El Bronx, sector considerado como el mayor expendio de drogas del país, donde en mayo fueron descubiertas casas de tortura y rescatados decenas de menores víctimas de explotación sexual, comenzó a ser demolido por la Alcaldía de Bogotá.
"Teníamos que acabar aquí con esas organizaciones criminales que estaban haciendo explotación sexual de niños, que estaban promoviendo la drogadicción", dijo a periodistas el alcalde Enrique Peñalosa, al anunciar que en los próximos meses será demolido todo el sector conocido como Bronx.
"Ésta era una república independiente del crimen y no vamos a tolerar este tipo de lugares, donde no entraba la policía y donde se llevaban a cabo toda clase de actividades criminales", añadió.
La demolición fue decidida por las autoridades debido a la "gran cantidad de inmuebles que están en riesgo de ruina" en la zona, detalló Peñalosa.
La idea es generar allí "un proceso de renovación urbana integral", que luego pasará por construir canchas deportivas, jardines y zonas comerciales, explicó a la AFP el subsecretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía.
La zona del Bronx es aledaña a dependencias del Ejército y la Policía, y a la Casa de Nariño.
A fines de mayo, la Alcaldía intervino el lugar y encontró túneles que permitían a los criminales moverse sin ser detectados, casas con calabozos y restos de sangre humana, además de inmuebles donde fueron explotados sexualmente unos 200 menores de edad y centenas de habitantes de la calle eran "esclavizados".
En esa zona, que desde mediados de los años 2000 concentraba la mayor cantidad de delincuencia de la capital, se recaudaban cerca de 1,5 millones de dólares mensuales por tráfico de estupefacientes y armas, entre otros delitos, según las autoridades.