Sin que le sobrara nada, Ecuador avanzó este domingo a cuartos de final de la Copa América de 2024 al empatar 0-0 con México en el cierre del Grupo B, un resultado que ahonda la crisis del Tri a dos años del Mundial que coorganizará con Estados Unidos y Canadá.
Los ecuatorianos terminaron en el segundo lugar de su zona, liderada por Venezuela con puntaje perfecto, con cuatro puntos y lucharán con los campeones del mundo, la Argentina de Lionel Messi, por el pase a la semifinal el jueves en Houston, Texas.
"Sabemos que no hay rival mejor que este en la actualidad, no hay mejor prueba", dijo el DT de Ecuador, Félix Sánchez. "La tarea es difícil, pero el equipo está con ganas de jugar ese partido"
Los andinos custodiaron el cero frente a una limitada ofensiva mexicana, que dijo adiós con apenas una anotación a favor y en el tercer lugar, con las mismas unidades de su rival pero peor diferencia de gol (+1 frente a 0). Jamaica (0) terminó como colista.
La eliminación de los aztecas del torneo de selecciones más antiguo del mundo sofoca al entrenador Jaime Lozano, muy cuestionado por los flojos resultados y el fútbol decepcionante de un Tri que busca renovarse para la gran cita del 2026.
México intentó cumplir la promesa jurada en la previa, una promesa hecha por la necesidad de vencer: salir a "ganar o morir". Para evitar reproches de su exigente afición, entró como un aluvión a la cancha del State Farm Stadium, donde casi todos los asientos (62.526) fueron ocupados.
Promesa incumplida
Sin probar a Alexander Domínguez, presionó con decisión a la zaga andina, que aguantó con estoicismo los diez primeros minutos de una ofensiva voluntariosa, oxigenada con el ingreso del extremo César Huerta, pero carente de 'punch'.
Ecuador resistió hasta sofocar las intentonas aztecas, cuya baja de revoluciones también diluyó por momentos el apoyo "manito" en las tribunas del hogar de los Arizona Cardinals, de la NFL, donde los hijos de México fueron mayoría.
El '10' Kendry Páez, comprado por el Chelsea, equilibró la balanza al manejar los tiempos de la Tricolor, respaldado por la combatividad del capitán Enner Valencia, de regreso tras pagar su fecha sanción en la victoria ante Jamaica (3-1) el miércoles en Las Vegas, Nevada.
De la zurda del mediocampista de 17 años, que demostró carácter en una prueba de juego, a pesar de ser el jugador más joven del certamen, surgió la única opción peligrosa del primer tiempo de un partido que con el paso de los minutos perdió intensidad: un tiro libre cerrado (19) que hizo volar a Julio González.
Final infartante
México echó en falta la presencia de jugadores desequilibrantes y creativos, además de un centrodelantero letal, pues Santiago Giménez, una de sus caras conocidas en Europa, se despidió con una racha de doce partidos internacionales consecutivos sin anotar.
El ariete del Feyenoord por poco esfuma el embrujo con un cabeza tras un córner cobrado por Luis Chávez, en una acción que revitalizó a un Tri que en el arranque de la segunda parte era presa fácil de la compacta defensa ecuatoriana.
Al tiestazo fallido le siguió un derechazo lejano de Julián Quiñones (65) que hizo volar a Domínguez por primera vez, un peligro que fue respondido por los ecuatorianos con otro riendazo de Valencia (68), detenido por González.
Con los aztecas encima, impulsados por el "¡Sí se puede!", Sánchez apostó por retirar a Páez, de intrascendente segundo tiempo, e ingresar a Alan Minda, un extremo clásico con el que evidenció que su apuesta era buscar herir con velocidad por las bandas.
La entrada de Minda apenas se sintió en el área de González, asentado cerca del mediocampo durante buena parte del segundo tiempo debido a la ocupación mexicana -ocupación, que no conquista- del territorio tricolor.
El Tri, que terminó con cinco jugadores atacando, estuvo al borde del éxtasis cuando el juez guatemalteco Mario Escobar pitó penal por una supuesta falta del zaguero Félix Torres sobre el revulsivo Guillermo Martínez en el minuto 97.
Tras llamado del VAR, anuló la decisión para júbilo de todo Ecuador.