En un año en el que lamentablemente se han disparado los índices de siniestralidad vial, hay que activar todas las precauciones para disminuir al máximo el riesgo de accidentes, sobre todo con el aumento de la movilización por cuenta de las festividades de fin y cambio de año.
En ese orden de ideas, debe destacarse que la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Superintendencia de Transporte emitieran una circular en la que establecen una serie de medidas para que sean adoptadas por las autoridades de tránsito y gobiernos locales en todo el territorio nacional.
Se instó a esas instancias a implementar medidas concretas de coordinación institucional y de fortalecimiento de control operativo para evitar la ocurrencia de siniestros viales, especialmente en los lugares que se han identificado con mayor riesgo. Allí deben desarrollarse estrategias con enfoque predictivo y orientadas por los criterios de especificidad.
Por ejemplo, se pide incrementar los operativos de control los viernes, sábados y domingos, en especial los días de pago de quincena, en puntos críticos. Hay que controlar los principales factores de riesgo, especialmente el no uso del casco, el consumo de alcohol, movilizarse sin luces y sin chalecos reflectivos en motocicletas, la violación de los topes de velocidad o no tener la revisión técnico-mecánica al día.
De igual manera, es imperativo utilizar los equipos tecnológicos con que cuente cada organismo de tránsito, como alcohosensores y cinemómetros, entre otros. También debe disponerse el máximo recurso humano.
Todo ello se ordena en el marco de la campaña “¡Hagamos de la vida una fiesta! Celebra la vida en Navidad”. Se estima que, alrededor de 14,7 millones de viajeros se transporten en 1,6 millones de vehículos durante la temporada.