La bogotana Kelly Johanna Platero Villamil, con su obra “Aproximaciones poéticas a la davar divina” se clasificó entre los doce finalistas del XL Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística, cuyo ganador se conocerá el próximo lunes.
Tras un riguroso proceso de selección a las 278 obras participantes procedentes de 28 países, el jurado escogió la docena de trabajos entre el que está el de la colombiana, junto con autores de Argentina, Estados Unidos, Italia, México, Perú, Suiza y España.
La joven Platero Villamil es licenciada en educación básica con énfasis en educación artística, se desempeña como profesora de Drama. Ha explorado todos los lenguajes artísticos desde la creación y la pedagogía. Enamorada de la poesía mística y las diferentes expresiones de lo sagrado en el arte. Ha publicado dos poemas: “Opacidades” en la revista Gavia de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, su alma máter y en Echando lápiz, una publicación de punto de giro editores.
Ella compite con las otras 11 obras por el premio que se fallará el lunes y que está dotado de un estímulo económico de 7 mil euros, así como la edición de la obra ganadora y una medalla conmemorativa.
Las obras declaradas finalistas de este galardón que llega a su edición No.40, además de la de la colombiana son:
El delirio del barro, de Julio Estorino (Miami, EEUU; La luz silente de tus manos altas, de Francisco Jiménez Carretero (Albacete, España); Las terrazas misteriosas, de Iván Cabrera Cartaya (Tenerife, España), Mi voz en tu ribera, de Carlos Alberto González Varela (Santa Fe, Argentina); Nacida para adorarte, de Ingrid Zetterberg de Espinosa (Lima, Perú);Noventa y seis días y una confesión, de Eliana Cevallos Rojas (Zurich, Suiza) A solas con Dios, de Anely Fundora Moreno (Lagundo, Italia); El envés de la Cruz, de Mª del Pilar Martínez Barca (Zaragoza, España): De la confesión nocturna, de Mª del Carmen Rodríguez Nozal (Cuanthémoc, México) y La voz de tu latido, de Juan Antonio Ruíz Rodrigo (Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, España)
Este Premio que comenzara su andadura el 8 de diciembre de 1981 en el Salón de Actos del Ateneo de Madrid, ha ido adquiriendo a lo largo de estos cuarenta años de existencia, un prestigio y un reconocimiento a nivel mundial. Fernando Rielo lo creó con el objetivo de descubrir y promover a los poetas que unen en su obra su experiencia mística y una alta calidad literaria.