EL NUEVO SIGLO: Suele pensarse que los vehículos eléctricos e híbridos no tienen huella de carbono, ¿qué tan cierto es eso?
JOSÉ REINALDO VUELVAS: De hecho, ese tipo de vehículos sí tienen huella de carbono. Lo que pasa es que, en el proceso de construcción y disposición final de estos vehículos, de alguna manera se ven involucrados otros tipos de tecnología que finalmente impactan en la huella de carbono.
Es algo que uno fácilmente puede identificar a nivel estadístico y a nivel de impactos de huella de carbono.
En cuanto al impacto, por ejemplo, pensando en un vehículo eléctrico puro, estamos hablando de 47 o 48 gramos aproximadamente en términos de impacto.
Lo mismo ocurre con el vehículo híbrido. Por ejemplo, el híbrido enchufable está alrededor de 68 o 70 gramos. Digamos que sí tienen un impacto a nivel de huella de carbono, lo que pasa es que es mucho menor o muy inferior con respecto a otro tipo de tecnología.
ENS: ¿Cómo va Colombia con la reglamentación para este tipo de vehículos, más allá del tema de que se les haga rebajas en impuestos y que no tengan pico y placa?
JRV: Si uno lo revisa con respecto al mundo estamos muy bajos en términos de penetración. Estamos hablando de que, en Colombia, por cada vehículo eléctrico vendido, se venden 2.000 modelos de combustión.
Mirándolo a nivel mundial, estamos hablando de que, hacia el año pasado, el 18% de los vehículos vendidos son eléctricos. Si uno revisa cómo está la tendencia mundial, estamos muy bajos.
ENS: ¿Qué se necesita hoy en día para lograr una mayor penetración de vehículos eléctricos en el mercado colombiano?
JRV: Toca hacer muchas modificaciones. No es solamente un tema de incentivos o eliminación de impuestos o subsidios para la compra final de los vehículos eléctricos.
Toca un cambio profundo en la reglamentación, en lo que sería la regulación, ya que finalmente una flota de vehículos va a conectarse al sistema eléctrico. Eso va a implicar un aumento significativo de la demanda y Colombia no está preparada para recibir una flota alta de vehículos.
En el tema, por ejemplo, de los cargadores eléctricos, de esa adecuación a nivel residencial de cargadores de los vehículos eléctricos, a nivel de infraestructura o la parte técnica, no estamos preparados.
Hay dos aspectos importantes: el regulatorio y de tipo técnico. Hay otros retos bien importantes a nivel de transporte que serían los vehículos de carga.
Allí uno tiene que explorar los vehículos eléctricos e impulsados a hidrógeno. Entonces, toca mirar cómo sería el tipo de desarrollos en términos de infraestructura que requiere Colombia a lo largo de las carreteras para vehículos de carga.
Pienso que lo más razonable son los vehículos de hidrógeno para los vehículos residenciales, pues toca poner puntos de carga de alta velocidad. Esos puntos de carga están por encima de los 50 kilovatios. Eso es, en términos de potencia, bastante para garantizar esos niveles de carga rápida.
A nivel infraestructura hay mucho por avanzar antes de poder hacer un despliegue de esto.
¿Son necesarios?
ENS: ¿Qué tan necesarios son, hoy en día, estos vehículos eléctricos para el país?
JRV: Totalmente necesario. Desde el punto de vista de cambio climático, Colombia es bastante limpia en términos de la generación, por lo que más o menos podemos operar alrededor del 70 o 80% híbrido.
Si Colombia se plantea realmente una transición energética, uno de los elementos o piedra angular está en el sector transporte.
Entonces, digamos que sí se requiere hacer ese tipo de actualización. Además, es mucho más eficiente energéticamente utilizar este tipo de vehículos.
ENS: En algunos países se está replanteando la utilidad de los vehículos eléctricos, ¿por qué?
JRV: Lo que pasa es que es una tecnología que apenas está madurando. Entonces, por un lado, para largas distancias, obviamente, no es la mejor opción. Hoy en día se requiere mucha infraestructura que no se tiene.
En el tema, por ejemplo, de mantenimiento, toca entrenar o tener un personal calificado y no se cuenta con ello.
Entonces, un vehículo tradicional que es llevado a mantenimiento, se lo entregan de pronto al siguiente día. Un vehículo eléctrico se puede demorar dos o tres semanas, mientras el personal está entendiendo y capacitándose.
Por eso creo que muchas personas todavía tienen miedo; sin embargo, eso lo veo más como para estos países, porque si vemos el despliegue en los países nórdicos, allá una gran flota de los vehículos que se usan, son eléctricos.
Además, la tecnología va cambiando. Últimamente hemos tenido desarrollo de baterías por sodio. Creo que también eso ha sido un impedimento, porque las baterías que se utilizan hoy en día son las de iones de litio y ese es un material no tan abundante en el planeta; por lo tanto, hacer un gran despliegue de estos vehículos no es tan factible.