EL  cine manito ha producido casi desde los comienzos del siglo pasado insignes directores, actores y creativos que inmortalizan su producción, pese a algunos altibajos en el curso del tiempo, que se conocen como las “etapas oscuras”. Pero aun así no dejaron de aparecer en todas las ocasiones figuras del celuloide que se convirtieron en ídolos de multitudes en todo el continente y otras latitudes.

El cine mexicano incursionó con enorme éxito en el nacionalismo que reivindica la rica historia de ese país, su música y las tradiciones más arraigadas. En Colombia, por ejemplo, el público colmaba los teatros para ver las películas mexicanas y sus actores y actrices preferidas. Ese afecto por México y sus artistas se transmite de generación en generación. Y esa empatía también llevó a que varios de nuestros más prestigiosos escritores y figuras de la política emigraran al país centroamericano en donde residieron por largas temporadas, al punto de considerarla como su segunda patria.

Todo ello explica por qué en nuestro país y gran parte de Latinoamérica la memorable jornada de la entrega de los Premios Oscar, el pasado domingo, se convirtió en un acontecimiento de mucha audiencia en todo el continente de habla hispana, al tiempo que se celebró  como propio y con legítimo orgullo el ver a un latinoamericano llevarse el mayor honor que la meca del cine concede a los directores, productores, actores y todos los que tienen que ver con la gran industria del celuloide.

En esta entrega número 87, el Oscar que se esperaba con mayor ansiedad, y que consiguió atronadores aplausos, fue el otorgado a la Mejor Película. El laureado no podía ser otro que Alejandro González Iñárritu por su cinta Birdman. Es el primer latino en lograr tal honor. Las categorías del Mejor Director y Mejor Guion Original también se le otorgaron a la misma película y ambas fueron recibidas por el directormanito. Y sumó la de mejor cinematografía.

Atraviesa, en consecuencia, el cine mexicano por un momento estelar y son varios los directores y artistas de ese país que atraen la atención mundial, dado que no se trata de un cine puramente comercial sino que va más lejos y linda con las obras de arte.