Construcción de 1. ª línea del metro de Bogotá llega a 50% | El Nuevo Siglo
/Foto Alcaldía
Lunes, 24 de Febrero de 2025

Una de las principales obras de infraestructura del país se encuentra a punto de llegar al 50% del proceso de construcción. Se trata de la primera línea del Metro de Bogotá que, según el alcalde Carlos Fernando Galán, estaría cerrando febrero con el hito de llegar a la mitad del cronograma. Asimismo, con el ritmo actual de las obras es muy posible que en 2025 termine alrededor del 70%.

Entre los últimos hechos a destacar están que ya se tienen tres kilómetros de viaducto construidos que hoy pueden ser apreciados por todos los capitalinos. De igual manera, arrancó la instalación de los primeros rieles de la primera línea, en tanto que en septiembre de este año comenzarán a llegar desde China los primeros trenes del sistema.

A ello se suma que se finalizó en días pasados la estructura en concreto de la primera estación, ubicada en la av. Villavicencio entre la carrera 94 y la 93. Del mismo modo, inició la edificación del viaducto en la avenida Caracas entre calles Primera y 11, mientras que avanza a buen ritmo el de avenida Villavicencio, entre otros.

En cuanto a las obras complementarias es clave la reciente entrada en servicio del intercambiador vial de la calle 72, un paso a desnivel que lleva de esta avenida a la Caracas. Es una obra vital por cuanto permitirá la movilidad en tres niveles: subterráneo, en donde transitarán los automóviles; a superficie normal circularán los peatones, ciclistas y rodará prioritariamente Transmilenio. Y en el tercer nivel, el elevado, irán los vagones del Metro.

Visto todo lo anterior, resulta ilógico que desde el Gobierno nacional se insista en la desgastada, improcedente y caprichosa tesis de modificar el trazado de esta primera línea. Con un proyecto avanzado en el 50% proceder a soterrar una parte de la primera línea no solo constituiría un duro golpe al ritmo de la megaobra, sino que implicaría una pérdida de recursos muy cuantiosa que, obviamente, terminaría siendo pagada con recursos públicos, es decir con dinero de todos los colombianos.

Lejos de seguir poniéndole zancadilla al proyecto de la primera línea del Metro, incluso mediante la congelación o demora de los giros de la nación, contrariando las obligaciones contractuales, lo que se esperaría de la Casa de Nariño es un apoyo total y decidido a una construcción que jalonando una decaída economía y generando muchos empleos.