Golpe de mano a carestía de agroinsumos | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Mayo de 2014

Las  medidas anunciadas por el Ministerio de Agricultura para abaratar el costo de los insumos para el sector así como facilitar al campesinado la compra de los mismos, son claramente revolucionarias y ponen sobre el tapete que el apoyo al campo en este Gobierno no tiene antecedentes.

El peso del alto costo de los insumos en la canasta de precios del sector agropecuario en Colombia siempre ha sido muy alto y en no pocas ocasiones se ha denunciado que los valores que se cobran al consumidor final en nuestro país son marcadamente superiores a los existentes en naciones de la región.

En el marco del Pacto Nacional Agrario suscrito por el Ejecutivo a finales del año pasado, tras el paro de agosto y septiembre, una nueva regulación en cuanto al precio y el acceso a los insumos fue uno de los compromisos más importantes que empezó a aterrizarse en medidas concretas y medibles y que esta semana tuvieron un nuevo y definitivo envión.

Según lo anunciado por esa cartera ministerial las nuevas directrices permitirán romper la cadena de intermediarios en el negocio de los agroinsumos y reducir los precios de éstos entre un 25 y 35 por ciento, como mínimo.

Se trata de medidas transversales que van desde facilidades para la importación de plaguicidas, además de soluciones financieras a los pequeños, medianos y grandes productores del campo, todas destinadas a procurar acceso a crédito oportuno dirigido a la compra de insumos de contado y a menores precios.

Por ejemplo, la Cámara de Procultivos de la ANDI se comprometió a ceder a las asociaciones de productores o gremios los registros nacionales de plaguicidas a través de cartas de autorización, sin costo alguno. Esto es clave toda vez que estos registros son la condición básica para la importación de plaguicidas, pues garantizan el cumplimiento de los estándares ambientales, la protección de la salud pública y la eficacia agronómica del insumo, acorde con lo mandado por normas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Ahora corresponde a esas asociaciones cumplir los requisitos y organizarse. Aquí el apoyo de los gremios sectoriales y del propio Gobierno es fundamental para que en pocos meses los productores del campo puedan importar los insumos a precios, por lo menos, un tercio inferiores a los cobrados hoy día.

Sin embargo, de poco sirve crear una herramienta para el campesino mediano o pequeño, si no se le facilitan recursos para poder utilizarla. De allí la importancia de que además de la importación directa las asociaciones y el campesinado pueda acceder de manera rápida y sin mayores trámites a una nueva línea de crédito, a bajas tasas y con otros beneficios, para comprar los insumos agropecuarios. De esta forma podrán adquirirlos y pagarlos directamente al proveedor en Colombia o en el exterior, saltándose así la costosa cadena de intermediación.

Obviamente para que esto sea posible, no sólo se requerirá de la eficiencia del Banco Agrario y de Finagro sino que los productores se asocien, toda vez que los precios, como en todo negocio de oferta y demanda, siempre son más bajos por volumen de compra, pronto pago y eliminación de la cadena de intermediarios.

Como se dijo, lo importante aquí es que este nuevo paquete de medidas para abaratar la compra de los agroinsumos y el acceso rápido a los mismos se socialice rápidamente. Los gremios y las asociaciones son claves en este proceso, así como las respectivas entidades financieras que trabajarán en esta línea de créditos. Igual, tiene que promoverse la asociatividad entre los productores pequeños. La herramienta, pues, está dada, ahora debe enseñarse cómo utilizarla.