EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo podría definir en este momento a la organización armada denominada Segunda Marquetalia, con la que el gobierno Petro inició un proceso de diálogo?
CARLOS CHACÓN: Es un grupo que surgió después de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc. Está conformado por aquellos que decidieron seguir vinculados al negocio del narcotráfico y que usaron como excusa un supuesto entrampamiento.
Hago énfasis en lo de ‘supuesto’ porque, a pesar de que se había firmado la paz y se habían asumido compromisos con el Estado para dejar de delinquir, lo siguieron haciendo. Luego, dijeron que era el Estado el que les había hecho una trampa y que, por lo tanto, volvían a las armas.
ENS: ¿Cuáles serían las repercusiones de un cese al fuego con este grupo al margen de la ley?
CCH: Lo más grave es que pase lo mismo que está pasando con los otros ceses al fuego. Si bien bajan los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y esas organizaciones criminales; esas organizaciones criminales, entretanto, se fortalecen, por un lado; pero, por el otro, los territorios se ven afectados por las disputas entre grupos criminales.
Al no haber una presencia de la Fuerza Pública, lo que empieza a suceder es que los demás grupos ven una oportunidad para penetrar. Entonces, lo que vemos son enfrentamientos entre grupos, al tiempo que los grupos con los que se hace cese al fuego se fortalecen.
ENS: ¿Considera acertada la decisión del gobierno Petro de dialogar con un grupo armado conformado por las mismas personas que en el pasado incumplieron el Acuerdo de Paz?
CCH: Es un mandato institucional buscar la paz por todos los medios y la negociación es parte de ello. Lo que vemos con preocupación y desacertado es que nuevamente no tengamos claro cuáles son las líneas rojas del Gobierno en la negociación, qué es lo que esperan las disidencias de las Farc y saber exactamente desde el principio hacia dónde apunta, con el fin de que no se hable simplemente de transición hacia la paz sin tener unas fechas estimadas de cuándo se van a dejar las armas, de cuándo se van a reincorporar a la vida civil, de cuándo van a dejar de estar involucrados en actividades ilícitas.
Si bien la Segunda Marquetalia es de las que menos capacidades tienen en este momento en comparación con el Estado Mayor Central y las Autodefensas Gaitanistas, sigue siendo un grupo criminal que puede estar buscando este tipo de negociaciones para aumentar sus capacidades e incidencia política.
Además, creo que es un error del Gobierno sentarse a negociar con estas disidencias reconociéndoles carácter político. Al ser un grupo criminal que traicionó los acuerdos que había firmado con el Estado colombiano debieron darle un diálogo para el sometimiento.
Pero el Gobierno no ha priorizado el sometimiento en el Congreso de la República; por lo tanto, es un gravísimo error darle reconocimiento político, declarar cese al fuego, abrir mecanismos de participación y utilizar las mismas tácticas con otros grupos, como lo son las transformaciones territoriales.
Este grupo debió haber sido tratado como una estructura delincuencial, con la cual se hacen unos diálogos para el sometimiento de la justicia. Pero pareciera que intencionalmente el Gobierno y sus bancadas en el Congreso no priorizan y no le han metido mensajes de urgencia a la ley de sometimiento, sino que la han dejado ahí para poder ir abriendo espacios a negociaciones de paz, dándole reconocimiento a grupos criminales que no deberían tenerlo como es el caso de la Segunda Marquetalia.
Las dificultades
ENS: ¿Cuáles son las dificultades de dialogar con una figura armada que no se le conoce organigrama, es decir, que no se sabe si su estructura es vertical o conformada por grandes bloques?
CCH: Que no sabemos si estamos negociando con todos los que tienen capacidad de comando y control sobre las estructuras, no sabemos si los compromisos que se hagan son con toda la estructura o simplemente con una parte de ella, no sabemos si al estar fragmentados lo que están buscando es que, al tiempo que negocian, sus otros frentes, bloques o estructuras se están fortaleciendo.
Entonces, después el Estado va a terminar con una multiplicidad de negociaciones con estructuras de la misma organización, como lo que sucede con el Eln, con lo que pasa en Nariño.
Entonces, tienen una negociación abierta en Nariño con un sector del Eln y otra negociación a nivel nacional también con el Eln. Hay que saber exactamente qué tipo de estructura es, quiénes son sus comandantes, cómo está integrado, si es confederado, etc.
ENS: ¿Qué riesgo tiene iniciar un proceso de negociación con una organización con cabecillas de un grupo armado ilegal como la Segunda Marquetalia, que son acusados de haber desertado?
CCH: Es un antecedente nefasto y se va a sentar un precedente terrible en el país. Es que al final del día usted se sienta a negociar, incumple, vuelve a las armas y no pasa nada. Le siguen dando reconocimiento positivo.
ENS: ¿El cese al fuego que se está planteando implica no pelear con las disidencias de las Farc o Eln?
CCH: Implica no pelear con la Segunda Marquetalia; es decir, que no haya enfrentamiento del Estado con falta de claridad sobre los protocolos de verificación.
Hemos pedido reiteradamente, desde que iniciaron este Gobierno y esas negociaciones, que haya en los protocolos monitoreo de verificación para saber qué constituye una violación de los protocolos, qué no es una violación y cuáles son los incidentes.
Entonces, el primer problema estructural a resolver es que el Gobierno tenga claro el tema de los protocolos y las líneas rojas. Pero eso es un problema porque si usted levanta el cese fuego con esta organización se van a dejar de dar enfrentamientos con la Fuerza Pública, pero existen riesgos inmediatos: uno que esa guerrilla aprovecha ese fuego para fortalecerse en materia de reclutamiento de menores, como está pasando con otros ceses al fuego; segundo, en materia de aumento de hostilidades contra la población civil como lo son las extorsiones y los secuestros; y tercero, que otros grupos decidan aprovechar que la Fuerza Pública no está haciendo una presencia al momento de tratar a este grupo para enfrentarse a este grupo y pugnar por el terreno.