Las autoridades de Venezuela ocuparon este lunes un centro penitenciario que estaba en poder de pandillas, el tercero en poco más de un mes.
El Centro Penitenciario Puente Ayala, ubicado en Barcelona (estado Anzoátegui, este), "ha sido tomado completamente, ha sido puesto a orden de los órganos de seguridad ciudadana, ha sido una gran operación", dijo el ministro del Interior, Remigio Ceballos, en un contacto con la televisión estatal VTV.
"Hemos garantizado la paz, la protección del pueblo, la lucha contra las mafias criminales, la lucha contra las estructuras carcelarias", siguió. "Venimos avanzando para el reimpulso del sistema penitenciario (...), este centro penitenciario pasa completamente a ese proceso de transformación".
Puente Ayala tenía unos 1.500 reclusos, que fueron trasladados a otros penales de forma temporal.
Es el tercer centro de reclusión que ocupan las autoridades desde que 20 de septiembre fue ocupada la cárcel de Tocorón, donde operaba el Tren de Aragua, una especie de multinacional del crimen dedicada al secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas en Venezuela y otros países de América Latina.
La semana pasada fue tomado el Internado Judicial de Carabobo (centro-norte), conocido como Tocuyito por el pueblo donde queda ubicado, y que era el más poblado del país con más de 2.000 internos.
También estaba controlado por una banda que imponía su ley y encabezada por un aspirante a cantante de reguetón.
Según VTV, 99% de los centros penitenciarios están "ordenados y organizados". "Falta muy poco para que podamos garantizar el control de algunos centros donde se necesita hacer ajustes", señaló el ministro.
A las afueras de Puente Ayala, la escena repetida en cada toma carcelaria: familiares desesperados por el nuevo paradero de los internos.
"Ayer fuimos a visita y todo estaba tranquilo, todo estaba normal", dijo a la AFP María Hernández, que tiene a un hijo recluido. "Que no me lo vayan a trasladar porque soy una madre sola y cómo hago para ir para allá", donde sea que lo manden.