La comisión electoral de la FIFA validó las candidaturas de cinco aspirantes a la presidencia, rechazando la del liberiano Musa Bility y aplazando el examen de la de Michel Platini hasta enero, cuando termine su suspensión.
"La comisión electoral declaró cinco candidatos eligibles para presentarse a la elección a la presidencia de la FIFA", prevista en un congreso extraordinario el próximo 26 de febrero en Zúrich, indicó el organismo en un comunicado.
Tras evaluar su integridad, la comisión electoral de la FIFA aprobó las candidaturas del príncipe jordano Ali Ben Hussein, del jeque bahreiní Salman bin Ibrahim Al Jalifa, del francés Jérôme Champagne, del italo-suizo Gianni Infantino y del sudafricano Tokyo Sexwale.
En cambio, rechazó la candidatura del presidente de la Federación de Fútbol de Liberia, Musa Hasan Bility.
Por su parte, la candidatura de Michel Platini, presidente de la UEFA suspendido por 90 días el pasado 8 de octubre, no será estudiada por la comisión antes del 5 de enero, cuando termine su suspensión, excepto si la sanción se levanta antes, como ya había indicado la FIFA el 20 de octubre.
Platini fue suspendido por las dudas sobre un pago de 1,8 millones de euros que recibió en 2011 por un trabajo efectuado entre 1999 y 2002.
El francés se "asombró" por la "lentitud" de la FIFA sobre el recurso de su suspensión, según un comunicado de sus abogados transmitido este jueves a la AFP.
"La candidatura no será en ningún caso rechazada", recuerda en el escrito su consejero Thibaud d´Ales. Platini había formulado su reclamación el 10 de octubre ante la comisión de recursos de la FIFA.
"El señor Platini se asombra de que la comisión de recursos de la FIFA, ante la cual apeló hace varias semanas por la sanción provisoria que le concernía no haya todavía hecho pública su decisión", se puede leer en el texto de su abogado.
"El señor Platini sigue siendo un candidato determinado a la presidencia de la FIFA", añade su abogado.
- Dos favoritos -
La candidatura de Bility fue descartada sin que la comisión indique los motivos, por razones "de protección de los derechos individuales".
Según una fuente próxima a la FIFA, el liberiano podría formar parte de un grupo de dirigentes que habrían recibido un pago del hombre de negocios de Catar, Mohamed Bin Hammam, suspendido a perpetuidad de la FIFA en 2012, acusado de haber pagado por la atribución del Mundial-2022 en Catar.
El jeque Salman, de 49 años, vicepresidente de la FIFA, fue vivamente criticado por las organizaciones de defensa de los derechos humanos por su papel, que él rechaza, en la represión del levantamiento democrático de 2011 en Bahréin.
Pero Salman, amigo del influyente jeque kuwaití Ahmad al Fahad al Sabah, miembro del comité ejecutivo, pasó la selección.
Dos candidatos son ahora favoritos: Gianni Infantino, que se lanzó debido a la falta de certitudes sobre el futuro de Platini, y Tokyo Sexwale.
Políglota, nacido a 10 km del pueblo natal de Sepp Blatter, Infantino controla las redes en Europa, desde los clubes a las instancias políticas.
Ese jurista de 45 años debe ganar votos en otros continentes y ya ha comenzado su operación de seducción, sobre todo en la Confederación Africana.
A sus 62 años, Sexwale tiene como punto débil pero también como ventaja el hecho de no ejercer ninguna responsabilidad en el mundo del fútbol.
Este compañero de prisión de Nelson Mandela, que se ha convertido en un rico hombre de negocios, estaba en el Comité de organización del Mundial 2010 en Sudáfrica y preside desde 2015 el comité de vigilancia de la instancia para Israel y Palestina. Pero dispone de pocos apoyos en el seno del fútbol mundial.
Los otros dos candidatos están detrás por ahora.
El francés Jérôme Champagne lleva una campaña dirigida hacia las federaciones, que conoce bien por haber sido el hombre de confianza en relaciones internacionales de Sepp Blatter entre 1999 y 2010.
Por su parte, al príncipe Ali le faltan apoyos en su confederación, Asia, y ya no tendrá los de Europa como en mayo pasado.
El futuro presidente de la FIFA tendrá una pesada tarea para recuperar credibilidad en una institución que cayó en la peor crisis de su historia, con muchos escándalos de corrupción./AFP