Clave el sistema de búsqueda, testeo y aislamiento
Menos restricciones no es regreso a la normalidad
Después de padecer durante más de cuatro meses la pandemia del Covid-19 y con ella un infierno de enfermedad y muerte, destrucción de la economía y una de las peores crisis sociales de su historia, España levantó el pasado 21 de junio el estado de alarma y dio paso a “la nueva normalidad”.
Hoy, sin embargo, sus habitantes están sumidos de nuevo en la tragedia. Los rebrotes de virus en varias regiones vuelven a generar muerte, zozobra y desconsuelo. Y, de igual manera, se repiten desde diferentes ámbitos -ciencia, medios, academia- críticas a las autoridades sanitarias y los gobiernos Nacional y autonómicos.
Los principales cuestionamientos apuntan a que faltó planificación en el desconfinamiento, al no considerar las debilidades en el sistema prioritario de rastreo, testeo, aislamiento y apoyo sanitario complementario. Se enfrenta, además, una dramática escasez de talento en salud, en particular de personal de búsqueda activa, el eslabón clave para detectar, aislar y contener los nuevos brotes. Estas fallas son las explican por qué, a diferencia de Italia o Portugal, que han logrado buenos resultados tras ablandar la restricciones, España ve asomar otra vez la tragedia.
La Organización Mundial de la Salud ha reiterado alertas tempranas a todos los gobiernos en torno a los riesgos y dificultades que implica levantar restricciones sanitarias antes de tiempo. También recalca que reducir las cuarentenas y otras prohibiciones no equivale a regresar a la normalidad que existía antes de la pandemia, sino transitar hacia una nueva realidad en la cual tanto las autoridades como la población deben estar listos para restablecer cuidados extremos en cualquier momento.
Hace pocos días la prestigiosa revista The Lancet publicó el estudio de un grupo de epidemiólogos acerca de casos exitosos y fracasos de varios países en el desconfinamiento. Concluyeron que las principales diferencias entre ganadores y perdedores radican en el rigor con que se apliquen las medidas sanitarias y de bioseguridad en medio de dicho desmonte.
Gracias a sus avanzadas tecnologías de vigilancia sanitaria y a la actitud de sus habitantes que no se resisten a ser monitoreados, naciones como China, Singapur, Corea y otras de Asia son altamente eficientes en rastreo, testeo y aislamiento. Además, realizaron este último en un entorno hospitalario y no en casas. Obviamente esta región cuenta con experiencias previas en el manejo de epidemias -Sars 2003, Mers 2015-, obligando en su momento a realizar importantes inversiones para fortalecer sus sistemas de salud. En contraste, la pandemia sorprendió a Europa y América con la guardia baja en esa materia.
Muchos aspectos fundamentales del Covid-19 continúan siendo un misterio para la ciencia pero estos meses de lucha han aportado lecciones importantes. Además de la imperiosa necesidad de tener sistemas robustos de rastreo, testeo, aislamiento y soporte sanitario, se requiere -según el citado estudio- que los gobiernos tengan un plan detallado para enfrentar el peor escenario posible, con estrategias y fases estructuradas que deben activarse antes de empezar a reducir las restricciones. Se recomienda, además, involucrar a las comunidades -en particular a las más vulnerables-, no relajar en ningún caso las medidas de bioseguridad y disminución del riesgo de transmisión, en especial los límites a la interacción social, así como insistir en que el uso tapabocas es fundamental. Todo esto, en el caso de Alemania por ejemplo, ha sido determinante para reducir entre 40 y 60% el contagio.
Como ocurrió en otros países, levantar las restricciones tuvo en España como motivo principal reducir el impacto sobre la economía. Pero el tamaño del rebrote -más de 100 mil casos tan solo en Madrid desde el pasado primero de agosto- confirma la advertencia de la OMS acerca del peligro de levantar las restricciones antes de tiempo. Lo que, a la larga, desemboca en una alteración mayor de las actividades y el riesgo de un impacto económico más severo y prolongado. En algunas ciudades se cometieron errores como cerrar los parques y al mismo tiempo abrir bares y restaurantes, o no establecer controles severos para evitar la congestión en los sistemas de transporte público. En Madrid otro elemento que ha tenido una influencia perversa para reavivar la pandemia es que las autoridades del municipio, afiliadas al Partido Popular, no actúan coordinadamente ni en la misma dirección con el gobierno nacional -del PSOE-.
España, que comenzó algunas semanas antes que nosotros su martirio con la pandemia, ha sido un referente importante para nuestra estrategia. Y lo debe ser para prevenir y ojalá conjurar rebrotes, máxime cuando Cali, San Andrés y otros ocho municipios muestran índices preocupantes de infectados y de muertes. Es casi seguro que en los próximos días veamos las consecuencias de fenómenos como las movilizaciones callejeras o la indisciplina en fiestas y reuniones en nuestro país. Estamos en una transición que debe ser progresiva y rigurosa en cuanto a controles. Los autores del informe señalan cinco requisitos imprescindibles para ablandar las restricciones: conocimiento de los niveles reales de infección, participación de la ciudadanía, capacidad del sistema para vigilar la curva de contagios, eficiencia del sistema sanitario y medidas de control fronterizo. En cuestión de pocos días, la realidad nos dirá si lo estamos haciendo bien o mal.