Caos y anarquía persisten en Libia | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Junio de 2014

Hace  tres años en Libia cayó el régimen de Muamar Gadafi. El dictador durante varios días trató de esconderse y escapar del país. Una turba lo descubrió y le dio muerte.

Luego de derribado el gobierno del coronel que se mantuvo en el poder por cuatro décadas vino una situación de desorden y caos que no han podido solucionar quienes manejan ahora la política en el país africano. Es una nación donde actualmente reina la anarquía. No se ha constituido un gobierno con capacidad decisoria. Existe un ‘Congreso General Nacional’ que funge como Parlamento desde el derrocamiento de Gadafi. Este Legislativo no ha podido hacer nada. El remedo de gobierno es impotente para enfrentar a las milicias creadas por antiguos rebeldes que desafían al Estado.                 

La Alta Comisión Electoral de Libia ha anunciado que las elecciones legislativas se realizarán el 25 de junio, tal y como estaba previsto, a pesar de la crisis política que atraviesa el país.

El presidente del organismo, Imad al Sayeh, ha recalcado que la reciente jornada era la última para aceptar el registro de votantes y ha cifrado en 1.450.000 el número de inscritos, si bien la lista definitiva será publicada mañana. Los libios en el exterior podrán votar de manera anticipada entre el 21 y 22 de junio en 22 colegios electorales establecidos en trece países.

Se debe destacar el mensaje a a la la población para que tome la iniciativa de ejercer su derecho al voto y que acabe con los intentos de "aquellos que intentan consfiscarles este derecho". "Las naciones se construyen a través de la participación y el diálogo", ha remachado. Las elecciones tienen como objetivo elegir a los sustitutos del Congreso General Nacional, que ha ejercido como Parlamento interino desde la caída de Gadafi en 2011.

Una muestra del desorden en este país. Los funcionarios son nombrados, renuncian, o los destituyen. Lo que allí ocurre debe motivar el interés de la comunidad internacional. Hoy atenta a lo que pasa en Ucrania, también en Afganistán y el golpe de Estado en Tailandia. Sin embargo la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, a instado a los partidos políticos en Libia a “respetar el Estado de derecho y los procedimientos democráticos”. Para la Unión Europea es fundamental “que se celebren elecciones parlamentrias cuanto antes”, enfatizó la alta funcionaria europea. 

La división es patente entre el Gobierno y el Congreso General Nacional (CGN). El propio Parlamento permanece, a su vez, separado entre facciones islamistas y fuerzas más moderadas, así como entre distintos grupos regionales y tribales, lo que limita la toma de decisiones.

La parálisis es tal que la Cámara no ha aprobado los presupuestos ni ha confirmado la composición del Gobierno del nuevo primer ministro, Ahmed Maitiq, designado tras una caótica votación.

La situación se ha visto agravada por la ofensiva lanzada en la localidad de Benghazi por el exgeneral Halifa Haftar y soldados leales a su mando contra los grupos islamistas presentes en la ciudad. Estos grupos han denunciado los ataques y han prometido responder. Las cosas tienden a complicarse por las diversas tendencias de grupos y facciones. El general retirado Jalifa Hifter, que hace pocos días encabezó un intento de golpe de Estado contra el Parlamento elegido tras la caída en 2011 del dictador Muamar Gadafi, está consiguiendo apoyos. Tiene un pasado de 70 años y una carrera en el Ejército y en el exilio que le retrata como un militar, sobre todo, muy antiislamista, amigo y próximo a los Estados Unidos e incluso a la CIA.

En todo caso lo importante es que se celebren elecciones para que de ellas salga un verdadero Parlamento fortalecido por la voluntad popular y después se convoque a comicios presidenciales y que de ellos salga un Jefe de Estado legítimo para que LIbia recupere la estabilidad y el orden.