en los últimos 10 años han disminuido las reservas probadas (yacimientos que tienen gas para extraer), al pasar de 5.727 gigapies cúbicos en 2015 a 2.817 (-51%) en 2023. Así mismo, de cada 10 pies cúbicos que se produjeron, se descubrieron o hicieron viables 3,6, por lo que indica que no se está reponiendo ni la mitad de lo que se produce.

“El modelo nos permitió simular distintos escenarios y los resultados fueron claros: si las inversiones en exploración y en técnicas de recobro mejorado no se incrementaban, las reservas actuales solo alcanzarían hasta 2024”, aseguró la investigadora Montoya.

El gas natural es un recurso esencial no solo para el abastecimiento energético del país, sino también para la economía nacional, ya que los hidrocarburos representan un 5% a 7% del producto interno bruto. La investigadora advierte que, pese a la importancia de este recurso, aún no existe una propuesta sólida de corto plazo que permita una transición hacia fuentes de energía alternativas.

Según su análisis, en 2030 Colombia enfrentaría a un desabastecimiento aún mayor si no se toman medidas urgentes. Aun con un incremento estimado del 20% las reservas probadas en su investigación solo garantizarían suministro hasta 2025.

Consumo gas

La exploración

El estudio envía un llamado a fomentar la inversión en la exploración de gas natural. Según sus cálculos, aumentar la tasa de éxito en la exploración del 2% al 8% permitiría extender significativamente las reservas del país. Sin embargo, este indicador también ha disminuido, al pasar de un 48% en 2022 a un 27% en 2023, según la ACP.

También menciona la importancia de mejorar los métodos de recobro mejorado como la fracturación hidráulica (fracking), una técnica utilizada para extraer petróleo y gas natural de formaciones rocosas profundas en el subsuelo que consiste en inyectar a alta presión una mezcla de agua, arena y productos químicos en la roca, lo que provoca la creación de pequeñas fracturas por donde el gas o el petróleo atrapados pueden fluir y ser extraídos.