La Fundación Enrique Grau Araujo (Fega) eligió al Teatro Cafam para la presentación y lanzamiento oficial del documental “Eternamente Grau”, este viernes, 18 de diciembre. Esta producción, realizada por la compañía colombiana Doitsusei, se desarrolló con el fin de destacar la vida y obra del maestro Grau, en el marco de la celebración del centenario de su nacimiento.
El documental “Eternamente Grau” es un acercamiento íntimo al universo creativo de uno de los más grandes y completos artistas que ha dado Colombia. Esta producción es una mirada a su obra para que el espectador pueda disfrutar como un cómplice de su proceso creativo y su forma de trabajo. En este viaje por la vida de Enrique Grau se podrá descubrir en él a un ser humano inteligente, sensible y alegre, un excéntrico que vivió la vida como le gustaba y no como le tocaba: un hombre que conoció la libertad.
“Para el Teatro Cafam es un honor presentar el lanzamiento oficial del documental Eternamente Grau, el cual posteriormente será llevado a distintos festivales en Colombia y el exterior”, aseguró Fernando Barrero, director de cultura, relaciones públicas y medios de Cafam.
Este evento privado se llevará a las 5:30 pm en el Teatro Cafam. Luego del documental, en la Sala de Exposiciones Cafam se presentarán las obras originales de la Serie Mariamulatas del maestro y se ofrecerá un brindis en su honor.
Grau fue un pintor, dibujante y escultor nacido en Ciudad de Panamá de familia cartagenera, en 1920 y fallecido en Bogotá, en 2004... Básicamente autodidacta, Enrique Grau Araújo estudió en el Art Students League de Nueva York, entre 1940 y 1943, y en la Academia de San Marcos de Florencia, entre 1955 y 1956. Su vasta producción puede dividirse en dos amplios períodos. El primero va desde 1940 hasta comienzos de los años sesenta, y el segundo, desde esos años hasta la actualidad.
Previamente, de manera autodidacta, Grau ya ha realizado copias de los grandes maestros (El Greco, Rembrandt, Jean-Antoine Watteau), retratos de estrellas de cine y, especialmente, retratos de familiares y de las domésticas de su casa. La mención recibida le valió una beca para estudiar en el exterior. Grau escogió Nueva York, donde ingresó al Art Students League, en ese entonces con muy buenos profesores refugiados de la segunda Guerra Mundial.
Radicado en Florencia de 1955 a 1956, a donde fue a estudiar pintura mural en la Academia de San Marcos, Grau concreta lo más característico de la tercera fase de su proceso creativo: la recreación de la realidad a partir del cubismo. Desde entonces y hasta 1959, su obra se vuelve básicamente geométrica y, entre 1958 y 1959, próxima a la abstracción. Paralelamente, durante estos años Grau enseña en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional y en la Universidad de los Andes, y realiza escenografías para obras de teatro, llegando a ser, en 1954, Jefe del Departamento de Escenografía de la Televisora Nacional. Si los ensamblajes prolongan su producción de escenógrafo para la televisión, el cine y el teatro, los bronces pintados extienden los temas de sus cuadros. Estos trabajos, modelados íntegramente por el artista, trasladan al espacio real los cuerpos y los objetos aparentes de sus pinturas, que siempre se distinguen por la exageración y el hedonismo de su plasticidad.