EL NUEVO SIGLO: ¿A hoy, en qué está el proceso de negociación entre el Gobierno con el Eln?
JOSÉ FÉLIX LAFAURIE: En este momento, la negociación está congelada por cuenta de imposibles que el Eln ha planteado y básicamente son dos: el lío que tenemos con los Comuneros del Sur, que es un frente de esa organización armada que quiso abrir unos escenarios de diálogo directos con el Gobierno. Dos, con lo que tiene que ver con el decreto para que el Gobierno saque al Eln de la lista de los GAO (Grupos Armados Organizados). Ambos temas son imposibles de superar y eso lo saben muy bien ellos.
En el entretanto, lo que uno siente es que buena parte de los acuerdos que se han firmado, por ejemplo, lo que tiene que ver con retenciones económicas o secuestro de colombianos o extranjeros, sigue sin cumplirse.
Por supuesto, cada vez que hay un intento de avanzar en misiones humanitarias, lo que hacen es decretar paros armados como en el Chocó. Es decir, confinamientos y desplazamientos de poblaciones vulnerables.
En consecuencia, atraviesa una crisis, tal y como lo dijo el alto consejero, Otty Patiño, y vamos a ver cómo se avanzará; no obstante, se venció el plazo que ellos mismos dieron del 23 de agosto, ya que han creído que esto es, a partir de ultimátum, como pueden conducir las negociaciones.
ENS: Algunos sectores indican que la única alternativa es terminar cediendo a exigencias de grupos guerrilleros para salvar la meta, ¿usted qué opina?
JFL: No creo que sea cediendo, entre otras cosas, porque hay un marco jurídico muy claro que el Gobierno está obligado a cumplir. En consecuencia, si se trata de transformaciones en los territorios, como lo que ha tratado de hacerse con Comuneros del Sur, bienvenido.
Pero si se tratara de otros temas que eventualmente pueden terminar afectando la arquitectura jurídica, constitucional y legal del país, no va a ser tan sencillo.
ENS: Terminado el cese al fuego hace dos semanas, ¿qué noticias se tiene de acciones delincuenciales de esa guerrilla?
JFL: Ha habido una cantidad de confrontaciones, pero más entre grupos armados ilegales que controlan el territorio que entre las Fuerzas Armadas y ellos mismos.
Aquí lo que hay son reacomodos en el territorio que, evidentemente, terminan por afectar de manera notoria a la población civil que está en medio de ese cruce de fuegos.
Mesas de discusión en Colombia
ENS: En medio de la crisis venezolana, ¿no sería mejor pasar las mesas de discusión para otro país donde funcionen de manera más tranquila?
JFL: La crisis de Venezuela tiene un impacto en las negociaciones de paz. Creo que las negociaciones hay que hacerlas en Colombia, en un hipotético caso de que se descongelen.
ENS: La crisis con el Eln se suma a las dudas sobre el proceso de paz con el ‘Clan del Golfo’ y la accidentada mesa con grupos residuales de las Farc. ¿La política de paz total está dando pasos de ciego en Colombia?
JFL: El Gobierno está intentando abrirse paso en unos diálogos sociojurídicos con ellos. Recordemos que la Corte Constitucional, si bien habilitó un espacio para estos diálogos, cerró la posibilidad para que el Gobierno estableciera de manera unilateral la manera como se podrían someter estos grupos armados a la justicia.
Dejó en manos del Congreso, como tiene que ser, cualquier ley sobre ese tema en particular.
ENS: ¿Cómo está la situación de los ganaderos hoy en materia de seguridad, tras las denuncias que se han conocido en los últimos días en torno a ‘vacunas’ y otras presiones ilegales?
JFL: La situación de los ganaderos y de la población rural, en general, es cada vez más crítica. Estamos llegando a un punto muy similar a lo que se vivía en Colombia en los años 90, a finales del siglo XX.
Porque evidentemente hoy en día hay más de 400 municipios donde el control de los grupos armados para proteger sus rentas, terminan amenazando a todos los que están allí.
Ganadería hay en todo el país. Solo en 17 municipios de Colombia no existe ganadería. Por consiguiente, en las zonas más apartadas, más vulnerables, hay un ganadero atrapado en medio de la dinámica de la violencia.
Lamentablemente, como lo he venido diciendo en mis artículos publicados en medios de comunicación, estamos repitiendo la historia.