El exfutbolista brasileño del Barça y el PSG Dani Alves comenzó a ser juzgado este lunes en Barcelona por la presunta violación en diciembre de 2022 de una mujer, cuya identidad la justicia trata de proteger en un proceso de gran interés mediático.
La joven declaró durante algo más de una hora ante un tribunal de la Audiencia de Barcelona, que ya había determinado que su testimonio fuera a puerta cerrada y separada del deportista por un biombo para evitar "confrontación visual" con el acusado.
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Igualmente, se le distorsionó la voz y se pixeló su imagen en la grabación destinada para uso exclusivo de los jueces, por si llega a producirse alguna filtración.
El proceso, previsto hasta el miércoles y seguido por decenas de periodistas, se retomará el martes a las 14H00 GMT.
Vestido con camisa blanca y pantalones tejanos, Alves, de 40 años, siguió la sesión en silencio desde la primera fila, con gesto serio y vigilado de cerca por un policía.
El futbolista, en prisión provisional desde hace algo más de un año y que asegura que las relaciones fueron consentidas, está acusado de haber violado a la mujer en los lavabos de la discoteca Sutton de Barcelona, la madrugada del 31 diciembre de 2022.
La Fiscalía solicita nueve años de prisión para el exinternacional brasileño por un supuesto delito de "agresión sexual con penetración", además del pago de una indemnización de 150.000 euros (unos 162.000 dólares) a la mujer y otra década de libertad vigilada tras cumplir la condena.
Según describió la Fiscalía, los hechos ocurrieron en una zona reservada de esa discoteca de moda en la que Alves, que era conocedor del local y estaba allí con un amigo, coincidió con la mujer, quien iba acompañada de una prima y una amiga.
Tras invitarlas a champán, el deportista habría invitado a la joven a entrar en otra área exclusiva donde estaba el pequeño lavabo, que ella desconocía.
"Actitud babosa"
Allí, de acuerdo con la Fiscalía, Alves habría mostrado una "actitud violenta" hacia la mujer, a la que agredió y forzó a mantener relaciones sexuales.
"La víctima reiteradamente solicitó que la dejara marchar, que quería salir de allí, no permitiéndoselo el procesado", indicó el Ministerio Público en su escrito de acusación, que afirma que la mujer vivió una "situación de angustia y terror".
La amiga de la denunciante corroboró este lunes esa versión y afirmó que Alves mostraba una "actitud babosa" aquella noche.
Con la denunciante, su conducta fue "más obsesiva", recordó la joven, que rompió en lágrimas al evocar cómo su amiga le pidió "llorando desconsolada" que se marcharan tras salir del baño, diciéndole que Alves le había hecho "mucho daño".
La mujer, que tras recibir atención médica aquella noche acabó denunciando los hechos el 2 de enero de 2023, padece en la actualidad "un trastorno de estrés postraumático de intensidad globalmente elevada" por el que se encuentra en tratamiento, según la Fiscalía.
"No duerme, se tiene que medicar (...) ha empezado a tomar antidepresivos", contó su prima durante su declaración, en la que indicó que la denunciante "apenas sale de casa" tras lo ocurrido.
Diferentes versiones
Alves, que inicialmente negó conocer a la chica, ha cambiado varias veces de versión y acabó admitiendo que habían mantenido relaciones, aunque consensuadas, y que si al principio había mentido era por tratar de salvar su matrimonio.
Su declaración será la última que escuche el tribunal, el miércoles.
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La Audiencia de Barcelona rechazó los diversos recursos de los abogados del deportista pidiendo su libertad provisional, alegando, entre otros, que existía riesgo de fuga.
La posibilidad de un acuerdo entre las partes, que hubiera podido comportar un hipotético reconocimiento de la culpa por parte de Alves y una indemnización a la víctima, a cambio de una rebaja parcial de la pena sobrevoló el caso hasta el mismo inicio del juicio.
"No ha sido posible el pacto porque no estábamos de acuerdo con la pena que proponía la defensa", indicó la abogada de la denunciante, Ester García, al fin de la primera sesión.
El futbolista, que formó parte del exitoso Barça de Messi y Guardiola, se encontraba de vacaciones en Barcelona, tras el Mundial de Catar, cuando ocurrieron los hechos.
Horas después de su ingreso en prisión en enero de 2023, su equipo en aquel momento, los Pumas de México, rescindió su contrato.