El Papa en Tierra Santa | El Nuevo Siglo
Sábado, 24 de Mayo de 2014

*La civilización occidental

*Conflicto y petróleo

 

La  Tierra Santa es el centro mítico del cristianismo, donde nació, creció, se formó y actuó Jesús, dando lugar con su ejemplo y la prédica de su evangelio dedicado en especial a los humildes a la formación de la religión católica. Antes del nacimiento de Jesús la región era uno de los lugares más extremos del Imperio Romano, donde árabes y judíos estaban bajo el dominio de las legiones imperiales que respetaban los antiguos credos de unos y otros. Hasta la aparición de Jesús no existía el culto a un solo Dios, en cuanto los romanos practicaban el paganismo y los pueblos a los que mantenía sometidos o ligados por alianzas solían adorar ídolos falsos. En la sociedad antigua se practicaba la dura e implacable Ley del Talión, tanto por los judíos como por los árabes, que para castigar los delitos graves apelaban a la pena de muerte. Los pueblos y las tribus de la zona vivían en guerra casi permanente, por lo que naciones enteras caían en el vasallaje y la ominosa esclavitud. Se trataba de aplicar la ley del más fuerte, cuyos códigos eran los dictados por los caudillos a los pueblos a los que sometían.

Jerusalén, cuando nace Jesús, era por entonces una minúscula aldea perdida en el mapa, un cruce de caminos en donde los romanos permitían que árabes y judíos convivieran sometidos a la ley de Roma. La llegada del Mesías, presentido y anunciado por la leyenda, convierte esa aldea en la cuna de la religión más importante del orbe, en cuanto se desplaza a Occidente y se constituye en el centro de lo que se conoce como civilización occidental, que no lo sería del todo sin el aporte ecuménico del cristianismo. Existe un antes y un después, con la aparición de la doctrina cristiana. En cuanto la idea del perdón de los pecados era algo impensable hasta ese momento. La prédica de Jesús se convierte en la verdad revelada y da origen a una nueva concepción del mundo expresada en  términos  elementales  y sencillos, sobre los que se edifica la Iglesia Católica. En sus inicios es la religión de los esclavos, los desposeídos, los humildes y aquellos considerados débiles por cuando quieren hacer el bien, practicar la moral cristina y ofrendar su vida de ser preciso por el legado de salvación de la humanidad. Sus seguidores se extienden a Roma, donde son perseguidos por las autoridades imperiales, sin aceptar renegar  del nuevo credo para salvar la vida. Sus verdugos no salen de la sorpresa al ver cómo se afincan en sus creencias y prefieren ser torturados, quemados vivos o devorados por las fieras, que desertar. Las noticias vuelan y con el tiempo el Imperio es horadado por el cristianismo, los nobles, los generales, los legionarios, los romanos en general y los emperadores se hacen católicos. San Pedro, instala la Iglesia en Roma, que desde entonces extiende su influjo universal.

El Papa Francisco, quien vuelve por las raíces de la humildad cristiana, resuelve celebrar la actual peregrinación a Tierra Santa, para señalar a todos su fidelidad al legado de Cristo, que comienza por demostrar la propia independencia frente al consumismo, el lujo y las tentaciones del poder mundano. Conmemora, también, la visita del Papa Paulo VI a Jerusalén, quien se reunió con el patriarca Antenágoras, por lo que el actual Pontífice tiene previsto un encuentro ecuménico con el patriarca Bartolomé de Constantinopla y los jerarcas de otras religiones. La visita al Santo Sepulcro es fundamental en este periplo papal. Se trata del cuarto Pontífice que viaja a Tierra Santa,

La visita de Francisco llega en momentos en los cuales el Medio Oriente sigue en crisis permanente, incluso en Israel los más ortodoxos se oponen a ser incorporados al Ejército, en tanto el Gobierno considera que no deben existir excepciones en cuanto a alistar a los ciudadanos del Estado de Israel al Ejército nacional, dada la amenaza permanente de guerra en las fronteras. Fuera de lo religioso está de por medio la política mundial, puesto que en esa zona los países árabes de la vecindad cuentan con reservas mundiales de crudo de un  70%. Lo que determina que a cada crisis en la región la economía global se resienta  y que  el peligro de una guerra atroz se extienda por el planeta. Razón de más para esperar que la intervención pacifista de Francisco alivie la tensión.