* Colombia acelera integración comercial
* Japón, China, Vietnam, Corea, Indonesia...
La agitada agenda noticiosa de la semana pasada, en la que se mezclaron desde la anulación de la elección de la Fiscal General y los problemas de orden público hasta los debates por el anuncio de las Farc en torno de abandonar la práctica del secuestro extorsivo, sacó del foco de la opinión pública hechos importantes que deben ser objeto de análisis y ponderación. Uno de ellos, los resultados de la gira de la Canciller colombiana por Asia. Muchas veces desde estás páginas hemos reclamado que la diplomacia de nuestro país debe enfocarse no sólo en el tradicional perfil geopolítico, sino preferentemente en el comercial, más aún ahora que la economía local hace parte del grupo de las emergentes, es decir, de aquellas naciones que lograron en la última década niveles de producción, inversión, estabilidad, seguridad jurídica e internacionalización sorprendentes.
La ministra de Relaciones Exteriores hizo un periplo por Japón, Vietnam y China cuyo objetivo era primordialmente impulsar una mayor integración económica y comercial con los países asiáticos, sin duda el principal y más interesante mercado a escala global.
Es claro que Colombia tiene urgencia de aterrizar una hoja de ruta más concreta para su inserción en la región Asia-Pacífico y que para ello debe acelerar tratados de integración comercial, pactos de protección de inversiones, acuerdos de complementación y asociación en materia de compra y venta de productos, transferencia tecnológica así como de financiación de infraestructura y proyectos a mediano y largo plazos. De allí la importancia estratégica para nuestro país de avanzar en el Acuerdo de Asociación Económica con Japón, los nuevos pactos en agricultura, cooperación tecnológica y de inversiones con Vietnam o de los avances con China respecto a acuerdos de carácter económico y de inversión bilateral, los cuales son prioritarios pues el país asiático es nuestro segundo socio comercial y sus empresarios muestran especial interés en participar de proyectos locales en materia de desarrollo de infraestructura y recursos energéticos. Incluso, se pactó el envío a esa nación de una misión técnica con los viceministros de Minas y Energía, Infraestructura y Agricultura.
Aunque falta mucho camino por recorrer y otras naciones nos llevan ventaja, está definido que estos esfuerzos van bien encaminados y deben profundizarse lo más posible. Ya nadie duda de que la región Asia-Pacífico es fundamental en la estrategia de internacionalización y diversificación de la oferta exportadora colombiana. No se puede olvidar, por ejemplo, que del grupo Civets (que reúne a las seis economías de mayor proyección) hacen parte Colombia y dos asiáticas: Indonesia y Vietnam.
Por lo mismo, así como resultan trascendentales los procesos que se adelantan con Japón, China y Vietnam, es fundamental culminar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con Corea, que arriba a la sexta ronda y tiene a los respectivos equipos discutiendo el complejo tema de acceso a mercados para bienes agrícolas e industriales. Aquí hay ya 14 capítulos concluidos. Con Indonesia también se plantearon en diciembre pasos para aumentar el comercio bilateral.
En esta misma ruta de integración con el mercado asiático resultó clave la decisión de la Corte Constitucional de avalar la Ley del Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (Appri) entre Colombia y la India, que no sólo es el segundo país de mayor población mundial sino líder en desarrollo y prestación de servicios globales.
En el aterrizaje comercial en Asia-Pacífico es clave, además, que se acelere el arranque de la llamada Área de Integración Profunda (AIP), que reúne a los países latinoamericanos con cuenca sobre ese océano, como México, Perú y Chile. Por igual, debe hacerse más dinámico el accionar colombiano en Foro de Cooperación Económica de Asía Pacífico (APEC).
Como se ve, la agenda comercial colombiana es muy ambiciosa pero sólo en la medida en que los esfuerzos se redoblen y los pactos y acuerdos se vayan concretando el país podrá seguir dando resultados como el de 2011, cuando las ventas al exterior crecieron un 43 por ciento, llegando a casi 57 mil millones de dólares, y ubicaron a nuestra nación como la tercera en todo el planeta en materia de exportación de bienes.