Contrario a los gobiernos en donde prima la intoxicación ideológica, el populismo, la improvisación y el caprichismo dirigencial, en la teoría del Estado moderno la eficiencia en la gestión de la cosa pública parte de implementar políticas, obras y programas basados en información realista, objetiva y certera. En ese objetivo la interacción del sector privado, la academia y los centros de estudios especializados es clave.

Por lo mismo debe destacarse el rol cumplido por Probogotá Región, una fundación sin ánimo de lucro, de carácter privado e independiente que lleva una década aportando estudios y visiones de profundidad sobre las problemáticas y potencialidades de la capital del país y el área circundante.

Hoy es uno de los principales Think tank (tanques de pensamiento) de la ciudad-región, sumando análisis, enfoques, estudios e información detallada sobre política pública, economía, movilidad social, capacidad institucional, educación, inversión oficial y privada, así como sobre la evolución de los rubros de movilidad, seguridad, planificación urbana, servicios públicos, desarrollo sostenible y empresa privada… En fin, todos los tópicos que impactan la gobernanza de un conglomerado socioeconómico que concentra el 25% del PIB nacional, la quinta parte de la población y es el principal centro del poder, nodo de negocios y de oferta de productos, bienes y servicios en el país.

Así las cosas, al cumplir sus primeros 10 años de funcionamiento debe destacarse el aporte de Probogotá a la ciudad, Cundinamarca e incluso al país. Esto último porque muchas de las medidas de la ciudad región son replicadas en otras regiones colombianas.

Sin planificación de largo plazo, evaluación de políticas públicas de buen gobierno y focalización de esfuerzos privados y oficiales, resulta imposible avanzar hacia una ciudad con mejor calidad de vida, seguridad y aparato productivo. Una metrópoli moderna, inteligente y enrutada al desarrollo sostenible.