La apuesta en el ingreso per cápita | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Junio de 2014

Para  que en una economía se puedan hacer apuestas de largo plazo, lo primero que debe existir es la seguridad de la vocación de permanencia y estabilidad en las políticas micro y macro. De lo contrario, toda protección que se realice termina siendo un albur.

Y es allí, precisamente, en donde debe destacarse el anuncio que hiciera esta semana el ministro de Hacienda en el sentido de que el buen momento económico del país le permite al Gobierno nacional proyectar que el ingreso per cápita de los ciudadanos podrá elevarse hasta US$ 20.000 en el año 2024.

De acuerdo con el alto funcionario, si Colombia logra un punto adicional de crecimiento al año por cuenta de las obras de infraestructura de Cuarta Generación, para el 2018 el ingreso per cápita subiría a US$11.700 y a 10 años, es decir, el 2024, se podría llegar a US$ 20.000 por habitante, un nivel similar al que hoy tienen naciones como Portugal, por ejemplo.

Al intervenir en el foro económico organizado por ANIF y Fedesarrollo, el ministro recalcó que entre enero y mayo de 2014 el país logró aumentar el recaudo tributario 13,9% hasta $ 50,9 billones, en comparación con los $ 44,7 billones del mismo período de 2013.

Para el titular de la cartera de finanzas esos indicadores se complementan con el buen manejo de la política económica y le permiten al país ejecutar estrategias sociales que beneficien a la población más necesitada en todas las regiones de la nación.

Tras señalar que la economía colombiana pasa por uno de sus mejores momentos de toda la historia, y que ello se prueba en las mejores calificaciones internacionales, buenas  cifras fiscales y una senda de sostenibilidad de las finanzas públicas, el titular de Hacienda resaltó que la Nación lidera con un 4,5% las perspectivas de crecimiento económico en 2014 dentro de los países que integran la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), mientras que es la quinta con mayores expectativas para la revista The Economist con 4,6%.

Apostar a un aumento del ingreso per cápita como el señalado por el ministro de Hacienda es, sin duda, poner un punto muy alto. Sin embargo, es claro aquí que no se está pensando con el deseo en la medida en que si algo ha caracterizado a la economía colombiana en los últimos años es la estabilidad, a diferencia de lo que ocurre en países de nuestro propio continente en los que los altibajos en los principales indicadores micro y macro son la constante, amén de bandazos en política cambiaria, arancelaria, de coberturas y un vaivén permanente en materia tributaria así como de incentivos y desincentivos a los principales rubros productivos.

Y es, precisamente, esa estabilidad estructural en la economía la que le permite a Colombia poder blindarse en alguna proporción frente a las coyunturas internacionales, como aquellas ocurridas en el último quinquenio por las crisis recesivas en Europa y Estados Unidos, especialmente. Es más, cada vez que se habla sobre cómo analizar el nivel de crecimiento del PIB de tal o cual país, los tratadistas no dudan en advertir que se confía más en una economía que presente porcentajes positivos y constantes de aumento, así sean lentos pero sostenidos, que en aquellas economías que de un año a otro registran altibajos muy marcados, pues evidencian inestabilidad y primacía de lo coyuntural en el manejo económico.

En ese orden de ideas, lo único que puede producir la apuesta del ministro de Hacienda sobre el ingreso per cápita en Colombia en la próxima década es, precisamente, optimismo.