Realismo económico | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Junio de 2014

*La visión del Emisor

*El negocio de la paz

El  tema económico se constituye en el trasfondo del drama político que  sacude el país con miras a las elecciones del próximo domingo; por vez primera en los últimos tiempos se enfrentan por la Primera Magistratura dos exministros de economía, el hoy presidente candidato Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga. Con el aumento cada vez mayor de la población, el factor demográfico se convierte en uno  de los problemas vitales del país, por las exigencias y la presión de la población para mejorar sus niveles de vida, dado que el asunto  se agrava  por cuenta  de la violencia en las zonas de la periferia. Sin desarrollo económico, sin crecimiento de la economía, las nuevas generaciones no tendrían futuro. Ensayos de valiosos economistas como el premio Nobel Joseph Stiglitz, considerado uno de los más prestigiosos críticos de los excesos del neoliberalismo, hace unos meses de visita en Colombia, reconoció  el positivo manejo económico que el actual Gobierno le ha dado a la economía, al paso que advirtió de los peligros que avizora por cuenta de la enfermedad holandesa. El Gobierno, con razón, se ufana de haber sacado de la pobreza extrema a dos millones de colombianos, como de reducir el desempleo a 9.0 en abril de 2014. Y elevar el número de Familias en Acción a 2.6 millones y extender los beneficios a 1.102 municipios.

La revista londinense The Economist considera que la economía colombiana es de las más prometedoras de la región y exalta la labor gubernamental para favorecer y garantizar el ingreso de capitales, lo mismo que el esfuerzo para internacionalizar la economía, con la firma de varios TLC. Las publicaciones especializadas señalan el futuro promisorio que le ven a la Alianza del Pacífico, un esfuerzo para conquistar los mercados del Asia, en cual el presidente Santos espera que le produzca enormes beneficios, dado que allí se encuentra gran parte de los consumidores de materias primas nuestras. Para dar una idea de la dinámica del mercado asiático basta observar que China ocupa un primer lugar entre nuestros compradores, lo mismo que es el país con mayor potencial para nuestras exportaciones no solamente de materias primas, sino que se espera intensificar el envío de aceite de palma africana y otros productos. Cada día con más potencia los empresarios colombianos buscan competir en los mercados internacionales y productos como el café recobran los mercados externos.

El informe de la Junta Directiva del Banco de la República de este año al Congreso es positivo, en él plantea que nos beneficiará “un repunte del crecimiento mundial, fundamentado en la recuperación de las economías desarrolladas, y, en menor medida, por el dinamismo de los países emergentes. Se espera que la actividad económica en los Estados Unidos se acelere debido a la contribución positiva del sector privado, mediante el consumo de los hogares y de la inversión, y gracias a una disminución de los efectos contractivos del ajuste fiscal. Por su parte, la actividad real en la zona del euro seguirá recuperándose a un ritmo lento, apoyada en la mejora de empresarios y consumidores, así como en menores ajustes de las finanzas públicas”. Este será en gran medida el marco de influjo global en nuestra economía, al que debemos agregar, como lo reconoce el gerente del Emisor, José Darío Uribe, el factor decisivo en cuanto a lo que ocurra con el crecimiento de China. Si la economía china se desacelera un tanto, al tiempo que los Estados Unidos avanzan en autosuficiencia energética y pasan a exportar crudo, las variables económicas de nuestro país cambian de forma ostensible. De caer así sea de manera temporal los precios del petróleo, Colombia debe esforzarse por diversificar aún más sus exportaciones. Lo mismo que fomentar el crecimiento y la producción del agro, no solamente para el consumo interno, también con miras a exportar. Algo similar con respecto al dólar puede pasar si en el próximo  trimestre o en el siguiente la Reserva Federal sube la tasa de interés. Aún en esos dos escenarios la economía colombiana tiene grandes posibilidades, de mantenerse el manejo macroeconómico de la administración Santos al manejo de las finanzas públicas. Si bien la opción de renegociar algunos aspectos de los TLC, que plantea el candidato Óscar Iván Zuluaga, no deja de ser una alternativa en un momento dado.

Al consagrar la paz, como lo reconocen los políticos, hombres de negocios y economistas, las posibilidades económicas del país se multiplicarían, sería el mejor negocio que podemos hacer en décadas.