Ofensiva contra VIH en Latinoamérica | El Nuevo Siglo
Jueves, 29 de Mayo de 2014

Desde  cuando fue descubierto el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida -SIDA-, la comunidad científica empezó a trabajar en la búsqueda de una vacuna o fármaco contra el mal. E, virus VIH infecta específicamente los linfocitos T facilitadores (o linfocitos T4), una clase de linfocitos (que pertenecen al grupo de los glóbulos blancos sanguíneos) que desempeñan papel primordial en la coordinación de las defensas inmunes del organismo. En ese estado de inmunodeficiencia adquirida, la víctima se torna vulnerable a infecciones oportunistas. Aún no se ha encontrado una vacuna. Se están aplicando tratamientos especiales contra el virus, como la acidotimidina (AZT), también sustancias para enfrentar las infecciones. Se logra mejorar la calidad de vida de los afectados y prolongarla, no obstante el mal sigue latente.

Ahora se reactiva la campaña de la ONU -Onusida- OPS-OMS-Onusida, con el fin de reducir las nuevas infecciones por VIH, mejorar la calidad de vida de personas que han contraído el SIDA, y reducir la mortalidad. Los países de la América Latina y el Caribe se trazaron nuevas metas en la lucha contra la enfermedad proyectadas hacia 2020, para incrementar el diagnóstico, aumentar el número de personas bajo tratamiento retroviral. La iniciativa apunta a controlar la epidemia del VIH en la zona del Caribe y Latinoamérica.          

Las metas -denominadas “90-90-90” por las mejoras cuantitativas que se proponen- fueron acordadas durante el Primer Foro Latinoamericano y del Caribe sobre el Continuo de Atención del VIH, que se desarrolló hasta el 28 de mayo en Ciudad de México, organizado por un conjunto de socios, entre ellos la Secretaría de Salud de México, Onusida y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).

‘La expansión del diagnóstico tempranos combina los beneficios clínicos individuales del tratamiento con los beneficios de prevención de la transmisión a nivel de población’, sostuvo César Núñez, director regional de Onusida para América Latina.

Es de esperar que esta ofensiva contra el mal del milenio logre disminuir la incidencia de esta terrible enfermedad en la región, que cada año registra alto número de infectados.  

Alrededor de 1,8 millones de personas vivían con el VIH en América Latina y el Caribe en 2012. Ese año hubo aproximadamente 98.000 nuevas infecciones, según Onusida. Entre las metas: Aumentar al 90% la proporción de personas con VIH que conoce su diagnóstico. Esto es muy importante. Nuevas estimaciones de 2013 de la OPS/OMS, calculan que el 70% de las personas que viven con VIH en la zona sabe adquirió la infección. Este cálculo se basa en información de países que representan el 62% del total de la epidemia. Sin embargo, en algunos menos de la mitad conoce su diagnóstico de VIH. Ampliarlo contribuirá a que quienes viven con el virus accedan a servicios de atención y tratamiento que requieran. Otra meta: Aumentar al 90% la proporción de personas bajo tratamiento antirretroviral

La cobertura de tratamiento en la región fue la más alta de todas las partes del mundo entre los países de ingreso mediano y bajo.

Ampliar el tratamiento contribuirá a mejorar la salud de las personas con VIH, reducir infecciones asociadas al SIDA y prevenir nuevas. Los países acordaron revisar sus modelos de atención con el objetivo de hacerlos más accesibles a los pacientes. Combatir el estigma es otra de las barreras a superar.

Una de las metas acordadas buscará reducir diagnósticos tardíos. Al 2013, la mitad de los países que proveen datos reportaban que al menos un tercio de las personas con VIH tenían un estado avanzado de deterioro inmunológico en el momento de su diagnóstico.

El Foro Latinoamericano y del Caribe sobre el Continuo de Atención del VIH fue organizado también por el gobierno de Brasil, el Programa Presidencial de Emergencia de Asistencia para el SIDA de EE.UU. (Pepfar, por su sigla en inglés), el Grupo de Cooperación Técnica Horizontal (GCTH), la Fundación para el Cuidado de la Salud de las Personas con Sida (AHF, por su sigla en inglés), y la Asociación Internacional de Médicos en el Cuidado del SIDA (Iapac, por su sigla en inglés).